La anécdota que presagió que Meghan Markle no iba a acatar las viejas tradiciones monárquicas
El olor de la capilla donde contrajo matrimonio generó uno de los primeros conflictos con el Palacio de Buckingham. Algunos analistas lo interpretan como un augurio de la salida de la pareja de la familia real británica.
El príncipe Harry y Meghan Markle se casaron el 19 de mayo de 2018 en una gran boda mediática. La ceremonia, seguida por millones de espectadores en todo el mundo, se celebró en la capilla de San Jorge. Situada en el castillo de Windsor, se trata un lugar emblemático para la familia real británica que data del siglo XV y que ha sido escenario de varias bodas y funerales de miembros de la monarquía. Es tan especial e importante para ellos, que se cree que allí, y no en otro lugar, se c...
El príncipe Harry y Meghan Markle se casaron el 19 de mayo de 2018 en una gran boda mediática. La ceremonia, seguida por millones de espectadores en todo el mundo, se celebró en la capilla de San Jorge. Situada en el castillo de Windsor, se trata un lugar emblemático para la familia real británica que data del siglo XV y que ha sido escenario de varias bodas y funerales de miembros de la monarquía. Es tan especial e importante para ellos, que se cree que allí, y no en otro lugar, se celebrará cuando suceda el funeral de Isabel II.
Aunque se trata de un lugar idílico para celebrar una boda, la capilla de San Jorge generó uno de los primeros encontronazos de Meghan Markle con la monarquía británica. La actriz sugirió que esta maravilla de estilo gótico, con capacidad para 800 personas, olía rancio y que al entrar tenías la sensación de estar en un lugar mustio. Según relata la periodista Sarah Lyall en The New York Times, los analistas monárquicos se tomaron esta anécdota como el presagio de que Markle no iba a pasar por el aro de las viejas tradiciones si no se encontraba completamente cómoda en ellas. «Si hay una cosa que odien los tabloides más que a una novia real desagradecida es a una novia real desagradecida que ni siquiera quiere vivir en el Reino Unido», concluye The New York Times en su análisis sobre por qué Meghan Markle y el príncipe Harry han decidido dar un paso atrás y dejar de formar parte de la familia real.
Unos meses después del enlace, The Daily Mail publicó que la obsesión de Meghan Markle llevó al príncipe Harry a enfrentarse a uno de los consejeros más cercanos a la Reina Isabel II al proponer que el problema se podría solucionar con ambientadores que acabasen con el olor que inquietaba a su futura mujer. La supuesta propuesta incluía unos pequeños aparatos que desprendieran un agradable olor antes de que llegaran los invitados. Según los tabloides británicos, el palacio de Buckingham fue tajante al respecto y se negó a instalar los ambientadores. «Estamos ante una mujer joven que no va a aceptar su posición tan fácilmente», publicó The Daily Mail en su análisis del conflicto.
Los duques de Sussex anunciaron este miércoles, a través de Instagram, que pretenden abandonar gradualmente, durante 2020, las actividades y compromisos públicos relacionados con la monarquía. «Pretendemos dar un paso atrás en nuestro papel de miembros sénior de la familia real y trabajar para ser económicamente independientes, a la vez que continuará nuestro pleno apoyo a su majestad. (…) Planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte y seguir cumpliendo con nuestros deberes respecto a la reina, la Commonwealth [Comunidad de Naciones] y las organizaciones de nuestro patronazgo. Este equilibrio geográfico nos permitirá educar a nuestro hijo en el aprecio a la tradición real en la que nació, a la vez que aportará espacio a nuestra familia para enfocarnos en un nuevo capítulo [de su vida]», dice el comunicado.
Los tabloides han sido desde el principio de la relación uno de los grandes problemas de Harry y Meghan e incluso decidieron denunciar al The Mail on Sunday por publicar una de las cartas que Meghan envió a su padre.
Después de tomar las pertinentes acciones legales, Harry lanzó un comunicado en el que haciendo claramente referencias a su madre aseguraba que no podía permitir que la historia se repita. «Llega un punto en el que lo único que queda hacer es plantarle cara a este comportamiento porque destruye a personas y destruye vidas. Simple y llanamente, es bullying, algo que atemoriza y silencia a la gente. Todos sabemos que esto no es aceptable a ningún nivel. No podemos creer en un mundo donde no se asumen responsabilidades por esto. Pese a que esta acción legal no sea la más segura, es la correcta. Porque mi mayor miedo es que la historia se repita. He visto lo que ocurre cuando alguien a quien amas es comercializado hasta el punto en el que ya no es tratado o visto como una persona real. Perdí a mi madre y veo ahora a mi mujer ser víctima de las mismas fuerzas poderosas», explicó Harry.