El complicado reto de ponerse en la piel de Monica Lewinsky, la mujer más cuestionada de EE UU

En palabras de su hermano Jonah Hill (actor nominado dos veces al Oscar por El lobo de Wall Street y Moneyball y director de En los 90), que la entrevistó hace unos meses para la revista Interview, “todo el que conoce a Beanie es un fan”. Y esa afirmación parece un hecho:...

En palabras de su hermano Jonah Hill (actor nominado dos veces al Oscar por El lobo de Wall Street y Moneyball y director de En los 90), que la entrevistó hace unos meses para la revista Interview, “todo el que conoce a Beanie es un fan”. Y esa afirmación parece un hecho: en apenas cuatro años esta joven de 26 (nació en junio del 93) ha pasado de hacer pequeños papeles a convertirse primero en una secundaria imprescindible y ahora en una protagonista incontestable.

Su familia

Elizabeth Greer Feldstein es su nombre real, el apodo de Beanie se lo puso su nanny británica. Su padre trabajó como contable para Gun ‘N Roses y Madonna y su madre es la diseñadora de vestuario Sharon Ly, por lo que ella siempre se ha codeado con la fama. Aunque sus progenitores son judíos neoyorquinos, nació en Los Ángeles, donde se mudaron por motivos laborales. La joven Beanie sentía que no encajaba allí, pero se lo tomaba con humor. Recientemente bromeaba en The Guardian con lo poco que pegaba su tez blanquecina en la soleada Costa Oeste: “Todos me decían que no pertenecíamos allí, no estábamos bronceados ni íbamos a la playa”.

Vivían en el vecindario angelino de Cheviot Hills, escenario de muchísimos rodajes de series y películas, donde tuvieron sus casas Buster Keaton o Lucielle Ball, pero Manhattan siempre fue una referencia para ella: el tema de su bat mitzvá [ceremonia judía celebrada a los 12 años para conmemorar el paso de la niñez] fue ‘El Nueva York vintage’ y la familia viajaba con frecuencia a la Gran Manzana para ver los musicales de Broadway. Reconoce que estos espectáculos le encantan y, de hecho, en 2017 debutó en los teatros neoyorquinos en Hello, Dolly!, con la veterana Bettle Midler.

Además, Feldstein estudió en la Universidad Wesleyana de Connecticut, prestigiosa institución privada con exalumnos como Lin-Manuel Miranda, creador del musical Hamilton. De ese centro han salido también varios premios Pulitzer, y la actriz no oculta su gusto por las letras. Como Lena Dunham, ha publicado varios ensayos en distintos medios. En el más personal de todos hablaba sobre la repentina pérdida en 2018 de su hermano mayor, Jordan Feldstein, y cómo afrontó la pena. Jordan era el mánager del grupo Maroon 5 y Beanie es una de las mujeres que aparecen en el vídeo Girls Like You, que la banda de Adam Levine lanzó junto a Cardi B.

Su carrera

Greta Gerwig la eligió para interpretar a la mejor amiga de Saoirse Ronan en Lady Bird, en 2017. Solamente un año antes Feldstein se había estrenado de forma oficial en la gran pantalla con un papel secundario en Malditos vecinos 2 –junto a Seth Rogen y Chloë Grace Moretz– y previamente solo había realizado alguna pequeña aparición en televisión. Pero de pronto es omnipresente y Rolling Stone asegura que es la actriz que más promete de su generación. Este verano ha participado en Superempollonas, de Olivia Wilde, de nuevo como mejor amiga pero ya en un papel coprotagonista.

No ha hecho muchas películas, pero ha seleccionado bien sus apariciones: tanto Lady Bird como Superempollonas han sido los debuts directoriales de dos actrices reconocidas y respetadas por su activismo feminista, Gerwig y Wilde. Y Cómo se hace una chica –que acaba de presentar en el Festival de Toronto– se basa en la novela homónima de la escritora y periodista británica Caitlin Moran, uno de los referentes de la actual lucha de los derechos de las mujeres. Feldstein acaba de presentarla en el Festival de Toronto acompañada por Alfie Allen (Theon Greyjoy en Juego de tronos) y la autora, a cuyo álter ego Johanna Morrigan interpreta.

Para meterse en ese papel, el de una adolescente reconvertida en crítica musical que descubre su sexualidad, vivió semanas perfeccionando su acento británico en la ciudad de origen de su personaje, Wolverhampton, y se ha quitado cualquier vergüenza de encima: “No sabía que era valiente hasta que afronté este personaje”, reconoció en Vanity Fair. Además, aseguró que con sus papeles busca aportar referentes para las chicas más jóvenes: “Quiero que se sientan empoderadas, que entiendan que pueden cometer errores, ser ellas mismas sin pedir disculpas”. Con esa misma naturalidad ha defendido la necesidad de abordar en la ficción historias LGTB con protagonistas más complejos. Habló de ello en la presentación de Superempollonas en el festival SXSW, donde hizo pública su relación con su novia, la productora británica Bonnie Chance Roberts, con quien trabajó en Cómo se hace una chica.

En su próximo trabajo incidirá en esa línea de abordar papeles femeninos mostrados desde otros puntos de vista: interpretará a Monica Lewinsky en Impeachment, la tercera temporada de American Crime Story. Tras narrar el juicio de OJ Simpson y el asesinato de Gianni Versace, la serie creada por Ryan Murphy contará la historia de la relación de Lewinsky con el presidente Bill Clinton desde la perspectiva de la exbecaria de la Casa Blanca. “Ella es un triunfo”, afirma la actriz, entre cuyos referentes se encuentra Eleanor Roosvelt. La serie de FX se estrenará en 2020, en pleno año electoral en Estados Unidos, ante lo que muchos auguran que tendrá una considerable presencia mediática en el debate político.

No es el último de sus proyectos: en el horizonte están The Humans, con Amy Schumer, y Merrily We Roll Along, que Richard Linklater (Antes del amanecer) va a rodar durante veinte años, algo similar a lo realizado en su cinta Boyhood. Esta película se basará en el musical homónimo compuesto por Stephen Sondeheim, que, curiosamente, es la obra que el personaje de Beanie preparaba en Lady Bird. En esta película la acompañará su mejor amigo desde la infancia, el actor y cantante Ben Platt (Dando la nota, The Politician), con quien estudió y ya ha compartido escenario.

Su estilo

Además de con sus papeles, Beanie Feldstein quiere hacer una declaración de intenciones con sus estilismos. Apuesta por prendas llamativas y divertidas, de firmas respetadas como Miu Miu –estuvo en el front row de su último desfile en París– y nombres de la vanguardia cool como la marca neoyorquina Batsheva. En la última gala de los Oscar eligió un vestido de Sachin & Babi Ahluwalia y esa decisión fue noticia: no se lo prestó ninguna marca, ella misma lo compró en Saks por 3.995 dólares.

No le preocupan los cánones, ella es una de las abanderadas del movimiento body positivity; se siente bien en su cuerpo y lo ha explicado en otro de sus ensayos, publicado en 2017 en Refinery 29. En él pedía que no se le diera la enhorabuena por adelgazar: “Durante mi infancia y adolescencia realmente sufrí por mi peso. Mi familia, médicos y la sociedad en general me decían constantemente que era demasiado grande, que necesitaba hacer más ejercicio, que debería ser más pequeña. Me empujaron a tratar dietas con Weight Watchers, Jenny Craig… Y lo odié por completo. Eso me afectó profundamente”.