La historia de Linda Benson, la primera surfera que logró una portada
Fue la primera en obtener el reconocimiento de la prensa por su estilo en el agua y su carisma fuera de ella. Hablamos con la mujer que sirve de referente a cientos de surferas en todo el mundo.
Linda Benson (Encinitas, California, 1944) puede presumir de haber escrito la historia del surf femenino. Con solo 15 años ganó la competición Mahaka en Hawái, el equivalente de la época al Campeonanto del mundo. Era la segunda vez que se inscribía en una competición y, además de llevarse el triunfo contra todo pronóstico, regresó a California convertida en la surfista que todo el mundo quería ver ripeando olas. Su estilo dentro del agua y su carisma fuera de ella le habían convertido en una referencia, a pesar de su inexperencia. Años más tarde seguiría acumulando victorias y se convertiría...
Linda Benson (Encinitas, California, 1944) puede presumir de haber escrito la historia del surf femenino. Con solo 15 años ganó la competición Mahaka en Hawái, el equivalente de la época al Campeonanto del mundo. Era la segunda vez que se inscribía en una competición y, además de llevarse el triunfo contra todo pronóstico, regresó a California convertida en la surfista que todo el mundo quería ver ripeando olas. Su estilo dentro del agua y su carisma fuera de ella le habían convertido en una referencia, a pesar de su inexperencia. Años más tarde seguiría acumulando victorias y se convertiría en la primera mujer en protagonizar la portada de una revista especializada. “Linda Benson, la mejor del mundo” tituló Surf Guide, dejando claro que había llegado el momento de hablar de las estrellas del surf femenino. “Mi reacción al ver aquella portada fue de gran sorpresa y orgullo. Yo ya había aparecido en el primer número de Surf Guide. Pero esto era diferente. Era una portada. Y era la primera chica en conseguirlo”, explica Benson a S Moda desde California.
La surfista recuerda sus comienzos con gran nostalgia. “En los 50 y los 60 el surf era un deporte muy inocente, único y divertido. Toda la gente que hacíamos surf –de Santa Cruz a San Diego– nos conocíamos y nos lo pasábamos muy bien juntos. Veías un coche por la carretera y reconocías qué surfista iba en él. Ahora las cosas han cambiado. Todo es mucho más comercial, más grande. Pero tengo la sensación de que aún así sigue siendo un deporte con una onda especial”.
Portada de Surf Guide / Linda Benson fotografiada en un playa de California.
Cortesía de History of Women’s surfing / Duline McGough
Linda vivió la época dorada del surf. En la radio no paraban de sonar los Beach Boys y los miles de adolescentes que habían visto las películas de la saga Gidget soñaban con pasearse algún día con sus tablas por las playas de la costa californiana. El surf lo inundaba todo. Y Linda era la reina del deporte más admirado del momento. Todo era tan idílico que Linda no recuerda que la década de los 50 y los 60 fuese un deporte machista. Una excepción en una sociedad en la que la mujer todavía se reflejaba en los anuncios de televisión como la única que podía encargarse de las tareas domésticas y como una figura al servicio del hombre. “Si te digo la verdad nunca sentí que hubiese machismo, al menos no con mis compañeros. Los surfistas eran como hermanos mayores. Me trataban muy bien. Nos animábamos los unos a los otros, hombres y mujeres. El único sexismo que puedo recordar es que nuestra categoría deportiva estaba considerada como inferior”.
La prensa por quel entonces no dejaba titulares como este de TMZ: "Surfera que está buena coge una ola enorme sin rasguñarse su famoso culo". La deportista a la que se refiere la web sensacionalista es Anastasia Ashley, de 28 años, que ha ganado varios campeonatos nacionales en Estados Unidos y ocasionalmente ejerce de modelo. "Desafortunadamente el sexo vende. No solo en la prensa. También en la publicidad, donde muchas veces se fotografía solo el culo de las deportistas. Las surfistas jóvenes tiene que rebelarse contra esto", reflexiona la veterana.
Encyclopedia of Surfing / Ron Church
Benson, a la que decenas de profesionales del surf citan como un referente y una inspiración en sus carreras, compaginó durante décadas su carrera deportiva con su trabajo de azafata en United Airlines, donde se las ingeniaba para cubrir siempre las rutas entre California y Hawái. De este modo podía surfear siempre que tenía tiempo libre. Además se convirtió en doble de grandes actrices de Hollywood como Annette Funicello y Deborah Walley. "Tengo recuerdos maravillosos de mi trabajo en el cine, pero era muy difícil rodar las secuencias encima de la tabla sin que se te cayera la peluca que imitaba el pelo de la actriz. Además, siempre rodábamos a horas intempestivas cuando hacía mucho frío".
Con los años Benson acabó apartándose del cine, la aerolínea y también del surf profesional, aunque nunca el deporte. Fue entonces cuando decidió trasmitir todo lo que sabía a chicas que también soñaban con aparecer en las portadas de las revistas especializadas. Fundó surfHER School donde se centró en transmitir un deporte "que es muy difícil de enseñar" porque los avances son muy lentos y los comienzos muy duros.
En la actualidad, con 71 años, Benson ha dejado la enseñanza y está centrada en su empresa Rail Grabber, que comercializa un accesorio para las tablas que facilita mucho la complicada tarea de agarrarlas debajo del brazo. Y lo más importante: no ha dejado de surfear. "Cuando las temperaturas son aceptables lo practico por la zona de San Diego. En invierno, como el agua está muy fría, suelo organizar un viaje con un grupo de mujeres para ir a la costa mexicana. Es increíble pero han pasado 55 años y sigo sintiendo algo especial cuando me meto en el agua". Normal que en un deporte donde cada día mandan más las marcas y los patrocinadores y donde se presta especial atención al físico, las surferas echen la vista atrás para inspirarse en figuras pioneras y auténticas como la de Benson.
Linda Benson ha inventado el Rail Grabber, un utensilio que ayuda a coger las tablas de surf. A sus 71 años sigue surfeando en las aguas de California.
Cortesía de Linda Benson
Linda Benson surfeando en Hawái.
John Severson