La ‘pin up’ que quiere enganchar a los hombres a hacer ganchillo
Molla Mills es un fénomeno del ‘handmade’. Sus libros y clases para aprender a hacer ganchillo son un éxito en todo el mundo. Ahora se propone enganchar también a los hombres. En Finlandia ya lo ha conseguido.
Dicen de esta finlandesa con aspecto de pin up que es la pionera del crochet moderno. Sus diseños elegantes, sencillos y geométricos, casi siempre en blanco y negro, han revolucionado el mundo craft con una técnica tan sencilla y tradicional como el crochet. Lo que en nuestro país conocemos como ganchillo consiste simplemente en entrelazar bucles de hilo con una aguja que se llama gancho. Una técnica, que gracias a personas como Molla Mills, ha pasado del olvido a estar de plena actualidad en el siglo XXI, donde fre...
Dicen de esta finlandesa con aspecto de pin up que es la pionera del crochet moderno. Sus diseños elegantes, sencillos y geométricos, casi siempre en blanco y negro, han revolucionado el mundo craft con una técnica tan sencilla y tradicional como el crochet. Lo que en nuestro país conocemos como ganchillo consiste simplemente en entrelazar bucles de hilo con una aguja que se llama gancho. Una técnica, que gracias a personas como Molla Mills, ha pasado del olvido a estar de plena actualidad en el siglo XXI, donde frente al imparable avance de la tecnología, se hace cada vez más fuerte el movimiento handmade que reivindica la creación manual, pero donde Internet y las redes sociales también juegan un papel fundamental. De hecho, no solo los diseños de Molla son la clave de su éxito, también lo es su imagen, sus fotografías, y la forma de vender sus productos y servicios.
Para Molla el crochet o ganchillo no es simplemente un negocio, es toda una forma de vida que sigue una filosofía tan sencilla como esta: “Si necesito algo, ¿puedo hacerlo en vez de comprarlo?”. Según afirma la tejedora finlandesa, si uno hace más cosas con sus manos puede ayudar a reducir el consumo exacerbado, lo cual acaba repercutiendo de manera favorable en el medio ambiente.
Molla Mills tuvo claro desde muy temprana edad que la artesanía iba a ser su forma de vida. Descubrió su pasión por el crochet desde muy joven, gracias a su madre, fan del universo handmade y de la filosofía DIY. Ella fue quien le enseñó a utilizar la máquina de coser, y con 13 años Molla ya hacía su propia ropa. Aunque en un principio valoró la posibilidad de convertirse en costurera, como su abuela, estudió también diseño de producto. Pero fue finalmente un máster de arte que realizó en la Universidad de Aalto el germen que dio origen a lo que es hoy su forma de vida. Allí se dio cuenta de que, más que vender sus creaciones de crochet, lo que le gustaba era enseñar a otras personas a hacerlas. Con esta idea editó su primer libro, Virkkuri (Crochet), que fue además su proyecto final de máster. El fenómeno no había hecho más que empezar.
Además de la publicación de libros Molla imparte clases de crochet por todo el mundo, solo hay que echar un vistazo al apartado “calendar” de su página web para saber en qué ciudad impartirá el próximo workshop. Vaya donde vaya, el resultado siempre es el mismo: cursos llenos y fans emocionadas por conocer a la que es ya todo un ídolo dentro del universo handmade. Precisamente hace solo unos días pasó por Barcelona para firmar ejemplares de otra de sus publicaciones Crochet Moderno en Festivalet, uno de los festivales de artesanía y diseño más respetado de nuestro país. En este libro, publicado por la editorial Gustavo Gili, Molla explica de manera sencilla cómo elaborar diferentes creaciones realizadas con crochet, muy lejanas a aquellas labores que hacían nuestras abuelas, transformadas aquí en diseños atractivos y actuales. En el libro explica las bases del ganchillo y los puntos fundamentales e incluye 32 proyectos, explicados paso a paso y con abundantes fotografías, donde encontramos desde accesorios para la casa, como cojines, alfombras o cestas, hasta fundas de móviles, bolsos o joyas. Adjunta además los patrones de cada uno de los diseños, diferenciados por nivel de dificultad, tamaño final, gancho e hilo necesario. Y como guinda final, por si los modernos adictos al crochet pasan demasiadas horas entre cadenetas y trapillos, incluye unos ejercicios físicos para desentumecer los músculos.
