La reacción de las niñas negras a la nueva Sirenita contra el sector más racista de Internet
La actriz afroamericana Halle Bailey protagonizará el remake de acción real del clásico de Disney a pesar de que, una vez más, una parte de los fans se ha mostrado en contra esgrimiendo argumentos como que Hans Christian Andersen era danés.
Hace solo unos días, la cantante y actriz Halle Bailey subió a su cuenta de Instagram un vídeo que derritió el corazón de medio mundo. En el mismo podíamos ver a varias niñas negras reaccionando al tráiler de la nueva versión con actores reales del clásico de 1989 de Disney La sirenita, que se estrenará el todavía lejano 26 de mayo de 2023, y en la que Bailey interpreta a Ariel. Las niñas se quedaban sorprendidas y entusiasmadas de que su amada Sirenita, que en la película original es blanca, pelirro...
Hace solo unos días, la cantante y actriz Halle Bailey subió a su cuenta de Instagram un vídeo que derritió el corazón de medio mundo. En el mismo podíamos ver a varias niñas negras reaccionando al tráiler de la nueva versión con actores reales del clásico de 1989 de Disney La sirenita, que se estrenará el todavía lejano 26 de mayo de 2023, y en la que Bailey interpreta a Ariel. Las niñas se quedaban sorprendidas y entusiasmadas de que su amada Sirenita, que en la película original es blanca, pelirroja y con ojos verdes, estuviera interpretada por Bailey, una actriz afroamericana.
El vídeo, que además está ambientado de forma magistral por los angelicales acordes de la banda sonora de la futura producción, supone un final feliz, de momento, a la turbia polémica que comenzó en el mes de julio de 2019 cuando Disney, a través del director de la cinta, Ron Marshall, anunció que Bailey, de solo 19 años en aquél momento, interpretaría a Ariel. “Tras una larga búsqueda”, afirmó el director en un comunicado de prensa, “ha quedado muy claro que Halle Bailey posee esa rara combinación de espíritu, corazón, juventud, inocencia y sustancia, además de una prodigiosa voz para cantar, todas las cualidades intrínsecas necesarias para interpretar este icónico papel”.
Bailey celebró el haber sido elegida con un tuit con una imagen del personaje con el pelo negro, piel morena y ojos marrones, acompañada de un breve comentario: “Sueño hecho realidad…” Cientos de usuarios no pensaban lo mismo, pero luego hablaremos de eso.
Este papel es, sin duda, el más importante hasta la fecha para una artista que comenzó a destacar con solo once años en algunos vídeos que subía cantando versiones de artistas de R&B junto a su hermana Chloe, con la que forma el dúo Chloe x Halle. Aquellos vídeos tuvieron un enorme impacto en internet y dos consecuencias muy importantes para ambas hermanas. La primera que Disney Channel las seleccionó para aparecer en varias de sus series cantando y actuando. La segunda fue todavía más trascendental y llegó en 2013 tras colgar una versión de la canción de Beyoncé Pretty Hurts.
Hoy en día todavía impresiona la perfección de su interpretación considerando además que Halle y Chloe tenían entonces solo 13 y 15 años respectivamente. El vídeo derrocha tanto talento y fue un éxito tan grande en YouTube (acumula más de 21 millones de visualizaciones), que llegó hasta la propia Beyoncé, que también se quedó pasmada con aquellas dos niñas de Mableton (Georgia). Tanto, que se puso en contacto con ellas y acabó fichándolas para su compañía, firmando un contrato por un millón de dólares. El dúo también acompañó como teloneras a la artista de Houston durante la parte europea de su gira The Formation World Tour de 2016.
No parece muy osado afirmar que su participación en La sirenita convertirá a Halle Bailey en una gran estrella, más todavía considerando que la película es el gran proyecto para 2023 de Walt Disney Pictures, con permiso de lo nuevo de Pixar, Elemental. Ya ha trascendido que en el nuevo film la actriz estará acompañada de Jonah Hauer-King como el Príncipe Eric, Melissa McCarthy como la temible Úrsula y Javier Bardem como el padre de Ariel, el Rey Tritón.
Pero, como decíamos antes, antes de ver un solo segundo de la película, probablemente unos minutos después de la elección de Bailey como protagonista, la red se llenó de comentarios negativos sobre la elección de una actriz negra para interpretar a la Sirenita.
