Wimbledon tiene en cuenta que las mujeres tienen la regla y cambia sus normas de vestimenta 139 años después
Las estrictas reglas del campeonato incluyen una excepción: las mujeres podrán llevar ropa interior oscura
Wimbledon, conocido por ser una de las competiciones más exigentes del tenis, tiene una normativa sumamente estricta. Una de las más destacables es la de la obligatoriedad a vestirse de blanco. No tiene cabida ninguna tonalidad de blanco más allá del nuclear, “no incluye el blanco roto ni crema”. La única señal de color aceptable es un ribete alrededor del escote y alrededor del puño de las mangas, pero nunca debe superar el ancho de un centímetro.
La norma data de finales del siglo XIX, cuando se celebró el primer torneo. Por aquel entonces, los británicos tenían una idea muy concreta ...
Wimbledon, conocido por ser una de las competiciones más exigentes del tenis, tiene una normativa sumamente estricta. Una de las más destacables es la de la obligatoriedad a vestirse de blanco. No tiene cabida ninguna tonalidad de blanco más allá del nuclear, “no incluye el blanco roto ni crema”. La única señal de color aceptable es un ribete alrededor del escote y alrededor del puño de las mangas, pero nunca debe superar el ancho de un centímetro.
La norma data de finales del siglo XIX, cuando se celebró el primer torneo. Por aquel entonces, los británicos tenían una idea muy concreta sobre el decoro, lo que hizo que se escandalizaran al darse cuenta de que la práctica del deporte provocaba sudoración. Su remedio; imponer una vestimenta blanca para disimular, en la mayor medida de lo posible, las manchas de sudor.
La predilección por el color se extendía también a la ropa interior visible bajo los pantalones o faldas de los jugadores. Pero ahora en 2023 y para la edición 136, Wimbledon ha añadido un pequeño asterisco a las normas, que permite a las jugadoras “llevar culottes de color medio u oscuro siempre que no sean más largos que sus pantalones cortos o falda”. El cambio viene motivado por la constante preocupación que tanto ex – jugadoras como jugadoras actuales muestran a la hora de participar en el torneo durante su periodo. La organización del torneo comunicó que la nueva norma es el resultado de conversaciones con la Women’s Tennis Association (WTA), fabricantes de ropa y los equipos médicos.
Sally Bolton, directora ejecutiva del All Englad Club expresó en un comunicado: “Nos comprometemos a apoyar a las jugadoras y a escuchar sus comentarios sobre cómo pueden rendir al máximo. (…) Esperamos que este ajuste de la norma ayude a las jugadoras a centrarse exclusivamente en su rendimiento, eliminando una posible fuente de ansiedad”.
En mayo de 2022, la jugadora puertorriqueña Monica Puig tuiteó a cerca del estrés mental que supone la (ya antigua) norma. La mayoría de respuestas mostraban su apoyo, no solo a ella, sino hacia abrir nuevos debates en torno al código de vestimenta y la regla.
Dicha ansiedad ha provocado que jugadoras se hayan llegado a medicar para evitar estar con la regla durante las dos semanas de Wimbledon. La jugadora australiana Daria Saville (Gavrilova) expuso en una entrevista para The Daily Aus que tras el campeonato del año pasado habló con sus amigas sobre vestir de blanco y algunas dijeron que lo odiaban porque era muy incómodo cuando estás con la regla. Ella misma admitió: “Tuve que saltarme mi periodo en Wimbledon porque no quería preocuparme por el sangrado, ya tenemos bastante estrés de por sí”.
Lo mismo hizo la tenista británica Heather Watson, que según comentó a la BBC empezó a tomar pastillas anticonceptivas para cambiar su ciclo y así no tener la regla durante el torneo. Su decisión también estuvo motiva por la preocupación de manchar sus prendas blancas durante los partidos. Reveló que: “Es algo de lo que las jugadoras hablamos mucho, quizá no con los medios de comunicación, pero sí entre nosotras”. Además, añadió que debería ser mucho más normal hablar sobre estas cosas, ya que es parte de la naturaleza.
Pese a que la menstruación ha empezado a ser parte de la conversación recientemente, predecesoras como Billie Jean King o Chris Evert confiesan haber compartido las mismas preocupaciones que sus compañeras. “Siempre estamos comprobando si se nos ve. Te pones tensa porque lo primero que somos es profesionales y queremos que lo que llevamos puesto esté inmaculado, tenga un aspecto estupendo”, dijo King en una entrevista para la CNN. Evert por su parte, confesó en un tweet estar arrepentida de no haber hablado del impacto que tuvo el periodo en su carrera.
En España, también la jugadora Paula Badosa habló de lo mucho que afecta la regla a las tenistas profesionales y no solo en términos de vestimenta sino también en el rendimiento deportivo. En una entrevista en el programa La Resistencia le contó a David Broncano las dificultades añadidas a las que se enfrentan. “La gente no es consciente de eso. De hecho, yo entreno mucho en base de cómo me siento en ese aspecto también; al final tienes más o menos energía… y al final es algo que influye mucho y más siendo una atleta. Por ejemplo, hay gente que no va a trabajar porque se encuentra mal, pero nosotras no tenemos opción, vamos a entrenar o, peor, tenemos que competir así. El entrenamiento lo puedes modificar, pero competir… no hay otra opción. Y te puede pasar en cualquier momento”.