La lotería de las 20 cazadoras ilustradas de Top Manta: la marca de los manteros se hace fuerte en el ‘street wear’

La firma se alía con 20 ilustradores y diseñadores gráficos de Barcelona para organizar la ‘Lotería Mantera’, donde se sortearán 20 chaquetas customizadas el día de Reyes. El objetivo es conseguir fondos para autogestionar su regularización y afianzar su imagen en el mercado creativo.

«Nos cansamos de llamar a la puerta de los políticos y al final quien nos la tenía que abrir eran los artistas«. Lamine Bathili, portavoz de la firma Top Manta, pasa del gesto torcido al destacar la criminalización «intencionada» de su colectivo («Está claro que hablar mal de los manteros da votos») al orgullo y sonrisa pícara cuando señala la cazadora vaquera con un Black Manters pintado en llamativas letras rosas. «Decidimos ll...

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«Nos cansamos de llamar a la puerta de los políticos y al final quien nos la tenía que abrir eran los artistas«. Lamine Bathili, portavoz de la firma Top Manta, pasa del gesto torcido al destacar la criminalización «intencionada» de su colectivo («Está claro que hablar mal de los manteros da votos») al orgullo y sonrisa pícara cuando señala la cazadora vaquera con un Black Manters pintado en llamativas letras rosas. «Decidimos llamarnos Black Manters hace dos años, después de que nos visitara Bob Brown, uno de los fundadores de los Panteras Negras para apoyar nuestra lucha. Su visita nos dio fuerza y aquí seguimos», cuenta satisfecho. La chaqueta de la que habla está expuesta junto a otros 19 modelos en el club de creativos emergentes Fiu de Barcelona, un simbólico espacio cultural que define a la perfección el nuevo rumbo aspiracional de la firma Top Manta, la marca de moda de los manteros que bajo el lema «Ropa legal hecha por gente ilegal» lleva dos años de andadura en el mercado.

La cazadora, obra de la realizadora e ilustradora Lyona, es una de los 20 modelos ilustrados que conforman Vidas pintadas, una colección en colaboración con 20 ilustradores y artistas gráficos de Barcelona que, tras un encuentro con miembros del sindicato hace un par de meses, ha desembocado en esta serie única de 20 chaquetas que simbolizan sus vivencias y estigmas en su proceso migratorio. La colección, que se promocionará por las cuentas de Instagram de figuras sobradamente conocidas como Leticia Dolera, actores de la serie Merlí o la cantante Bad Gyal, estará expuesta en el local barcelonés hasta que sea sorteada el próximo 6 de Enero, día de Reyes, en la autodenominada «Lotería Mantera». Una iniciativa en la que para participar basta con registrarse en su web y pagar 10 euros por boleto. Ninguno de los artistas ha cobrado en la colaboración y todos los beneficios van destinados a sufragar los gastos del sindicato.

Chaqueta intervenida por Flavita Banana.Juan Carlos Arenas/ Cortesía de Top Manta

Los pinceles de artistas sobradamente conocidos son el reclamo para la generación millennial, público objetivo de los diseños: Flavita Banana (colaboradora de El País), Ricardo Cavolo, Jor Ros, Titilamel (fundadores de la firma Costalamel), David de la Heras, Vanila (que estrenarán en breve colaboración con Nike), el director de arte Marc Pallarès o Javier de Riba son algunos de los nombres que han participado en el proyecto. Entre todos, suman más de tres millones de seguidores en Instagram, cifra nada desdeñable para entender el tirón que busca la firma dirigiéndose directamente a un mercado joven y seguidor de tendencias.

A la izquierda, chaqueta ilustrada por Reskate. A la derecha, chaqueta con vinilo de corte utilizado como plantilla de Javirroyo.Lluís Tudela/ Cortesía de Top Manta

Las chaquetas vaqueras de la Lotería Mantera se compraron inicialmente en la tienda de segunda mano La Petite Parade, un local especializado en ropa vintage comprada en Alemania, para que las prendas pasaran a ser intervenidas por los artistas. En los modelos se puede leer desde los explícitos Nobody is Illegal (Nadie es Ilegal) de Amaia Arrazola a la ilustración del «cementerio de la vergüenza» del Mediterráneo visto por Javirroyo, pasando por el mar de nombres de migrantes y refugiados de Guim Tió Zarraluki, donde se intercalan nombres de migrantes conocidos (Melania Trump, Michael Jackson o Freddie Mercury, entre otros) con otros de desconocidos que han perdido su vida al cruzar el mar en los últimos años.

Imagen de la campaña de ‘Lotería Mantera’, con las chaquetas intervenidas por 20 artistas de renombre.Lluis Tudela/ Cortesía de Top Manta

El objetivo final es recurrir a la creatividad para, como ellos defienden, «saltar las barreras del sistema». Muchos de los migrantes que salen de los centros de menores al cumplir la mayoría de edad pasan a ser acogidos por la comunidad de la venta ambulante, pero regularizar su situación, objetivo al que aspiran, no es tarea fácil. Para conseguir los papeles se necesitan probar tres años de residencia en un piso con alquiler en regla y un año cotizado laboralmente. La firma Top Manta sirve como herramienta de inclusión social: se genera un fondo común para poder alquilar viviendas y, a través de la firma y el local en el Raval, se generan puestos de trabajos. Bathili es la prueba viviente de este laberinto administrativo de las instituciones: tras 13 años en Barcelona, consiguió los papeles el mes pasado.

Moda y arte para la autogestión e inclusión social

Además de atender a los clientes que se acercan por la tienda de Carrer d’En Roig, situada en el Raval, los integrantes del sindicato mantero desarrollan en el local esos otros oficios que ejercían en su país de origen: hay sastres, artistas de la serigrafía o cocineros, los mismos que organizan las ‘cenas manteras’ para ayudar a miembros de la comunidad que viven en la calle. Bathili asegura que la organización sin ánimo de lucro sirve como dinamizador laboral y cultural para la comunidad senegalesa, mayoritaria en el Sindicato Mantero.

El portavoz llegó a España cuando era menor de edad, atraído por unas expectativas sobre la vida en el continente europeo.“En Senegal nos vendían una imagen de Europa irreal”, asegura, y añade que “nunca soñé con llegar hasta aquí, porque venía de una familia pobre y el viaje hasta la frontera solo se lo pueden permitir los pijos de mi país”. Tras pasar por el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Mas Pins, Bathili conectó con la comunidad senegalesa al alcanzar la mayoría de edad y pasó diez años en la calle, mientras aprendía catalán y castellano. Tras la muerte en 2015 de Mor Sylla, un mantero de Salou, él y otros compañeros se organizaron para crear hace cuatro años el autodenominado sindicato mantero que ha dado origen a Top Manta, la firma de moda que sirve para autogestionarse. Según asegura, gracias al dinero recaudado de las ventas de la firma, más de un centenar de personas ha conseguido regularizar su situación y planean contratar abogados que les ayuden a superar las barreras de la Ley de Extranjería.

Con la mirada y todos los esfuerzos puestos en la moda (ni confirma ni desmiente que próximamente se lancen unas zapatillas deportivas de Top Manta en colaboración con otro artista), desde el sindicato no reniegan de asaltar nuevos entornos creativos para sufragar esa autogestión de su comunidad, siempre dentro de la legalidad: “Hay dos chicos que sueñan con abrir un restaurante de comida africana. Quién sabe lo que podría pasar”, dice esperanzado.

Bathili, portavoz de Top Manta, junto a las chaquetas que se sortearán el 6 de enero. Los modelos estarán expuestos hasta esa fecha en local Fiu de Barcelona.Mar Sifre

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