La nueva superestrella de Hollywood solo tiene 9 años (y está arrasando)

Hasta Tatum O’Neal anda rendida a sus pies. El paradigma de niña prodigio hollywoodiense –se hizo con el Oscar por Luna de Papel (allá por 1974)–ha sido una más en felicitarlo personalmente por su emotiva actuación en la claustrofóbica pero esperanzadora La habitación. Hablamos de Jacob Tremblay, un pequeño canadiense de 9 años que, pese a no haberse hecho con la nominación a la estatuilla de este año, está arrasando en la temporada de premios. Quedénse con su nombre y su ...

Hasta Tatum O’Neal anda rendida a sus pies. El paradigma de niña prodigio hollywoodiense –se hizo con el Oscar por Luna de Papel (allá por 1974)–ha sido una más en felicitarlo personalmente por su emotiva actuación en la claustrofóbica pero esperanzadora La habitación. Hablamos de Jacob Tremblay, un pequeño canadiense de 9 años que, pese a no haberse hecho con la nominación a la estatuilla de este año, está arrasando en la temporada de premios. Quedénse con su nombre y su cara, porque ponerse en la piel de Jack, un niño concebido y criado durante sus primeros cinco años en una habitación en la que su madre lleva cautiva desde su adolescencia (la historia está inspirada levemente en el caso del ‘monstruo Fritzl‘) ya le ha valido 11 premios y 16 nominaciones. No extraña. Tremblay carga con la mitad del peso de una cinta de lo más intensa y es uno de los descubrimientos de la temporada. Consiguió el papel después de que 2.000 niños pasaran por delante del director Lenny Abrahamson. «Tuve sudores fríos para encontrar al personaje, pero Jacob es un crío extraordinario con ese talento, esa clase de talento con el que nacen los grandes actores», contó recientemente en una charla de Entertainment Weekly el director irlandés. Los elogios no sólo se remiten a su equipo. El New York Times exige que se invente la categoría de «mejor golpe de aire fresco» para premiarle y vaticinan que, tras conocerlo, no nos encontramos con un proyecto de juguete roto a lo Miley Cyrus, sino a un futuro actor que podría integrarse en la liga de Kirsten Dunst o Ron Howard.

El chavalín del que más se habla en Hollywood es hijo de un policía y una ama de casa y llegó a los grandes estudios cuando acompañó a su hermana mayor, Emma, al casting de Elysium. Los allí presentes vieron su encanto y decidieron quedarse con él para Los Pitufos 2. (Emma, por cierto, consiguió el papel en la peli de Matt Damon y ahora la hermana pequeña de ambos también se ha subido al carro de la actuación. Ojo con los Tremblay, hermanos Baldwin, vienen bastante fuertes). Jacob hizo un par de películas para televisión, cortos, alguna serie y de repente ya se había erigido en uno de los niños de los que más se hablaba industria. Aquí van unas cuantas claves de por qué todo el mundo anda loco con él.

Sabe cómo dar un discurso: Cuando recogió su premio hace unos días en los Critic’s Choice Awards, Tremblay robó la noche y arrancó todos los ohhhs, y ahhs del momento al decir que pondría el premio al lado de El Halcón Milenario que tiene en su habitación. El público rendido, obvio.

Es un excelente bailarín. Y volvió  a ser el protagonista en la after party de los premios, donde bailó como nadie el Up Town Funk. En la revista New York, viendo el clip de la discordia, ya exigen que a partir de ahora sólo los niños ganen premios para asistir a momentos como éste.

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(Sus padres) Lleva(n) estupendamente sus redes sociales. ¿Qué puede tuitear o subir a Instagram un niño de 9 años? Nada, porque lo hacen sus progenitores. Sus redes son una extensión de su adorabilidad perenne y básicamente se reducen a fotos de él con otras estrellas o momentos de juegos con su familia (por cierto, tiene predilección por Star Wars y, al igual que el resto de Internet, anda algo obsesionado con Poe Dameron, el personaje que interpreta Oscar Isaac).

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Es sincero: Ha sido capaz de derretir y quedarse con el mismísimo Jimmy Fallon en directo y su compañera de reparto, Brie Larson (que ya debe ir haciendo músculo para recoger su Oscar tras hacerse con el Globo de Oro) asegura que cuando vio por primera vez la película le dijo: «Bah, está bien, pero no es como Los Vengadores«. Larson, por cierto, tiene auténtica devoción por el niño (ambos se intercambian videos y halagos constantes en las redes) y aseguró a Vanity Fair que consiguió ganárselo cuando nada más conocerlo y antes de ponerse a rodar le preguntó por su color y animal favorito y si era fan de Star Wars. La rendición estaba asegurada. («¿Hay algo más mono que esto? No. Jacob Tremblay, presidente», dice Larson en este vídeo en plena promoción de la película).

Su carrera no es flor de un día: Tremblay viene dispuesto a hacerse un nombre más que seguro de cara al futuro. Este amante de jugar al Lego ya ha rodado con Naomi Watts Shout In, una peli en la que interpreta a un niño sordo, con Kate Bosworth cointepreta una peli de terror y protagonizará El libro de Henry, un drama sobre un chaval que planea un asesinato y que le hace especial ilusión porque la dirige Colin Trevorrow, el mismo de Jurassic World (también le gustan los dinosaurios, recordemos que tiene 9 años). Trevorrow, por cierto, indicó al New York Times que el chaval no va a ver cómo su vida se trunca o se pierde algo por haber empezado tan pequeño. «Jacob ni se ha perdido nada ni se perderá nada. Eso es lo que le hace tan especial. Puede encontrar una verdad emocional que sea muy real, y luego volver a su imaginación como si nada pasara. Aquí no hay tabiques». O así nos quiere vender Hollywood cómo se gestan los inicios de una futura (e inminente) superestrella.

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