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La era de la ‘ego-joya’: cuando nuestra inicial es el mejor logo

Las letras del abecedario inundan las colecciones de joyería y bisutería de firmas de costura y streetwear por todo el planeta.

Acne Studios. Para la firma sueca que lidera Jonny Johansson todo es cuestión de hacerlo a mano. Cada colgante con la letra del abecedario está martillada de forma artesanal sobre una placa de latón plateado o dorado. Se puede personalizar con una cadena en el mismo metal.  
Becomely. En colores pastel, adorables y con tipografía naíf. Los charms de la marca española creada por Quique Vidal no podían ser de otra manera. Fabricados bajo encargo por impresión en 3D en bioplástico, llevan una cadena de plata opcional por 39 euros bañada en oro.
Simone Rocha. El estilo gótico lolita de la diseñadora irlandesa se traslada a su colección de joyas en forma de alfabeto. Cada letra está labrada a mano sobre una plancha de plata chapada en oro de 24 quilates. El colofón lo pone una perla artificial, el adorno por excelencia de todas sus colecciones. Cada pendiente se vende por separado.
Bimba Y Lola. La marca española propone combinar tu letra favorita del abecedario adornada de cristales con un mini aro. Ambas piezas están diseñadas en latón dorado.
Zara. Desde la pasada década, las microperlas se han convertido en un abalorio recurrente para todo tipo de prendas y accesorios. En este colgante con forma de letra regresan a su entorno habitual –nuestro cuello–, junto a una cadena metálica con cierre de mosquetón.
Chloé. La colección de anillos Alphabet fue la primera incursión de la firma francesa en la bisutería de letras. Cada pieza en latón dorado lleva el diseño de su línea Anouk, inspirada en el aluminio arrugado. Incorpora una fina cadena que rodea el dedo como si fuera una pulsera. Disponible en dos tallas.  
Dolce & Gabbana. Domenico y Stefano reviven a lo grande la atmósfera cálida y soleada de Sicilia con su colección de joyería Rainbow rebosante de gemas naturales. La amatista violeta, la turmalina rosa, el granate brillante, el cuarzo verde o el topacio celeste son algunas de las piedras que conviven en diferentes formas y tallados. Y el ego italiano siempre por delante: las letras DG y una gota de perla culminan la pieza en el extremo de la cadena.
Oscar de la Renta. Con una tipografía barroca sobre chapado en oro, el alfabeto-joya que propone la marca afincada en Nueva York añade en cada pieza diminutos cristales de Swarovski para captar la luz sutilmente.
Pandora. Su charm en plata de primera ley con letras del abecedario permite grabar mensajes secretos –o iniciales importantes– en la pulsera Moments de la misma marca. La parte delantera pulida contrasta con los corazones de la cara trasera.
Lelet NY. Hace tiempo que las perlas dejaron de ser patrimonio único de collares de infinitos como dictaminó Coco Chanel. Ahora prenden de nuestro pelo en solitario o sobre una diadema de raso formando las letras del alfabeto.
Louis Vuitton. Como su nombre bien indica, la pulsera LV & Me en metal dorado se personaliza con la letra que su destinataria elija, pero sin perder de vista las célebres iniciales de la firma francesa como distintivo.  
P De Paola. La joyería flotante que hice furor en los noventa se interpreta en este collar con un cóctel de piedras semipreciosas, culminado por una inicial bañada en oro de 18 quilates. Labradorita, ojo de tigre, nácar y cristales de colores se funden en una pieza con forma de óvalo brillante sobre el cuello.
Tous. Este conjunto de collar y letra en plata de primera ley hará las delicias de las fans del osito Tous, engarzado al colgante junto a la inicial de su futura destinataria. También disponible en plata vermeil y vermeil rosa.
Bimba Y Lola. Para la marca española el juego del abecedario no termina en nuestras orejas, sino que continúa por el cuello y las muñecas. Esta pulsera rígida de latón incluye un colgante en el mismo metal con cristales de colores.  

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