‘Deforme Semanal’: el show que agota entradas riéndose del ‘machirulismo’ español
“Hablar de feminismo pasa por ser radical, el humor es una forma de hacerlo”, cuentan Lucía Lijtmaer e Isa Calderón, artífices del ‘late night’ que España necesitaba.
Feminismo. Isa Calderón y Lucía Lijtmaer ya no quieren hablar ni rodearse de otra cosa. Guionista y periodista han creado su propio espacio para hacerlo a su modo, Deforme Semanal, el primer late night feminista capitaneado por mujeres en nuestro país. En él revisan la actualidad política y cultural y dan lecciones de igualdad siendo gamberras, porque “la manera de hablar de feminismo necesariamente pasa por ser radical y el humor es una forma, no solo didáctica, sino también revolucionaria de hacerlo”, cuentan a S Moda. El show, que puede verse en e...
Feminismo. Isa Calderón y Lucía Lijtmaer ya no quieren hablar ni rodearse de otra cosa. Guionista y periodista han creado su propio espacio para hacerlo a su modo, Deforme Semanal, el primer late night feminista capitaneado por mujeres en nuestro país. En él revisan la actualidad política y cultural y dan lecciones de igualdad siendo gamberras, porque “la manera de hablar de feminismo necesariamente pasa por ser radical y el humor es una forma, no solo didáctica, sino también revolucionaria de hacerlo”, cuentan a S Moda. El show, que puede verse en el Teatro Arlequín de Madrid y en digital lo recoge Publico TV, lo gestionan y producen ellas mismas, “sin esperar a que llame un señor para dar la oportunidad. Las oportunidades nos las damos nosotras”.
Hubo un momento para ambas en el que algo hizo click con el feminismo. “A mí me pasó cuando empecé a trabajar. El mundo laboral es lo que me abrió completamente los ojos”, cuenta Calderón que, como Lijtmaer, trabaja en medios de comunicación. Un sector en el que, aunque el número de trabajadoras y trabajadores empieza a rozar la paridad en España (44% de mujeres en prensa o 64% en televisión, según el PGMM de 2015), los puestos directivos y el tipo de secciones a las que se relega a la mujer siguen siendo algunas de las (muchas) asignaturas pendientes. “Por más que vengas de una casa feminista y de una familia en la que te han tratado de manera igualitaria, en cuanto chocas con el mundo, ya sea laboralmente, socialmente o sentimentalmente, acabas convirtiéndote en feminista”, dice Lijtmaer.
A su estilo, cada una ha hecho de sus carreras un altavoz feminista y del humor la herramienta definitiva contra ‘machirulos’. Lucía desde el periodismo y la escritura, con sus columnas de opinión y libros como Yo también soy una chica lista (Planeta de Libros) o Casi nada que ponerte (Lince) y con el festival del que es comisaria, Princesas y Darthvaders. Calderón con sus Reviews Fuertecitas, en las que habla de cine pero sobre todo aborda cuestiones vitales en perspectiva de género. “Estamos tan agotadas de defender lo obvio, el sentido común y nuestros derechos humanos, que es que ya nos reímos. ¿Qué vamos a hacer? No podemos estar enfadadas las 24 horas del día, tenemos que vivir”, cuenta la guionista, “cada vez más radical” con los troles que van a su muro a decirle que para hablar de feminismo “hay que ser pedagógica y estar tranquilita”.
“La idea de hacer Deforme Semanal surgió después de que nos llamaran del CCCB para el festival Primera Persona, donde nos pidieron una presentación cómica sobre los estereotipos femeninos”, cuenta Lucía Lijtmaer. A eso se sumó “la necesidad de abordar temas de actualidad desde el feminismo”, explica Isa. Con el hazlo tú misma como bandera, contactaron con el Teatro del Barrio y más tarde con el Arlequín, donde tienen cuatro fechas programadas hasta marzo. Jelen Morales y Marc Giró son sus colaboradores habituales y entre sus invitados de “diverso pelaje”, directores de cine como Leticia Dolera, con quien debatieron sobre la cultura del acoso y el lugar de las mujeres en el cine español o los chicos de ‘No te metas en política’. “Traemos a gente que tiene una entrevista en profundidad que no le hacen en los medios tradicionales”, explica la periodista.
En su sofá les gustaría que se sentara Ylenia, “nos fliparía entrevistarla, es el paradigma de la persona que, a priori, no sería feminista y lo es”, capaz de “unir feminismo y cultura popular”, como defendía Beatriz Serrano en su artículo ‘Todo lo que te molesta de que Ylenia sea feminista es todo lo que está haciendo bien’. Por su escenario también pasan músicos y bandas referentes del underground como Isasa o Nudozurdo, que estarán en su próxima entrega, este 19 de enero, junto a Moderna de Pueblo. Y van a dar un repaso a asuntos como la carta de Deneuve y las cien artistas francesas en contra del “puritanismo sexual” y el #MeToo. “Se ha convertido en una manera de bloquear un movimiento feminista mundial y que es cada vez más importante”, cuenta Lijtmaer.
La respuesta está siendo muy buena. Entradas agotadas en muchas de las sesiones y el apoyo de personas que, como su homónima la humorista Charo López, subrayan lo “necesario” de un programa así en nuestro país. “Que las mujeres vengan y digan, ‘estáis diciendo lo que yo pienso. Tenéis un altavoz como este y ¡lo estáis diciendo!’, es importantísimo”, cuentan. Como lo es la libertad total que se están dando: “Es inenarrable lo maravilloso que es y mientras que podamos hacerlo, que nos quiten lo ‘bailao”.
En primera fila y tomando apuntes de feminismo, Isa Calderón quiere ver a “a todos estos columnistas ‘cipotudos’ que se creen con el derecho de aconsejarnos sobre cómo tenemos que defender nuestro feminismo. Si tanto nos aconsejas, es que tú no quieres que seamos iguales”. Y a quienes aún no se han enterado de por qué ser feminista, además de una invitación a Deforme Semanal, les dan un mensaje: “Que escuchen a las mujeres que tienen alrededor. Que no minimicen cuando hablamos de las agresiones sufridas, que no se relegue todo a un supuesto victimismo. Somos la mitad de la población, pasan cosas horribles y que estemos todavía luchando por una igualdad real es aterrador”. Y, como señala Lucía, el feminismo también les beneficia a ellos: “Les permite darse cuenta de que los privilegios les oprimen. Como tener que demostrar esa especie de masculinidad fortísima, estúpida. Es una revolución maravillosa, estamos viviendo un momento histórico y qué mejor que sumarse a él”.