Mi semana con Madonna
En 40 horas de rodaje vestimos a 80 jugadores de fútbol americano, 9 animadoras, Madonna, MIA y Nicki Minaj para «Give me all your luvin´»
Nunca imaginé que un simple traje de animadora podía ofrecer tantas opciones, hasta que conocí a Madonna. Recibí la llamada del grupo francés Megaforce, creadores del videoclip Give me all your luvin´, para encargarme del estilismo del último trabajo de la ambición rubia. Madonna vio mi book, me contrató y comencé a trabajar junto a Arianne Phillips (estilista de la cantante desde hace décadas). Ambas formamos dos equipos diferente y nos encargamos del vestuario de nada más y nada menos que 80 jugadores de f...
Nunca imaginé que un simple traje de animadora podía ofrecer tantas opciones, hasta que conocí a Madonna. Recibí la llamada del grupo francés Megaforce, creadores del videoclip Give me all your luvin´, para encargarme del estilismo del último trabajo de la ambición rubia. Madonna vio mi book, me contrató y comencé a trabajar junto a Arianne Phillips (estilista de la cantante desde hace décadas). Ambas formamos dos equipos diferente y nos encargamos del vestuario de nada más y nada menos que 80 jugadores de fútbol americano, 9 animadoras y 3 cantantes, que posteriormente supervisamos uno a uno en cada toma. Y creedme, no os podéis imaginar la cantidad de tomas que puede llegar a tener un vídeo.
Al principio da respeto hablar con alguien que está constantemente rodeada de un séquito que te observa y escucha cada palabra que dices. Pero en cuanto empieza la acción se te olvida. Y con acción me refiero a dos días muy intensos de trabajo. Una auténtica locura que comenzó con un equipo formado por dos costureros y acabó con 10 ayudantes. Y es que todos los días me veía obligada a contratar a alguien sobre la marcha para sobrevivir a:
– Seis días intensos de preproducción: búsqueda de ropa, opciones de colores y estilos que Madonna se encargaba se supervisar y aprobar uno a uno. Aunque me dio total libertad en base a una idea, se involucra al máximo y elige con mucha decisión.
– Un día de prueba de vestuario: todas las personas que participan en el vídeo se probaron la prendas traídas de Los Angeles, Ohio, Miami, Paris, Londres y Nueva York.
– Una noche de costura: Los sastres cosieron retoques y arreglos antes del amanecer.
– 2 días de grabación de casi 20 horas de trabajo cada uno. El casting llegaba 3 horas antes para vestirse y maquillarse.
Fue divertidísimo pensar en las opciones de colores y estilos. Todos lo hicimos a medida y customizado, como las letra M de las camisetas de las animadoras. Es una maravilla trabajar para los showrooms en estas circunstancias porque todos quieren vestir a Madonna. Trabajé con diseños únicos de Nike, Adidas, Gucci, Dolce & Gabbana o Alaïa. Ver a Madonna vestida y maquillada para rodar alucina, pero verla con esa pieza blanca de Alaïa en la escena del bar bailando sobre la plataforma es increíble. Me quedé boquiabierta. Es muy sexy y digan lo que digan tiene un cuerpazo. Pero sin duda, mi momento favorito es cuando en medio de una de las tomas se le soltó un zapato y gritó: “get me some gaffer tape” (conseguidme cinta adhesiva) y rápidamente se hizo ella misa un apaño con cinta negra y continuó bailando.
La maquinaria funcionó gracias a que todo el equipo fue muy profesional, y MIA es encantadora. Había tanto por hacer en cada rodaje que cada uno se concentraba al máximo en su trabajo y en complementar el de sus compañeros. Al final la experiencia fue tan estresante que cuando terminé juré no volver a involucrarme en una locura de este tipo. Ahora, al ver el trabajo hecho, he cambiado de opinión y por supuesto que repetiría.
* Ángela Estebán Librero es estilista y vive en Nueva York.