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13 firmas en las que conseguir el vestido bordado del verano

Llegan para aligerar los días –y las noches– de un verano que promete ser caluroso allá por donde vayamos. Unidos por los bordados florales mutan en versiones tan variopintas como caftanes o vestidos camiseros. Incluso, son 'deconstruidos' en sets de falda y crop top.

K’ab Handmade. El huipil es el clásico vestido mexicano reconocible por su escote cuadrado, una amplia silueta a modo de túnica y los bordados de flores que lo adornan. La marca española K’ab, cuyo nombre significa en lengua maya “mano”, recoge fielmente su esencia con diseños fabricados por artesanas de Oaxaca. Los encargos se realizan a través de su cuenta de Instagram por mensaje directo.
Etsy. El vestido tradicional de la región de Tehuacán se diferencia por el corte imperio y los bordados monocolor de las flores. El tejido rústico de esta prenda en algodón orgánico está bordado a mano por mujeres de Puebla, el estado famoso por su confección desde tiempos ancestrales. Su faceta artesanal hace que cada prenda sea única y puede presentar variaciones.
Sfera. Aunque el huipil tradicional suele tener una pequeña manga con volante la ausencia de la misma también forma parte de esta vestimenta típica de Centroamérica. El diseño de este vestido midi incorpora una greca decorativa al final de la falda.
Shein. Esta versión 'millennial' de la tradicional prenda de la península de Yucatán promete ser el vestido del verano con un amplio vuelo sobre la rodilla y mangas fruncidas que aligeran la silueta.  
Mango. La fiebre por el huipil llega también a la moda en cadena con una visión más estilizada que la original, como muestra este vestido con detalles plisados y cierre de lágrima en la parte posterior. Pertenece a la colección Committed de Mango, que garantiza su confección con fibras y procesos de producción comprometidos con el medio ambiente.
Pippa Holt. El caftán típico de los amuzgos, el pueblo indígena que habita en los estados mexicanos de Oaxaca y Guerrero, se distingue por una trama suave de rayas y motivos geométricos. Sin costuras en los laterales, consta de tres paneles y un silueta relajada casi adictiva durante los días de playa. La estilista del Vogue británico Pippa Holt decidió transformarlo en 2016 en una prenda de lujo con su marca homónima de caftanes artesanales, que se agotan en pocos días.
Ermanno Di Ermanno Scervino. Los abalorios y las borlas de hilo son un elemento decorativo muy presente en la vestimenta tradicional de este país. Ayudan a entallar la silueta del vestido, bien en la cintura o para acentuar el corte imperio del escote, como en este minivestido de la segunda línea del diseñador florentino.
Manoush. Hay vida más allá del blanco. Los colores vivos como el magenta, el amarillo o el azul eléctrico son un elemento inherente a la cultura mexicana y su vestimenta, como bien abanderó en vida la pintora Frida Kahlo. El modelo México de la firma francesa lo interpreta en color grosella y con cintura entallada por un lazo a la espalda.
Prada. Como cabía esperar, la interpretación de Miuccia Prada (Raf Simons llegaría una temporada más tarde) que hizo de este clásico mexicano en su colección Resort no iba a ser literal. Los bordados y el cuello fruncido mantienen la esencia de la artesanía maya pero añaden cambios significativos, como su silueta de vestido camisero en popelín, las flores geométricas o una estratégica lazada en la cintura.
Antik Batik. México es un país recurrente en las colecciones de la marca fundada en 1992 por Gabriella Cortese. El modelo Julie interpreta el vestido regional con pequeñas mangas de murciélago y un generoso escote en V, junto a un estampado de flores bordadas que mantiene un idilio con la década de los setenta.
Zara. China Poblana es el traje típico de vivos colores de las mujeres de Puebla, que consta de una falda de lentejuelas, una faja roja y una blusa con bordados alusivos a la cultura indígena. Esta última se convierte en maxivestido en la colección estival de Zara con amplios volantes en el extremo inferior.
Red Valentino. Cuesta poco imaginar a Sophia Loren con este diseño de la maison italiana tras su polémica boda junto a Carlo Ponti que tuvo lugar en México en 1957. La técnica del bordado inglés, que aplica un festón en el borde de los dibujos perforados, protagoniza este vestido midi que incluye bolsillos en los laterales.
The IQ Collection. No todo iba a ser vestidos. La firma creada por la aristócrata Inés Domecq que tiene a la reina Letizia y Paz Vega como fieles seguidoras, acoge los bordados artesanales y las mangas con pequeños volantes del huipil en su colección PV 21. En concreto, en el set de crop top y falda Cayetana, confeccionados ambos en algodón suave. Disponible también en color blanco.

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