Son ya muchos las que se han convertido en adictas al crochet gracias a esta finlandesa y sus divertidos libros y talleres. Un hobby fácil y barato, que puede realizarse en cualquier sitio, y que al igual que otros muchos trabajos manuales proporciona múltiples satisfacciones. De hecho, según indican los psicólogos, trabajar con las manos tiene múltiples beneficios: despierta nuestro lado creativo, aumenta nuestra autoestima, agudiza nuestros sentidos, nos brinda satisfacción, contribuye al autoconocimiento, aporta beneficios a nivel motriz, y hasta nos hace más desinhibidos y comunicativos. Y atención, porque el crochet no es solo cosa de mujeres, en España Gustavo Gili publicará esta primavera otro interesante libro de Molla dirigido al público masculino, una propuesta aparentemente arriesgada que está teniendo un gran éxito en Finlandia. Molla Mills nos lo cuenta.
El próximo libro que Gustavo Gili publicará en España está dirigido al público masculino, ¿qué tipo de proyectos has desarrollado en este libro?
En el libro hay muchos proyectos para hombres, tales como guantes, bufandas, un suéter, una bolsa para la alfombrilla de yoga, una correa para perro… pero también incluye instrucciones de yoga hechas por mi hermano y un tutorial para hacer un gancho de crochet de madera que ha hecho mi padre, que es carpintero. Cuando se me ocurrió la idea de hacer el libro dirigido a los hombres, la gente se preguntaba si realmente habría hombres que quisieran hacer crochet. Cuando salió el libro en Finlandia, el primero que vendí fue para un hombre de la edad de mi padre que quería aprender a hacer zapatillas de ganchillo. Fue un momento increíble, sentí que había más hombres con alma craft de lo que la gente realmente cree.
Pero el crochet siempre ha sido considerado un trabajo femenino, ¿crees que los hombres se atreverán a mostrar sus agujas en público?
¡Sí! Estoy segura de que los hombres se atreverán con el ganchillo y no se sentirán avergonzados de tejer en público. Hay un grupo de hombres jóvenes en Finlandia que están haciendo sombreros de ganchillo y se los ponen sin sentir vergüenza alguna. Este grupo fue muy inspirador para mí cuando comencé a hacer el libro dirigido a los hombres. También atendí las peticiones de mis seguidoras, que querían hacer cosas para sus novios y maridos, vi que había una necesidad de patrones de ganchillo dirigidos al público masculino.
¿Todo el mundo puede aprender crochet? ¿Alguna vez has conocido a alguien al que se le haya resistido?
Es muy común en Finlandia que todo el mundo haga crochet, lo aprendemos en la escuela. Pero en mis talleres siempre encuentro personas que nunca han tocado un gancho de crochet antes. Después de dos horas ya saben los fundamentos del ganchillo, y siempre espero que una vez finalizado el taller continúen tejiendo por sí mismos, enganchando además a otros amigos o familiares. Así es como difundimos el mundo artesanal y consumimos menos, gracias a los productos hechos a mano.
Comentaste en una entrevista reciente que todavía estás aprendiendo nuevas técnicas de ganchillo, ¿cómo lo haces?
¡Siempre hay algo nuevo para aprender! De todas las técnicas posibles del ganchillo apenas manejo unas cuantas, hay muchísimo por aprender. Me gustaría empezar con el crochet tunecino, no he tenido tiempo todavía para hacer ningún trabajo con esta técnica.
Con tus talleres has viajado a diferentes ciudades del mundo, ¿hay muchas diferencias, en términos de diseño o técnicas de ganchillo, en los países que has visitado?
