«Me parece bien que Aitana use mi canción»: Whigfield, la cantante de ‘Saturday Night’, quiere que el tema llegue a los jóvenes
La cantante danesa Sannie Carlson, de nombre artístico Whigfield, desvela a S Moda los secretos del mítico ‘Dee dee na na na’ cuando se cumplen tres décadas de su lanzamiento y ofrece su opinión sobre Las Babys, el último éxito de Aitana, que recicla su melodía.
“Feliz, simple y repetitiva”. Estas fueron las tres cualidades elegidas por el productor de la canción, Larry Pignagnoli, para explicar el éxito perenne de Saturday Night. Este himno del eurodance construido sobre el ‘Dee dee na na na’ de su comienzo, un estribillo más pegajoso que el chicle y una icónica coreografía celebra ahora 30 años de reinado discotequero y verbenero, inspirando incluso a las artistas más vigentes del pop internacional. ...
“Feliz, simple y repetitiva”. Estas fueron las tres cualidades elegidas por el productor de la canción, Larry Pignagnoli, para explicar el éxito perenne de Saturday Night. Este himno del eurodance construido sobre el ‘Dee dee na na na’ de su comienzo, un estribillo más pegajoso que el chicle y una icónica coreografía celebra ahora 30 años de reinado discotequero y verbenero, inspirando incluso a las artistas más vigentes del pop internacional. Buena muestra de ello es Las Babys, el recién estrenado nuevo tema de la cantante española Aitana que coge prestada su melodía para situarse como la primera gran candidata a canción del verano. Un “homenaje” que ha escandalizado a buena parte de los fans del dancefloor noventero, pero que es aplaudido por la madre de la canción original, Sannie Carlson, de nombre artístico Whigfield. “He visto el vídeo y me parece muy guay. Es fantástico que alguien coja la idea para hacer otra canción. Si han pedido permiso a los autores que la usen para lo que quieran; la música debe ser libre. La chica es bonita y si así se consigue que el tema pase a los jóvenes, me parece bien”.
Esta danesa de 53 años contesta a la llamada de S Moda desde su casa en las afueras de Milán, aunque el boom de la nostalgia en la industria festivalera la sigue subiendo a los escenarios españoles con una periodicidad digna de tiempos pasados. En su discurso no emite señal alguna de hastío alguna sobre el sencillo lanzado en 1993 que condensa la emoción de una joven mientras se prepara para salir de fiesta un sábado por la noche. Es más, con un español es casi perfecto, fruto de su estancia en Barcelona tras mantener una relación de cuatro años con el célebre dj español Paco Pil, Carlson dice sentirse afortunada por seguir cantando Saturday Night tres décadas después de su concepción. “Me hace muy feliz poder subirme al escenario para dar felicidad a la gente, hacer que se lo pasen bien y que recuerden los momentos buenos de su vida… y más ahora, que todo es más difícil”.
El germen de la célebre canción también está Milán, ciudad a la que se mudó Carlson desde Copenhague a principios de los noventa. Aunque procedía de una familia muy musical y cantaba desde pequeña, sus padres abatieron su anhelo de perseguir su sueño de manera profesional. “Me decían que tenía estudiar algo porque de la música no se podía comer. Estudié diseño de moda y me fui a vivir a Italia, pero como era difícil encontrar empleo busqué otras cosas. De día trabajaba como modelo y por la noche era relaciones públicas en discotecas”, confirma. En uno de estos locales conoció al dj Davide Riva, que colaboraba con el mencionado Larry Pignagnoli como productor musical, e invitaron a la joven a hacer una prueba como vocalista. “Siempre estaban buscando voces nuevas, así que fui a la prueba de Saturday Night y Larry, en 30 segundos, me dijo que ya estaba bien. Le pregunté: Uy, ¿tan mal lo he hecho? Pero contestó que no, que estaba perfecto. Así empezamos a trabajar”, evoca. La composición se terminó en un par de horas.
