Falsificó su cara en la portada de Time y consiguió un alto cargo con Trump: el escándalo de Mina Chang
Siguiendo los pasos del presidente y el Photoshop con el semanario, el último escándalo político de EEUU es el de una alta funcionaria del departamento de Estado que tiró de Photoshop y exageró logros en su currículo profesional y aún así logró su cargo.
Los millennials intuyen que lo de plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo no tiene mucho valor como objetivo del que presumir en las listas de éxito y realización personal de la nueva política. Mina Chang, una alta funcionaria del departamento de Estado en la administración Trump, ha entendido que nada puede abrir más puertas que ser portada de un especial de la revista Time. ¿Qué mejor que ser el rostro en un número sobre «personas humanitarias que cambian el mundo en la era digital»? Todo un logro al alcance de muy pocos. Un bien tan escaso que esa primera plana...
Los millennials intuyen que lo de plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo no tiene mucho valor como objetivo del que presumir en las listas de éxito y realización personal de la nueva política. Mina Chang, una alta funcionaria del departamento de Estado en la administración Trump, ha entendido que nada puede abrir más puertas que ser portada de un especial de la revista Time. ¿Qué mejor que ser el rostro en un número sobre «personas humanitarias que cambian el mundo en la era digital»? Todo un logro al alcance de muy pocos. Un bien tan escaso que esa primera plana de la que presumía públicamente en realidad nunca existió. Tampoco otros logros de los que alardeaba en un historial profesional plagada de exageraciones.
Un nuevo escándalo del equipo del presidente de Estados Unidos llega después de que una investigación de la NBC haya destapado que, además de falsificar su cara en la portada del semanario estadounidense, la subsecrataria adjunta en la oficina de Operaciones de Conflicto y Estabilidad del departamento de Estado también habría alterado su currículo académico, se haya inventado una participación en una mesa redonda de la ONU o asegurado haber participado en convenciones demócratas y republicanas mientras, en realidad, estaba en otras ciudades.
Chang, de 35 años y nacida en Dallas, ostenta el cargo desde el pasado mes de abril, después de que sus conexiones con el entorno del presidente surgiesen efecto para llegar al departamento de Estado. Según desvela la investigación, fue Brian Bultano, una figura de alto nivel y amigo personal del secretario de Estado Mike Pompeo, quién había donado previamente 5.500 dólares a la ONG de Chang y el que habría mediado por ella. Su cuenta de Instagram, con 42.000 seguidores, es un quién es quién en el poder estadounidense: selfies con Bill Clinton, el exdirector de la CIA David Petraus, Buzz Aldrin, Karl Rove o la exsecretaria de Estado Madeleine Albright. Al parecer, inicialmente fue considerada para un puesto de mayor rango, para supervisar el trabajo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en Asia. Ella habría sido responsable de un presupuesto de más de mil millones de dólares, pero la administración estadounidense, tras comprobar, los huecos en su currículo decidió ofrecerle un puesto menor en abril de 2019 en el departamento de Estado.
Su puesto actual, con un salario de seis cifras y un presupuesto de seis millones de dólares según la NBC, consiste en centrar esfuerzos para prevenir conflictos en países poco estables políticamente. Su mayor logro laboral antes de llegar a la oficina fue el de liderar una ONG, Linking the World. Fue en una de la entrevistas que ofreció en 2017, a propósito de su trabajo en países con violencia extrema con la organización, donde enseñó fotos personales y la portada (falsa) de la revista Time de la que presumía. A los cinco minutos de la entrevista la presentadora anima a comentar unas fotos de su archivo personal y le dice: «Aquí estás en la revista Time, ¡felicidades! Cuéntame un poco sobre esta portada y cómo llegó a publicarse». Chang en ningún momento niega la portada y presume de que su organización emplea drones como respuesta a desastres: «supongo que les llamé la atención por esto». Una portavoz de Time ha asegurado a la NBC que esa portada nunca se llevó a cabo.
Sobre su estatus de alumni de Harvard como defiende en su CV –en realidad hizo un curso de seis semanas–, un portavoz de la Harvard Business School ha aclarado a la NBC que el centro asegura el estatus de «alumni» a aquellos que atiendan ciertos programas educativos, aunque no hayan logrado ningún título de algún tipo. El curso de Chang que le aportó ese estatus costó 82.000 dólares.
Tras la publicación de la investigación, ni Chang, ni el Departamento de Estado o la Casa Blanca han respondido a las acusaciones o han ofrecido su versión de los hechos. El vídeo de la entrevista con la falsa portada de Time, que aparecía en la web de la ONG de Chang, ha sido retirado de su web y se ha modificado su página de LinkedIn. Con su portada falsificada, la alta funcionaria podría haber estado haciendo un guiño al expediente del propio Trump, que fue denunciado por Time cuando se hizo público que también había recurrido al Photoshop para poner su rostro en una falsa portada de la revista que exhibía en sus clubes de golf.