19 fotos

Del lujo al ‘low-cost’: 19 prendas que demuestran que el crochet es la tendencia clave de este verano

Este pasatiempo de nuestras abuelas y símbolo del 'Summer of Love' se presenta como el tejido estrella cuando se sienta el calor. Venerado por Jane Birkin y el movimiento hippie hasta la extenuación, esta temporada no solo lo abraza la moda 'low-cost'. Por su factura artesanal también lo ensalza la industria del lujo en multitud de colecciones estivales.

Farm. La marca de Río de Janeiro lleva este tejido como ingrediente esencial de su catálogo desde que fuera creada en 1997. Multitud de rayas, color, mangas abullonadas y silueta al vuelo son los rasgos de este vestido midi, que congrega en una sola prenda todo el espíritu de la chica de Ipanema.
Alberta Ferretti. En su clásico repertorio de vestidos fluidos y ultra femeninos un tejido dúctil como el crochet venía como anillo al dedo. Este mini dress sigue la tendencia que defiende la diseñadora italiana de acortar unos centímetros de más cada prenda este verano e incorporar detalles artesanales como el macramé o el encaje inglés.
Batsheva. Para la diseñadora estadounidense Batsheva Hay las mangas abullonadas, los lunares prominentes, los volantes, y también el crochet, son la clave para sobrellevar esta primavera tan inusual. La trama que dibuja el punto de esta rebeca evoca los tapetes de nuestras abuelas y se remata con botones de perlas. Para contrarrestar un efecto demasiado ‘granny’ lo mejor es llevarla sobre un vestido blanco.
Fendi. El emblemático bolso baguette de la firma francesa reduce sus dimensiones y se cubre de un esponjoso punto para albergar nuestro bien (tecnológico) más preciado, el teléfono móvil. El cierre metálico con la doble FF unido a la cadena de eslabones le aporta un aire de monedero antiguo. Disponible en color rojo, naranja, rosa, azul bebé y marrón.
Zara. Este vestido con estampado de manta en tricot haría las delicias de Felicity Shagwell, la protagonista de la saga Austin Powers. Mini, ligero, con pequeños tirantes y en colores vivos, no necesita más aderezos para lucirlo en su máximo esplendor.  
Loewe. En su quinta edición, la cápsula Paula’s Ibiza sigue persiguiendo el espíritu despreocupado y vibrante que caracteriza a la isla pitiusa. El repertorio animal de los fundadores de la tienda Paula’s Armin Heinemann y Stuart Rudnick que incluye loros, salamandras y palomas, se alterna con logos psicodélicos, colores de neón y el crochet como tejido protagonista. Top lizard (650 euros) disponible en tiendas físicas de Loewe y loewe.com.
Acne Studios. Si en invierno ya anticiparon su filia por el New Age con camisolas deshilachadas y campanas arrastradas por el suelo, este verano la marca sueca remata su espiritualidad con tejidos como el crochet pero llevado a su terreno, el de la superposición. Este look que integran falda y crop en tono mandarina bajo un suéter liviano en el mismo tono es un ejemplo.
Bottega Y Veneta. Los límites están para saltárselos. La firma italiana lleva este tejido artesanal normalmente ligado a bolsas fluidas y sandalias planas a la silueta de un bolso distinguido, que poco tiene que envidiar a la piel noble. Diseñado en punto grueso de crochet se remata con un cierre y una cadena en oro.
Tach Clothing. Elaborado a mano y con short a juego, el cárdigan Palmira es un buen ejemplo de cómo llevaba el ganchillo grueso en la era del “flower power”: a todo color y creando un manto de flores.
Oysho. El crochet también puede ser sinónimo de comodidad máxima. Buena prueba de ello es este pantalón de pata ancha de crochet de algodón.
H&M. El ganchillo suele vincularse a colores vivos o tonos tierra, pero no siempre es así. Este vestido de corte victoriano defiende el entramado artesanal con botones en la nuca y un escote cut-out en la espalda. Incluye una combinación de punto para evitar saco a la luz lo que no desees.
Sea. La versión hippie de este material que recuerda a la trama de los ponchos de los años setenta es el estampado estrella para esta temporada. Si preferimos ahondar en la tendencia poco a poco, el vestido Gabriela con solo el chaleco que lo rememora es un buen comienzo.
Pull and Bear. El que podría bautizarse como Birkin Dress (la actriz y cantante inglesa lo llevó en repetidas ocasiones, incluso el día de su boda) es la prenda de crochet imprescindible de este verano. Blanco y mini, este modelo con escote en V y espalda al descubierto (salvo por un minúsculo tirante) revive los veranos del clan Gainsbourg en la Riviera francesa.
Mango. Las flores de crochet son el estampado crucial para entender esta tendencia arraigada en el Summer of Love. Ese aire festivo y tranquilo como de estar siempre en la playa se lleva, incluso, al hombro. Es el caso de este bolso ligero que incluye un cierre de imán para proteger su interior. Disponible en colores lila y arena.
Sandro. Rostros célebres del Swinging London como Twiggy o Jane Asher hicieron del amarillo canario el color inseparable del crochet durante los años sesenta. Este short calado en los laterales tiene un chaleco en el mismo color y tejido para jugar al perfecto set este verano.
Uterqüe. Estas alpargatas tejidas en suave crochet son una prueba de que el tricot no es solo cosa de vestidos y tops de verano. Su puntera en contraste emula el zapato bicolor que frecuenta las aceras con la llegada del buen tiempo. Incluyen un forro en piel de caprino para hacer más confortable la pisada.
Valentino. Para la colección primavera–verano 2021 de la firma italiana, Pierpaolo Piccioli quiso que en cada prenda quedara reflejado el toque humano, en concreto, a través de tejidos artesanales. El encaje, el macramé, los bordados o el crochet fueron algunos de ellos. Este último es el protagonista de su línea de baño, como muestra este bikini hilado a mano en Italia y embellecido con la V dorada de la marca en el costado.
Zara. El espíritu festivo y relajado del crochet se alargó hasta mediados de los años setenta con monos tejidos en este material y microtops. Este bralette recupera el “groovy” de la época con escote en pico y tirantes en contraste.
Mango. Ete gorro en color tierra engarza el crochet como si fuera paja pero con un acabado más endeble para que cuelgue a modo de pamela. Está fabricado con fibras sostenibles y se ajusta fácilmente a la cabeza.

Sobre la firma

Archivado En