La edad del índice
Los niños no acceden a la información ni juegan como hace cinco años. Las tabletas y los teléfonos inteligentes cambian hasta sus conexiones neuronales.
Cuando pido un voluntario para tocar con una tableta, todos los alumnos levantan la mano. Estos dispositivos facilitan la interpretación», afirma Javier Monteagudo, profesor de Matemáticas, Lengua y Música de primaria de un colegio madrileño. Monteagudo acaba de improvisar una melodía con dos tabletas y un móvil en el Festival Internacional de Comunicación El Chupete (Madrid). Suena muy bien. «“Aquí hay un nuevo instrumento vital para los niños”, pensé al ver el iPad», recuerda.
No se equivocó. Es la era de la «generación índice», que en vez de usar ratones o teclados emplea...
Cuando pido un voluntario para tocar con una tableta, todos los alumnos levantan la mano. Estos dispositivos facilitan la interpretación», afirma Javier Monteagudo, profesor de Matemáticas, Lengua y Música de primaria de un colegio madrileño. Monteagudo acaba de improvisar una melodía con dos tabletas y un móvil en el Festival Internacional de Comunicación El Chupete (Madrid). Suena muy bien. «“Aquí hay un nuevo instrumento vital para los niños”, pensé al ver el iPad», recuerda.
No se equivocó. Es la era de la «generación índice», que en vez de usar ratones o teclados emplea el dedo para informarse y crear. El 6,2% de las familias tiene una tableta en España, y el 70% de las que tienen niños la usa con ellos, según datos de 2012 de la Online Business School. Los nativos digitales arrancan su andadura con tres años con el iPad; a los 11, tienen móvil; y a los 13, un teléfono inteligente. La tecnología construye una prole de narcisistas, que usa las redes sociales como plataforma de autopromoción. «Se unen a grupos de Facebook no solo porque apoyen causas, sino porque creen importante que sus amigos vean que se preocupan por ellas», escribe Evgene Morozov autor de El desengaño de Internet (Destino). Un dato para el futuro: cada día hay tres veces más smartphones que nacimientos de bebés en el mundo. En nuestro país, triunfan: los jóvenes españoles son los segundos del mundo que más los consumen frente a otros móviles (Nielsen 2010).
Algunos asisten al nacimiento del tecnouniverso, otros lo protagonizan. Jorge Izquierdo, de 15 años, estudia de día y desarrolla aplicaciones de noche. Suyas son uRlate, una herramienta que avisa de atascos en la carretera, y A++genda, una agenda escolar. «Hago esto porque es mi pasión. Si encontramos nuestra pasión, construiremos un mundo mejor», sentencia con la seguridad de un adulto.
Aplicación Toca Doctor, apta para niños de 3 años.
D.R.
Los beneficios de la tecnología dependen de su uso. Pero ¿cómo afecta a los cerebros infantiles? Deric Bownds, profesor de Biología Molecular y Zoología de la Universidad de Wisconsin, predice que al exponer a menores de 10 años a estos aparatos, sus conexiones neuronales serán distintas a las de sus padres. «Las tabletas no causan aislamiento, pero pueden facilitarlo en casos de problemas de relación social», advierte Carmen Loureiro, psicóloga de la Fundación Eduardo Punset. Especialistas en Neuroplasticidad Cerebral, como Nicholas Carr, dicen que Internet incide positivamente en la capacidad visual, pero negativamente en la atención. Retenemos un 30% menos leyendo en pantalla que en papel y leemos un 28,5% más lento.
En las tabletas también se ven vídeos. Hasta 2003 habíamos generado 5.000 millones de GB de información en la Red, en 2013 se calcula que crearemos esa cifra cada 10 minutos. El éxito de Disney Channel Replay es un buen ejemplo: desde octubre de 2011 hasta junio de 2012 se han visto cinco millones de vídeos en la web.
«Los padres nunca han estado tan preparados para formar a sus hijos, pero al mismo tiempo asisten preocupados a la proliferación de nuevas pantallas», según un informe de la Fundación Telefónica, Fundación Encuentro y Editorial Ariel. «No podemos educar a los niños en valores de espaldas a la tecnología, pero debemos educarnos a nosotros antes», avisa el consultor Carlos Andreu.