No mucho. No son las técnicas de diseño las que me llaman la atención, sino más bien las personas que participan en mis talleres. Me encanta escuchar que alguien vino al taller para aprender crochet o para recordar cómo hacerlo, o simplemente vino porque la palabra crochet le parecía interesante. ¡El entusiasmo de mis alumnos me da muchísima energía! Los talleres son normalmente de unas pocas horas, hemos hecho muchos trabajos diferentes con muchas personas, y lo mejor es siempre ver a la gente feliz cuando se marchan con sus creaciones hechas a mano. Esa es la razón por la que hago este trabajo. No sólo para hacer algo nuevo y diferente dentro del mundo del ganchillo, sino para inspirar y enseñar a la gente, y sobre todo mostrarles lo importante que es seguir tu pasión en la vida. Todo lo handmade ha sido siempre mi afición y ahora es mi trabajo, ¡no podría tener un trabajo más maravilloso!
¿Hay algo que te gustaría hacer con el crochet pero no lo has conseguido?
A veces tropiezo con algo que quiero hacer, elijo el hilo y me pongo a trabajar, pero me toca deshacerlo, empezar de nuevo, y así hasta diez veces o más, hasta que debo darme por vencida. Normalmente me pasa con la ropa, me gustaría hacer una falda ajustada de ganchillo, pero nunca consigo que sea lo suficientemente elástica, así que al final lo que hago es ir a una tienda de ropa, comprarla, y hacer un bonito bolso de ganchillo para combinarlo con la falda.
Actualmente, ¿te dedicas por entero a tu marca, Molla Mills?
Sí, trabajo a tiempo completo como empresaria. Hace dos años dejé mi trabajo en una pequeña tienda de decoración en Helsinki, me gradué en la Aalto University con mi primer libro como proyecto final de carrera y después de eso he estado haciendo libros a tiempo completo. En 2013 se publicó mi primer libro, un año después publiqué el segundo, el año pasado mi libro para hombres vio la luz (sladrá en Espñaa en primavera) y el próximo año Virkkuri Kids saldrá a la venta. He utilizado el nombre artístico de Molla Mills durante 10 años y he ido construyendo poco a poco la marca. Al principio hice productos de crochet a mano para venderlos, pero enseguida me di cuenta de que llevaba demasiado tiempo diseñarlo, hacerlo y después venderlo. Me llevó unos años más desarrollar la marca y sólo durante mis estudios en la universidad me di cuenta de que en realidad no quería hacer productos, sino enseñarle a la gente a hacerlos por sí mismos. Fue entonces cuando empecé a trabajar en el concepto para mi primer libro. Me llevó cerca de 3 años, pero una vez que el libro se publicó, supe que era exactamente lo que quería hacer. Me encanta hacer este trabajo y espero que mis lectores puedan ver también todo el esfuerzo y cariño que hay detrás.
¿Cómo de importante dirías que es, en un negocio handmade, la promoción, el marketing, una buena imagen…?
¡Muy importante! Tener una identidad de marca visible y reconocible es el primer paso para destacar frente a otras marcas, es muy importante para que la gente te conozca y empiece a interesarse por lo que haces. Siempre pienso que si amas lo que haces eso se nota, la gente lo ve y lo siente, y quiere apoyarte. En el campo de la creación de libros ganar un salario mensual no es fácil, pero lo que hace que todo valga la pena es el feedback positivo de los lectores. Hay muchas cosas en la vida que el dinero no puede comprar y hacer un trabajo como este es una de ellas.
Tienes un montón de fans en las redes sociales, ¿las gestionas tú misma? ¿Hay alguien que te ayude con las diferentes tareas de tu negocio?
Soy una verdadera mujer DIY, hago todo lo que puedo por mí misma. Lleva bastante tiempo, pero una de las mejores cosas en mi trabajo es leer los correos electrónicos de los lectores de Virkkuri, y recibir sus comentarios. No me gustaría saber esto por mi asistente, prefiero gestionarlo por mí misma.
¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te gustaría conseguir con Molla Mills?
Mi sueño es cambiar la mentalidad de la gente, me gustaría que en vez de comprar cosas nuevas las hagan por sí mismos. El consumo moderno me asusta. La gente olvida demasiado fácilmente cómo arreglar las cosas rotas, cómo reciclarlas o cómo hacer algo nuevo partiendo de un producto viejo. Deseo inspirar a la gente a seguir la mentalidad DIY en su vida cotidiana, porque además con ello haremos un favor al medio ambiente. Pero también tengo otros sueños más personales, me encantaría tener una familia, una casa en el bosque, dos perros… Y un stock interminable de hilo de algodón reciclado de buena calidad.