Había nacido un hit, ahora solo faltaba que el mundo lo descubriera. Durante dos años, Pignagnoli y Riva pasearon el tema por las discográficas sin que nadie se atreviera a apostar por él. Una vez perdida la esperanza, dos jóvenes de Valencia empezaron a pinchar Saturday Night en su tienda de discos y la fiebre se extendió hasta clubs y estaciones de radio, con el locutor Fernandisco y su programa World Dance Music como punta de lanza. También se achaca a un instructor de aerobic de Valencia el nacimiento de la famosa coreografía, aunque Carlson asegura que fueron muchos quienes se pusieron en contacto con ellos adjudicándose el baile. “La gente llamaba porque quería dinero… y al final Los Del Río me lo acabaron robando para Macarena”. La joven, que había continuado con su trabajo rutinario tras grabar el single, era ajena a la magnitud del éxito que estaba brotando en España hasta que en 1994 viajó al país para hacer promoción del tema. “Grabamos primero un programa de Nochevieja en Telecinco y luego fuimos a Valladolid con Los 40. De repente me encontré allí con diez mil personas haciendo el bailecito y le dije a Larry: ¿qué es esto?”. En los meses posteriores, Saturday Night llegaría a lo más alto de las listas en España, Reino Unido, Alemania, Irlanda o Suiza, además de triunfar también en Francia, Italia o Dinamarca. ¿Cómo se tomaron sus familiares el éxito después de desalentar a la joven a perseguir sus sueños? Antes de estallar en una carcajada, la cantante recuerda: “Lo primero que me dijo mi padre fue: ¿me puedes prestar un poco de dinero?”.
Durante tres décadas, el himno dance ha formado parte del acervo cultural y se ha convertido en banda sonora de todo tipo de celebraciones. Es precisamente este carácter festivo y hedonista el detonante de que Aitana la eligiera como inspiración para Las Babys, sumándose así a la corriente de sampleos nostálgicos liderada, entre otros, por David Guetta con su reciente I’m Good (Blue). Según confesó a El País Semanal la cantante catalana, la canción sonó en la fiesta de despedida de su última gira en diciembre de 2022. “Sebastián [Yatra, su actual pareja sentimental] no sabía qué hacer cuando nos pusimos en posición para el baile. Entonces él, cuando todo el mundo empezó a bailar Saturday Night se quedó un poco flipando. Y yo ahí dije: quiero hacer una canción con esto”. Carlson da fe del efecto que sigue teniendo en el público y la compara con una canción de cuna: “Yo en mis conciertos veo a abuelos, padres y niños. Es muy melódica, muy fácil de cantar, que está pasando de generación en generación”.
No todos los momentos fueron buenos para Whigfield. Saturday Night es un hit tan amado como odiado por el público, y así se lo hicieron saber en contadas ocasiones a la cantante, insultándola o incluso arrojándole cerveza al escenario. La artista, que nunca cedió ante los “abusones”, sí se hartó de la canción en 1995, cuando el ajetreo de aviones, vídeos, bolos, actos de promoción y fiestas nocturnas hizo mella en su salud mental. “Cuando eres joven haces muchas tonterías: no duermes, no cuidas la comida, no haces deporte… Todo eso te acaba haciendo daño. Las drogas y el alcohol eran algo muy normal también. Detrás del escenario había de todo y como no tomaras nada te miraban como si fueras una extraña”, ratifica la danesa. Sannie Carlson, que disfruta actualmente de un estilo de vida radicalmente opuesto al que experimentó en los noventa, sí seguirá llevando el hilo musical de la década a los festivales españoles durante todo el verano. ¿Y si Aitana descuelga el teléfono y le ofrece cantar con ella Las Babys? Su respuesta, a pesar de la reacción iracunda de algunos de los fans que se han sentido ultrajados por la relectura del tema en clave Gen Z, es rotunda: “Claro, ¿por qué no?”. La mano está tendida.