Los mensajes de odio que están acabando con el espíritu de ‘Operación Triunfo’

El programa ha empezado a tomar medidas para terminar con el linchamiento digital al que se ven sometidos algunos de sus participantes

Luis Cepeda.Gtres

La nueva temporada de Operación Triunfo empezó hace pocas semanas con un nuevo plantel de concursantes y alguna que otra novedad entre su profesorado. Pero si algo no ha cambiado en absoluto respecto al pasado año, cuando el programa volvió a lo grande tras un parón de seis años, son los mensajes de odio que algunos de los participantes reciben día sí y día también por parte de una jauría de haters que ensalzan el linchamiento y la humillación digital; dos conceptos que jamás tendrían que asociarse con un talent de estas características y que hasta a...

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La nueva temporada de Operación Triunfo empezó hace pocas semanas con un nuevo plantel de concursantes y alguna que otra novedad entre su profesorado. Pero si algo no ha cambiado en absoluto respecto al pasado año, cuando el programa volvió a lo grande tras un parón de seis años, son los mensajes de odio que algunos de los participantes reciben día sí y día también por parte de una jauría de haters que ensalzan el linchamiento y la humillación digital; dos conceptos que jamás tendrían que asociarse con un talent de estas características y que hasta ahora estaban más ligados a realities como Gran Hermano. Ese es el motivo por el que la cuenta oficial del espacio de TVE el pasado viernes compartió en Twitter un mensaje que habla por sí solo. “Importante: Ante el aumento de comentarios ofensivos y de incitación de odio contra algunos concursantes, la dirección del programa ha decidido revisarlos y bloquear a sus autores de todas las cuentas oficiales de OT. En los casos más graves se tomarán acciones legales”, decía el comunicado acompañado del hashtag #OTNoEsOdio.

Antes de arrancar esta nueva edición uno de los aspirantes a entrar en la Academia, Luis Mas, tuvo que enfrentarse a numerosísimos comentarios que le tachaban de pijo y facha por simplemente compartir una imagen suya junto al rey emérito Juan Carlos I. Resultado: ha acabado cerrando su cuenta de Twitter. Y, asimismo, a África, una de las actuales concursantes, se le ha llenado el perfil de Instagram de un sinfín de insultos (algunos de ellos racistas) y peticiones de expulsión tras su fallida actuación junto a Damion del Perfect de Ed Sheeran y Beyoncé cuando éste aún no estaba del todo integrado con sus compañeros, así como por los pequeños roces que ha tenido con el ya citado Damion y Famous por la disponibilidad de una sala de ensayo. Una cosa es que la concursante pueda caer mejor o peor, y otra muy distinta que se le machaque sin miramientos. Hasta la novia de uno de sus compañeros, Miki, ha salido en defensa de la madrileña colgando el siguiente mensaje: “He leído muchos comentarios muy, muy despectivos contra África. Me gustaría reflexionar sobre lo que ha pasado. Me gustaría pedir un favor a la gente que se sienta interpelada: poneros en lugar de los padres de África, de los amigos de África. Si le pasase a vuestra hermana, hija, pareja… sería horrible. Si me pasase a mí, me moriría. Intentemos reflexionar”.

Luis Mas no llego a entrar en la Academia, pero tuvo que cerrar su cuenta de Twitter.Cordon Press

Los concursantes más recientes de Operación Triunfo tienen que hacer frente a algo que los Bustamantes y las Rosas López de turno ni se imaginaban cuando saltaron a la palestra en 2001: las faltas de respeto que predominan desde hace años en las redes sociales. El fenómeno fan se ha convertido en un campo de batalla virtual en el que aparentemente todo vale para defender a tu artista favorito. Ante esto resulta de vital importancia que el programa conciencie a los participantes de lo que van a encontrarse allá fuera, ya que es tanto el odio gratuito que algunos y algunas deben soportar que, sin duda, les acarreará múltiples problemas en el futuro teniendo en cuenta que son unos meros adolescentes que no tienen las suficientes herramientas aún para gestionar esta fama meteórica.

Javier Calvo, quien fuera profesor de interpretación la pasada temporada, el pasado agosto ya animó a usar por primera vez el hashtag #OTNoEsOdio después de que muchos usuarios de las redes sociales siguieran metiendo cizaña meses después de que el talent llegara a su fin. Y más recientemente, tanto como esta misma semana pasada, Luis Cepeda también está recibiendo todo tipo de comentarios de dudoso gusto después de que hiciera pública oficialmente su ruptura con Aitana, una de las finalistas y grandes favoritas del público en la edición anterior.

¿Qué harán los responsables de OT para intentar erradicar este linchamiento digital? Por mucho que ya estén bloqueando algunas cuentas, tal como ha hecho saber el propio Tinet Rubira, la productora sabe perfectamente que simplemente con registrarse y abrirse otra nueva estos mensajes seguirán estando más que presentes. De poco sirve que el talent potencie unos valores si el público hace caso omiso a ello. Más que los datos de audiencia, los haters son los que pueden terminar hundiendo este formato. Toca reflexionar sobre los peligros que conllevan la humillación internauta, sin duda. Y más cuando el propio Twitter desde hace días está encuestando a sus usuarios acerca de la puesta en marcha de una seriede medidas para erradicar, o al menos intentar, los mensajes que incitan el odio.

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