La historia detrás del polémico cartel de las Reinas Magas de A Coruña

Una malinterpretación de la felicitación navideña del Ayuntamiento rescata en redes la biografía de una de las mujeres más homenajeadas del feminismo.

Así es el cartel de felicitación navideña del ayuntamiento de A Coruña.

«Tres reinas magas, una de ellas con hiyab, haciendo un corte de mangas». El apunte de un usuario de Twitter supuestamente indignado con la felicitación navideña del ayuntamiento de A Coruña ha levantado durante estos  últimos días una cadena de comentarios para aclarar que no existe ningún «corte de mangas» como el internauta indicaba (y viralizó). Se trata de un homenaje a Rosie la Remachadora, uno de los iconos más emblemáticos del movimiento feminista. Lo aclaró, tal y como ha recogido ...

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«Tres reinas magas, una de ellas con hiyab, haciendo un corte de mangas». El apunte de un usuario de Twitter supuestamente indignado con la felicitación navideña del ayuntamiento de A Coruña ha levantado durante estos  últimos días una cadena de comentarios para aclarar que no existe ningún «corte de mangas» como el internauta indicaba (y viralizó). Se trata de un homenaje a Rosie la Remachadora, uno de los iconos más emblemáticos del movimiento feminista. Lo aclaró, tal y como ha recogido La Voz de Galicia, la concejala de igualdad del Consistorio, Rocío Fraga cuando presentó la felicitación de este año y aclaró que el cartel no era para «provocar» sino para homenajear al icono feminista que se gestó en la Segunda Guerra Mundial. Una ilustración de 1942 que sigue influenciando e inspirando a millones de mujeres.

Tal y como recordó Carmen López en este reportaje en S Moda, pese a tener un nombre propio, Rosie no representa a una sola mujer, sino a miles. A principios de los años 40, coincidiendo con la II Guerra Mundial, muchos hombres estadounidenses abandonaron sus puestos de trabajo para partir al frente. El Gobierno comenzó entonces una potente campaña para convencer a las mujeres de que ocupasen su lugar en las fábricas. La propaganda fue bastante efectiva: de 1941 a 1945 el porcentaje de mujeres trabajadoras en EEUU subió del 27 al 37%. El 50% de esas mujeres desarrollaron trabajos relacionados con la industria de defensa. Hasta la revista Life les dedicó una portada, en agosto de 1943, con un extenso reportaje fotográfico (se puede ver aquí) de la ‘Rosies’ que levantaron la industria estadounidense.

Dos mujeres (y una canción) son las precursoras de este legado iconográfico que en realidad fue orquestado por el Gobierno de Estados Unidos y agencias publicitarias como J. Walter Thompson. Primero llegó un himno claramente propagandístico: en 1943 se creó la canción Rosie the Riveter, con letra de Redd Evans y John Jacob Loeb e interpretada por artistas como Kay Kyser (el tema incluía versos como Rosie está haciendo historia, trabajando por la victoria, Rosie la Remachadora).

No existió una ‘Rosie’ única, existieron miles. Fue la masiva entrada al mercado laboral que propició la II Guerra Mundial y la marcha masiva de hombres al frente en EE UU. En la foto, una remachadora en 1944.Cordon Press (Everett /Cordon Press)

Uno de los rostros más reconocidos de la propaganda de EE UU fue Rosie Will Monroe. Una joven de Kentucky que trabajó en una de las fábricas de Michigan y que se encargó de poner su rostro a los vídeos promocionales  interpretando a Rosie the Riveter y reclamando el esfuerzo laboral femenino para ganar la guerra. Después llegarían las representaciones gráficas. En 1943, The Saturday Evening Post publicó en una de sus portadas un dibujo de Norman Rockwell protagonizado por una remachadora algo menos ‘glamourosa’ que la Rosie que todo el mundo reconoce.

Meses más tarde se popularizaría un póster con fecha anterior: la ilustración que The Westinghouse Power Company encargó a J. Howard Miller para subir la moral de sus trabajadores. Ésta acabaría pasando a la posteridad y a ser una de las más reproducidas del movimiento feminista: la trabajadora con el pañuelo en la cabeza y el brazo con el puño cerrado con la frase “¡Podemos hacerlo!”. La imagen estaba inspirada en una fotografía de Geraldine Doyle, una trabajadora de una acería de Chicago que por aquel entonces tenía 17 años y que desconoció totalmente la existencia del cartel hasta 1982, cuando lo vio en una revista y se reconoció.

La imagen volvió a cobrar fuerza en los 70 y los 80 con fines feministas y el resto es historia del consumo: del póster pasó a camisetas, chapas, mecheros, llaveros y casi cualquier objeto personalizable. Y de ahí, una vez más, homenajeada en el cartel de las tres Reinas Magas de la felicitación navideña de A Coruña. De hecho, el propio cartel del Ayuntamiento es una modificación de una ilustración que apela al feminismo interseccional y diverso, muy popular en internet en los últimos años.

A la izquierda, ilustración original; a la derecha, la ilustración homenaje que ha modificado el ayuntamiento de A Coruña.Tumblr

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