La ‘talla grande’ ya no es la excepción
Se impone la realidad. Y las marcas de gran distribución se han dado cuenta de que el negocio pasa por ampliar su tallaje
Quieren que en el 2019 las ventas se hayan duplicado, y para ello están ampliando su público creando varias líneas. En pocos meses, han lanzado una gama de lencería, una sección infantil, otra de ropa deportiva y, ahora, acaban de crear Violeta by Mango, una colección cuyo objetivo “es vestir a un público joven de la talla 40 hasta la 52 con prendas confeccionadas para ser confortables, femeninas y actuales.”, según declara la compañía en su nota de prensa.
Las críticas no se han hecho esperar. Pocas horas después de hacer público el nuevo lanzamiento, se creaba una ...
Quieren que en el 2019 las ventas se hayan duplicado, y para ello están ampliando su público creando varias líneas. En pocos meses, han lanzado una gama de lencería, una sección infantil, otra de ropa deportiva y, ahora, acaban de crear Violeta by Mango, una colección cuyo objetivo “es vestir a un público joven de la talla 40 hasta la 52 con prendas confeccionadas para ser confortables, femeninas y actuales.”, según declara la compañía en su nota de prensa.
Las críticas no se han hecho esperar. Pocas horas después de hacer público el nuevo lanzamiento, se creaba una petición en change.org para pedir la retirada de la campaña, que retrata a la modelo Robin Lawley de espaldas luciendo un ajustado vestido negro. Pero el problema no es la imagen, sino su mensaje: ¿la talla 40 es una talla grande? La marca nunca ha mencionado que esta colección vaya exclusivamente enfocada a este tipo de público, aunque su lema (Me queda bien y me gusta) y, sobre todo, el amplio rango de tallas que ofrece la posicionen rápidamente en la mente del público como una línea de tallas grandes. Quizá, lo que estén buscando sea el efecto contrario: normalizar la situación incluyendo prendas de todos los tamaños en la misma línea. Mango aún no se ha pronunciado al respecto.
Lo cierto es las firmas de gran distribución se están empezando a dar cuenta de que su clientela potencial debería ser más real de lo que lo ha sido estos últimos años. La publicación económica Business Insider señalaba, precisamente, que el éxito de Mango en USA se consolidaría definitivamente gracias a este lanzamiento, puesto que la mayoría de su público objetivo no se ajustaba a los cánones del tallaje "oficial”. Otras marcas masivas hace tiempo que se embarcaron en este negocio: Forever 21 creó su línea en 2009, Asos hizo lo propio cuando abrió la sección Curve un año despúes y H&M acaba de lanzar un espacio online para su gama de tallas grandes en algunos países. "Creemos que, a corto plazo, estas tallas serán más demandadas que las comunes“, contaba recientemente la portavoz de la firma Modcloth al Wall Street Journal.
En ocho meses, este sector ya representa un 8% de la facturación total de la marca. Según la consultora de tendencias WGSN, el negocio de las tallas grandes representa un quinto del total de la moda femenina. Algo falla en la categoría de la normalidad cuando tantos millones de mujeres no se ajustan a sus características.
La lista de Milk Management está compuesta por modelos que trascienden los estereotipos
Milk Management
Las marcas que pueden costearse la fabricación a gran escala y se resisten a ampliar su tallaje reciben la presión de muchas de esas consumidoras potenciales que no encuentran alternativas en sus espacios. Las que rechazan públicamente el modelo, se ven sometidas a la polémica instantánea. Eso fue lo que le ocurrió a Abercrombie & Fitch el pasado verano, cuando su director, Mike Jeffries, soltó su enésima perla: a la pregunta de por qué su tallaje era tan limitado, respondió que su marca iba dirigida a "los chicos cool“. Seis meses después, la empresa acaba de anunciar una nueva política más abierta en la que se ampliarán colores, tallas y modelos. Entre medias, miles de denuncias públicas y una campaña protagonizada por la bloguera Jes M. Baker, que reproducía la publicidad de la enseña americana bajo el título "Attractive and Fat“.
La blogger Jes M. Baker parodió las campañas de Abercrombie&Fitch como protesta ante su política.
The Militant Baker
En el plano mediático, han surgido iniciativas como la asociación inglesa All Walks Beyond the Catwalk, que apuesta por la diversidad en pasarelas y campañas, los premios Body Confidence, que homenajean a las marcas que promueven la no discriminación o agencias de modelos como Milk Management, que se enorgullece de contar con maniquís ajenos a cualquier tipo de canon establecido. A ella pertenece, precisamente, Robin Lawley, la imagen de Violeta by Mango, una modelo que poco a poco está alcanzado las cotas de celebridad de cualquier topmodel: ha protagonizado campañas para Ralph Lauren, la firma de lencería Chantelle y aparece, junto a Tara Lynn y Cristal Renn, en aquella portada de Vogue Italia de junio de 2011 dedicada a las mujeres reales.
La modelo Robin Lawley ha sido imagen de numerosas firmas no especializadas en tallas grandes.
ordon Press
"Lo que todos buscamos en este negocio es que se nos trate como al resto“, declaraba la diseñadora Eden Miller durante la pasada semana de la moda de Nueva York. Su marca, Cabiria, es la primera en mostrar una colección de tallas grandes dentro del calendario oficial. Lo que busca no es que el público alabe la iniciativa, sino "que se escriban buenas o malas críticas, como ocurre con las demás marcas“. De lo que se trata, al fin y al cabo, es de dejar de etiquetar la diversidad con nombres especiales y eufemismos, o de comunicarla como si fuera una excepción. Las cifras demuestran que no lo es y que quizá, eso que calificamos como estándar sea en realidad más minoritario de lo que creemos.
Una de las modelos durante el desfile de Cabiria en la semana de la moda de Nueva York.
Cordon Press