Issa London, un imperio gracias a Kate Middleton

En tres años, Issa London pasó de ser una modesta firma de vestidos a convertirse en una marca millonaria.

En 2006, Daniella Issa Helayel montó una pequeña marca de vestidos. En 2010, las búsquedas en Google de esa marca, Issa London, superaban a las relacionadas con la ropa de Lady Gaga. La culpable: Kate Middleton. O, mejor dicho, el vestido azul que llevaba el día de su compromiso con el príncipe William. Hoy Daniella, consciente de a quién le debe dicha fama, vende ese mismo vestido en versión premamá, ultima su primera colaboración con Banana Republic y delega la gestión de su marca en Camilla Al Fayed, la hija del ex propietario de Harrod’s.

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En 2006, Daniella Issa Helayel montó una pequeña marca de vestidos. En 2010, las búsquedas en Google de esa marca, Issa London, superaban a las relacionadas con la ropa de Lady Gaga. La culpable: Kate Middleton. O, mejor dicho, el vestido azul que llevaba el día de su compromiso con el príncipe William. Hoy Daniella, consciente de a quién le debe dicha fama, vende ese mismo vestido en versión premamá, ultima su primera colaboración con Banana Republic y delega la gestión de su marca en Camilla Al Fayed, la hija del ex propietario de Harrod’s.

Esta diseñadora brasileña ha declarado en varias ocasiones que diseña ropa para gente que, como ella, siente que su cuerpo no se ajusta a los cánones de belleza. Sus vestidos, funcionales, no muy caros e ideados para esconder defectos y resaltar virtudes recuerdan a los wrap dresses que encumbraron a Diane Von Furstenberg. Su historia de fama súbita y beneficiosas relaciones sociales también guarda similitudes con la de la creadora belga.

Porque cuando Daniella dejó Nueva York para cumplir su sueño en Londres, lo primero que hizo fue rodearse de la gente adecuada. Antes de la Duquesa de Cambridge, sus vestidos lucieron en los cuerpos de Sharon Stone, Jennifer Hudson o Scarlett Johansson, a sus fiestas acudían las it girls londinenses y en el front row de sus desfiles podían reconocerse caras familiares como las de Poppy Delevigne o las hijas de Sarah Ferguson.

Pero fue Nikki Pennie, estilista de Hollywood, la que le presentó la marca a la entonces novia del príncipe William. Y Kate comenzó a esquivar a los paparazzis, a acudir a fiestas e incluso a asistir a bodas vestida de Issa London. Hoy Nikki reivindica esa afortunada unión entre la realeza y las marcas de lujo asequible desde su canal de Youtube, oportunamente llamado 'Princess for Pennies'.

Madonna ya era clienta de Issa cuando los tabloides empezaron a nombrar la marca y, haciendo alarde una vez más de su talento visionario, le pidió a Daniella que confeccionara los trajes de W.E., su biopic de Wallis Simpson. Quizá pensaba que si la Duquesa de Windsor viviera en la actualidad, esos vestidos amplios con estampados tropicales serían su fondo de armario.

Y llegó el día del compromiso, Kate posaba sonriente ante millones de ojos llevando el anillo de compromiso de Diana de Gales y un sencillo vestido azul marino de menos de 500 libras. Las unidades se agotaron rápidamente, el director de compras de Harvey Nichols, Averyl Oates, declaró a Vogue UK que se sentían abrumados y los clones low cost comenzaron a inundar las tiendas. Una maniobra mediática que a Issa London casi le cuesta la bancarrota.

Kate confió en Issa para celebrar el primer aniversario de su boda y también su compromiso oficial.

Cordon Press / Getty

Camilla Al Fayed afirmaba en Times hace algunas semanas que cuando ocurrió aquello, “Issa era una empresa muy pequeña, no tenía un modelo de negocio adecuado para soportar la demanda”. Así que la hija del magnate de Harrod’s, amiga y clienta de Daniella, decidió invertir y hacerse con el poder de la marca. Cuando Pippa, la hermanísima, acudió a una boda en Escocia con el mismo vestido en color frambuesa, a Issa ya no le pilló desprevenida y supo afrontar la confección masiva de unidades.
Issa London ya no sólo se vende en corners de Harrod’s y Harvey Nichols. Sus vestidos florales aparecen resaltados en Net-a-Porter y en los escaparates de medio mundo. En manos de Camilla Al Fayed la empresa pretende lanzar ropa de niños, gafas de sol e incluso cosmética, hasta convertirse en una marca de lifestyle reconocida en todo el mundo. Daniella sigue diseñando y presentando sus colecciones en la London Fashion Week, pero ahora lo hace respaldada por modelos míticas como Yasmine LeBon, Naomi Campbell o Doutzen Kroes.

Y aunque parece que Middleton ha cambiado a Issa por Alexander McQueen, la etiqueta de “diseñadora de la princesa” está más que unida a la trayectoria a Daniella, como le ocurrió a Catherine Walker con Lady Di. Quién le iba a decir a esta brasileña que sus vestidos de aire hippie inspirados en Ossie Clark y en el Londres sesentero iban a convertirse en fetiches de la monarquía británica. O que su modesta marca iba a terminar en manos de la hermanastra de Dodi Al Fayed. O que sus diseños para mujeres normales iban a ser el objeto de deseo de Beyoncé, Eva Mendes y Scarlett Johansson.
Sin embargo, Daniella es ambiciosa, y cuando en The Telegraph le preguntaron a quién le gustaría vestir, respondió rotunda que a la Reina de Inglaterra, “estaría perfecta con una túnica de seda. Ella es el icono de estilo definitivo".

Diseños de la colección primavera-verano 2013 de Issa London.

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Colección otoño-invierno 2013-2014 de Issa London.

Imaxtree

La diseñadora tras presentar en Londres su colección primavera-verano 2013.

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ippa Middleton y James Middleton en el desfile de Issa Otoño Invierno 2010.

Cordon Press

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