La despedida del Delgado Buil y otras consecuencias de la crisis económica
El dúo de diseñadoras cierra definitivamente su tienda.
El Delgado Buil acaba de anunciar el fin de la marca y por consiguiente el cierre definitivo de su tienda, ubicada en el barrio Gótico de Barcelona. Atrás quedan siete años de éxitos, algunos de ellos sobre la Pasarela Cibeles de Madrid. El dúo de diseñadoras independientes, Anna Figueras y Macarena Ramos, son las últimas víctimas de una crisis económica que está causando estragos en el mundo de la moda.
Si pensamos en grandes firmas perjudicadas la primera que nos viene a la cabeza e...
El Delgado Buil acaba de anunciar el fin de la marca y por consiguiente el cierre definitivo de su tienda, ubicada en el barrio Gótico de Barcelona. Atrás quedan siete años de éxitos, algunos de ellos sobre la Pasarela Cibeles de Madrid. El dúo de diseñadoras independientes, Anna Figueras y Macarena Ramos, son las últimas víctimas de una crisis económica que está causando estragos en el mundo de la moda.
Si pensamos en grandes firmas perjudicadas la primera que nos viene a la cabeza es Christian Lacroix. El fin de la emblemática casa de alta costura fue lento y doloroso. Tras declararse en suspensión de pagos, se rumoreó incluso que en las oficinas del diseñador francés los pocos empleados que quedaban ya no tenían ni ordenadores y la colección presentada en julio de 2009 se confeccionó con retales de otras propuestas anteriores.
Menos dramático pero igual de triste fue el cierre de Luella. De nada le sirvió a la creadora recibir un año antes el British Fashion Award cuando su grupo de apoyo, el Club Holding 2, decidió que ya no era rentable. Sin embargo, tal fue el éxito de sus vestidos que todavía algunas marcas low cost imitan sus ya extintos diseños. Éste es el caso de Topshop y sus vestidos escotados en forma de corazón de esta temporada. Claro, que la firma británica no parece librarse de la crisis ni con estos diseños dudosamente inspirados. Hace unos días anunció el cierre de 250 tiendas debido también a la situación económica.
Pixie Geldof desfila para Luella en febrero de 2009.
Getty Images
En España el panorama no pinta mejor. Hace más de un año, Carmen March se vió obligada a echar el cierrre de su tienda del callejón de Puigcerdá, en Madrid, muy próxima a la también desaparecida boutique de Davidelfin. Con la diferencia de que el malagueño sigue en las pasarelas y March se retiró por completo.
Por su parte, Amaya Arzuaga se mantiene en pleno traslado del local de 400 metros cuadrados de la calle Lagasca a otro más pequeño y económico aún por determinar. Y tan siquiera por veterano se ha librado Elio Berhanyer, que tras su emotivo adiós a la Pasarela Cibeles anunció el final de su carrera no por su jubilación sino por motivos económicos. Por ahora nadie diseñará con su nombre, su taller también está cerrado.