El efecto ‘La La Land’ o por qué los musicales han vuelto (ahora sí) para quedarse
Hasta seis proyectos de género llegarán en los próximos meses a la gran pantalla. Entre las estrellas que se animarán a dar el cante: Brie Larson, Lady Gaga y Rihanna.
“The musical is back”, clamaba emocionado Hugh Jackman después de protagonizar un número de homenaje al género en la gala de los Oscar de 2009. Por aquel entonces parecía haber motivos suficientes para que la declaración de intenciones del Lobezno cinematográfico se hiciese realidad. Mamma Mia y High School Musical triunfaron entre el público, la adaptación de Los Miserables comenzaba su producción y Slumdog Millionaire, con aquellas coreografías bollywoodienses recre...
“The musical is back”, clamaba emocionado Hugh Jackman después de protagonizar un número de homenaje al género en la gala de los Oscar de 2009. Por aquel entonces parecía haber motivos suficientes para que la declaración de intenciones del Lobezno cinematográfico se hiciese realidad. Mamma Mia y High School Musical triunfaron entre el público, la adaptación de Los Miserables comenzaba su producción y Slumdog Millionaire, con aquellas coreografías bollywoodienses recreadas en gimnasios de todo el mundo, era la gran triunfadora de la ceremonia con ocho estatuillas. Pero la predicción de Jackman se ha hecho de rogar. Después de la enésima travesía por el desierto del género, no ha sido hasta el mayestático éxito de La La Land. La ciudad de las estrellas cuando el musical parece haber vuelto para quedarse. Las 14 nominaciones a los Oscar (récord en los premios) de la película de Emma Stone y Ryan Gosling nos invitaban a celebrar la resurrección, pero es la tendencia detectada en la Berlinale la que la confirma. La ganadora del Oscar Brie Larson, Rooney Mara, Adam Driver y hasta la estrella de pop Rihanna, protagonizarán los nuevos filmes que intentarán replicar el éxito. Hora de buscar los zapatos de claqué.
Solo unos meses después de los Oscar presentados por Hugh Jackman, un estudiante de Harvard de 25 años llegó a Los Ángeles. Desfiló por los despachos de los estudios de Hollywood con el guión de un pequeño musical entre las manos, por aquel entonces de bajísimo presupuesto, que era rechazado continuamente. A nadie parecía interesarle la romántica historia que contaban esas páginas. “Muchos nos dijeron que estábamos intentando hacer una pieza de museo carísima. Nos urgían a cambiar cada una de las cosas que le deban un carácter especial y distintivo a la película”, declararon años más tarde los productores de la misma. Nada de números musicales en un atasco, ni de finales agridulces, ni de un pianista de jazz como protagonista; mejor poner un rockero. El estudiante de 25 años decidió guardar el guión en un cajón antes que cambiar el alma de la historia. Siete años y otra sorprendente película después (Whiplash), ese joven llamado Damien Chazelle, está a punto de convertirse en el director más bisoño de la historia en ganar un Oscar. La productora que se atrevió finalmente a financiar el proyecto, Lionsgate, ha cosechado su mayor taquillazo desde Los Juegos del Hambre y el guión que cogió polvo durante tanto tiempo ya es la película del año: La La Land.
¿Ha sido la paciencia o el don de la oportunidad la culpable de la repercusión del filme? ¿Recibe mejor el público un musical ahora que siete años atrás? Fabular sobre las causas del éxito de La La Land parece un ejercicio tan atractivo como inane, teniendo en cuenta el abundante historial de éxitos inesperados en la industria audiovisual. La fórmula del éxito, como la de la Coca Cola, tiene más de leyenda que de secreto. Pero las consecuencias de su estreno, del efecto La La Land, sí son palpables. Hollywood busca musicales que repitan la prosperidad económica de la mencionada película y ya ha encontrado candidatos. Dejando a un lado el inminente estreno del musical en imagen real de La Bella y la Bestia (cuya producción es anterior al fenómeno), un buen número de nuevos proyectos han encontrado financiación en los últimos meses dentro del mercado de compra-venta de películas enmarcado en el festival de Berlín.
“Creo que La La Land ha mostrado la gran audiencia existente para este tipo de películas. Vivimos una época estresante en el mundo y los musicales te transportan como ninguna otro género”, explicó la productora Monique Caulfield a The Hollywood Reporter. Ella es la responsable del primer musical vendido en Berlín que se estrenará en las pantallas: Basmati Blues. La ganadora del Oscar Brie Larson (La habitación) interpreta a una científica que viaja a la India para vender un arroz genéticamente modificado que ha creado. Allí se encontrará con la oposición de los granjeros, una pequeña historia de amor y mucho cante y baile, claro. Otros dos nombres de relumbrón, Bradley Cooper y Lady Gaga, están detrás del remake de Ha nacido una estrella. El actor de Resacón en Las Vegas debutará detrás de la pantalla confiando en Gaga para dar vida a la inocente aspirante a actriz que ya interpretara Judy Garland.
Adam Driver, Rooney Mara y Rihanna conforman el excéntrico trío protagonista de Annette, otra de las películas más comentadas en el mercado de la Berlinale. La trágica historia de un monologuista que intenta sobrellevar la muerte de su mujer, cantante de ópera, promete ser el menos convencional de todos los musicales si escudriñamos el inclasificable historial de su director, Leos Carax (Holy Motors). Mara repetirá protagonizando también el filme Vox Lux. La actriz se pondrá en la piel de una estrella del pop que experimenta junto a su agente (Jude Law) las revoluciones culturales surgidas en este siglo. El aspecto más atractivo del proyecto reside en que la banda sonora original del mismo estará compuesta por la misteriosa cantante de éxitos como Cheap Thrills o Chandelier, Sia. Y de nuevo Rooney Mara entonará notas en Song to Song, lo nuevo del polémico Terrence Malick (El árbol de la vida). Ryan Gosling, Michael Fassbender y Natalie Portman completan un reparto de altísimo nivel para un guion situado en la escena musical de Austin (Texas).
La escena nacional tampoco se librará del renacer del género. Los jóvenes Javier Ambrossi y Javier Calvo dirigen la adaptación cinematográfica de su exitosa obra teatral, La Llamada. Macarena García y Anna Castillo, sendas ganadoras del Goya a la mejor actriz revelación, interpretarán a las amigas internas en un campamento de monjas que reciben la llamada, tanto divina como terrenal. Este febrero también ha comenzado a rodar su nuevo trabajo el director Carlos Vermut (Magical Girl), titulado Quién te cantará. En él, una célebre cantante retirada pierde la memoria justo cuando preparaba su vuelta a los escenarios. Nawja Nimri da vida a la protagonista con Eva Llorach, Carme Elías y Natalia de Molina en el reparto. El prestigioso compositor Alberto Iglesias, habitual de Almodóvar, se encarga de la banda sonora.
El desembarco sonoro podría culminarse en las playas de Broadway. Universal Pictures ha anunciado la adaptación del clásico teatral Wicked para 2019. Dirigido por Stephen Daldry (Billy Elliot), este tótem de la cartelera neoyorquina supone una reinterpretación de la historia de El mago de Oz contada desde la perspectiva de dos brujas. Y no sería de extrañar que el mayor fenómeno en Broadway de los últimos años, Hamilton, le acompañara en las salas. Su creador, Lin-Manuel Miranda (que también aparecerá en la continuación de Mary Poppins, otro musical) ha confirmado que están trabajando en la traslación de la historia de uno de los padres fundadores de la nación a ritmo de rap, r&b, pop y jazz. Jackman, aunque tarde, tenía razón. El musical ha vuelto.