El propio tuit de la artista celebrando su elección rebosa todavía de respuestas con las hashtags #NotMyAriel o #NotMyLittleMermaid, que fueron acuñados para concentrar el odio hacia la actriz y presionar a Disney para que reconsiderara su posición y seleccionara a una actriz blanca.
El principal argumento de los críticos más allá de la rabieta infantil que destila el hashtag, es que Hans Christian Andersen era danés y que, por tanto, la sirenita tenía que ser blanca. Por otro lado, en la historia el color de piel de su protagonista es completamente irrelevante.
Tanto actores que participaron en la primera película como otros muchos intérpretes y personalidades de Hollywood se enfrentaron a las críticas dando su apoyo incondicional a Bailey. Aunque quizá el respaldo más inspirado llegó por parte de la cadena de televisión por cable de Disney, Freeform, en una publicación de Instagram que titularon Una carta abierta a esas pobres y desafortunadas almas. La respuesta resulta llamativa por lo poco común que resulta que las grandes compañías contesten a sus fans críticos con tanta vehemencia.
“Sí. El autor original de La Sirenita era danés”, comenzaba el texto. “Y Ariel… es una sirena. Vive en un reino submarino en aguas internacionales y puede nadar sin problemas hacia donde quiera (aunque eso a menudo moleste al Rey Tritón). Pero por el bien del argumento, digamos que Ariel también es danesa. Las sirenas danesas pueden ser negras porque los daneses pueden ser negros. Ariel puede subir sigilosamente a la superficie en cualquier momento con sus amigos Scuttle y Sebastián el cangrejo (ejem) jamaicano (¡lo siento, Flounder!) y hacerse con un buen bronceado. Los daneses negros, y las sirenas, también pueden genéticamente (!!!) ser pelirrojos. Pero *alerta de spoiler*, el personaje de Ariel es una obra de ficción. Así que, si después de todo lo dicho y hecho, aún sigues en contra de la idea de que se haya elegido a la increíble, sensacional, talentosa y hermosa Halle Bailey porque ‘no se parece al dibujo original’, mira, tengo algunas noticias para ti… Sobre ti”.
Está claro que no era precisamente una tarea fácil encontrar a la actriz de carne y hueso para interpretar a la Sirenita porque se trata de un personaje que millones de personas de todo el mundo guardan en el corazón. Forma parte de su infancia porque vieron el VHS o el DVD una y otra vez durante años (una muestra de esa fascinación es que en eBay hay actualmente a la venta un VHS de 1989 por 200 euros). Pero aun teniendo eso en cuenta, ya resulta agotador que cada vez que se hace una propuesta en la línea de romper las barreras de género o raza por parte de una gran superproducción o franquicia, surja un incombustible grupo de fans reaccionarios, ya sea de Disney, Star Wars o Marvel, que siempre se oponga, especialmente si afecta a personajes femeninos. Recuerda a una versión aburrida y poco ventilada de Statler y Waldorf, aquellos dos ancianos que desde un palco anticuado y decimonónico criticaban los episodios de los Teleñecos, aunque por desgracia sin su ingenioso sentido del humor.
Sin necesidad de retroceder muchos meses atrás, encontramos varios ejemplos de este tipo de críticas racistas, machistas u homófobas. Recientemente se ha criticado mucho a la serie Los anillos de poder (precuela de El Señor de los Anillos) por meter a elfos o hobbits negros cuando Tolkien nunca habló sobre el color de la piel de estas criaturas.
También a la serie basada en Sandman por elegir a Kirby Howell-Baptiste, una actriz negra para interpretar a Muerte, un personaje que es blanco en el cómic original, o al actor no binario Mason Alexander Park como Deseo. En este caso, el propio autor de la obra, Neil Gaiman, salió en defensa de la adaptación diciendo, literalmente, que las críticas “le importaban una mierda”.
Las decididas respuestas de Gaiman o de Freeform quizá dan una pista de cómo se deberían encajar en el futuro este tipo de críticas reaccionarias e ilógicas. Quizá simplemente sería cuestión de dejar de prestar atención a estos malos imitadores de Statler y Waldorf y comenzar a mirar y visibilizar la parte buena de estos cambios. La alegría de las niñas al ver el tráiler de La Sirenita quizá es todo lo que nos tendría que interesar.