Loreak, la marca que quiere convertir la txapela vasca en el nuevo objeto de deseo de la moda
La firma de la margarita abandona su apellido ‘Mendian’ para empezar una nueva andadura apostando por diseños divertidos que apelan a su origen y siguiendo las tendencias globales.
Sudaderas con emojis sonrientes coronados por una txapela, vestidos y bolsos en los que puede leerse ‘Côte Basque’ (‘Costa Vasca’ en francés) y guiños al clima norteño jugando con las siglas de la marca («Llueve Mucho») captan la atención al instante en lo nuevo de la otrora Loreak Mendian. La famosa marca de la flor que nació en 1995 ligada al surf donostiarra, empieza una nueva etapa en la que pierde el apellido –ahora se llama Loreak a secas, como ya solían ...
Sudaderas con emojis sonrientes coronados por una txapela, vestidos y bolsos en los que puede leerse ‘Côte Basque’ (‘Costa Vasca’ en francés) y guiños al clima norteño jugando con las siglas de la marca («Llueve Mucho») captan la atención al instante en lo nuevo de la otrora Loreak Mendian. La famosa marca de la flor que nació en 1995 ligada al surf donostiarra, empieza una nueva etapa en la que pierde el apellido –ahora se llama Loreak a secas, como ya solían denominarla los más cercanos a la enseña– y saca más partido a sus orígenes. Su nuevo comienzo se suma al hype de la moda deportiva que triunfa a nivel internacional y se inspira en los diseñadores que marcan la pauta en el mercado global. Sus ‘bufamantas’ (un híbrido entre estas dos prendas que protagoniza la colección) de proporciones desmesuradas recuerdan mucho a la estética Balenciaga, su tienda online bebe bastante de la frialdad nórdica de Acne Studios y su tipografía evoca la de Loewe. Han sabido identificar qué es lo que está funcionando ahí fuera para adaptarlo a los códigos Loreak y crear una nueva identidad con muchas papeletas para calar también fuera de nuestras fronteras. En una temporada dominada por gorras y boinas de todo pelaje, ¿lograrán elevar la txapela a la categoría de nuevo objeto de deseo de la moda?
«El ADN de Loreak siempre ha estado muy ligado a nuestra tierra. Llevamos el origen y el carácter intrínseco desde el naming (‘loreak’ es ‘flor’ en euskera y el antiguo ‘mendian’ significa ‘en la montaña’) y es algo que va a viajar con nosotros durante mucho tiempo», nos cuenta el equipo creativo. La marca, que muchos recordarán por su logotipo de ‘La Margarita’, ha explorado muchos caminos desde que naciera de la mano de Víctor Serna y Xabi Zirikiain en los 90 y siempre ha sabido actualizar la tradición vasca. Pero probablemente sus últimas piezas, divertidas y muy en consonancia con las tendencias globales, son las que mejor puedan conquitar el mercado internacional. Si las camisetas en las que puede leerse ‘Los Ángeles’, ‘París’ o ‘Nueva York’ triunfan en grandes firmas y enseñas low cost, ¿por qué no puede ser ‘Côte Basque’ el nuevo lugar favorito de los fashionistas de pro? «Tenemos muy buena aceptación en países como Japón y el norte de Europa donde han entendido hacia dónde queremos ir. Y Francia, sin duda, es uno de los lugares donde la marca siempre ha tenido muy buena acogida», cuentan.
Precisamente en el país vecino tienen cuatro tiendas (una ubicada en París), que se suman a las nueve que regentan en nuestra geografía. La última, su flagship store o tienda insignia, recién inaugurada en Donostia. No cabe duda de que siguen apostando fuerte por espacios físicos en plena era del comercio online. «Entrando en las nuevas tiendas de Loreak se entienden mejor la filosofía de la marca: la importancia de la gráfica, del servicio, el espacio, los escaparates… No hay mejor lugar que la casa de uno mismo para explicar a los clientes el valor de la firma en 360 grados», aseguran ellos. En el escaparate digital, aka Instagram, acumulan más de 15.000 seguidores, escriben siempre en inglés para llegar a un target internacional y acumulan likes con sus imágenes de inspiración nórdica. «Las redes requieren de una celeridad máxima pero creemos que se debe buscar el balance adecuado entre la calidad y cantidad del contenido publicado. Por eso estamos creando un material gráfico y audiovisual en el que intervienen muchísimos profesionales, buscando el mejor apoyo a las prendas de la colección», aseguran.
Loreak, que comercializa ropa para chico y chica e incluso diseños que bien puede ser unisex, ofrece desde camisetas básicas protagonizadas por mensajes tipográficos o ilustraciones (su inconfundible seña de identidad), toda clase de prendas (desde vestidos a faldas pasando por abrigos) y un surtido de calzado, bolsos y accesorios (la bufanda plumífera a la cabeza de la selección). A pesar de su cambio de imagen, sigue manteniendo sus precios con los pies en el suelo: sudaderas por 80 euros, abrigos por 200 de media y bolsos por unos 60. La primera colección de esta nueva etapa se llama precisamente ‘Aperture’ y, según adelantan, cada temporada presentarán una nueva edición de su segunda línea, ‘Prints’. En ella las prendas actúan de lienzo para plasmar los intereses Loreak: arte contemporáneo, fotografía, ilustración, humor, viajes o tradiciones locales.
Durante sus 22 años de vida la marca ha unido fuerzas con enseñas tan icónicas como Vans (copando titulares internacionales), han llegado a vender en la famosa Colette (París) gracias a su reinterpretación del tejido ultraresistente Mahón y se convirtieron en la primera firma en transformar comida de autor en estampado gracias a su colaboración con el restaurante Mugaritz. Poco queda de la margarita que empezó a grafitear Xabi Zirikiain por las calles de San Sebastián y alrededores en 1992 gracias a la que «han sido capaces de construir todo lo que somos hoy», según confiesan. El espíritu deportivo más funcional de los comienzos ha ido refinándose hasta mutar en una estética fiel al minimalismo, la geométrica o las tipografías grandes que dominan el streetwear. El paso lógico para reforzar la idea de marca local que es capaz de competir a nivel global en la era de las sneakers y Vetements. Pero sin perder de vista sus tres pilares: paisaje, manufactura y cultura.