‘Cerdita’ y otros cortos dirigidos por mujeres que están revolucionando el audiovisual

A pesar de que aún queda mucho camino por recorrer, cada vez más realizadoras femeninas firman cortometrajes reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras. Recopilamos algunos de los títulos imprescindibles.

Uno de los fotogramas de 'Cerdita', el corto de de Carlota Pereda del que todo el mundo habla.

Cerdita, una historia de venganza, ganó el galardón al Mejor Corto de Ficción de los pasados Premios Goya. Suc de sindria, una reflexión sobre el orgasmo y la violencia de género, ha causado sensación en la Berlinale y ha sido nominado a los Premios del Cine Europeo. Los desheredados, un retrato sobre la crisis, ganó el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes de 2017. Todos ellos tienen en común su uso del cortometraje como forma de expresión. Todos ellos están rodados por mujeres: Carlota Martínez Pereda, Irene Moray y Laura Farrés, respectivamente.

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Cerdita, una historia de venganza, ganó el galardón al Mejor Corto de Ficción de los pasados Premios Goya. Suc de sindria, una reflexión sobre el orgasmo y la violencia de género, ha causado sensación en la Berlinale y ha sido nominado a los Premios del Cine Europeo. Los desheredados, un retrato sobre la crisis, ganó el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes de 2017. Todos ellos tienen en común su uso del cortometraje como forma de expresión. Todos ellos están rodados por mujeres: Carlota Martínez Pereda, Irene Moray y Laura Farrés, respectivamente.

Es una tendencia cada vez más acusada. Javier Ocaña, crítico de cine de El País y docente, lleva 18 años haciendo críticas de cortos en la revista Cinemanía. En su opinión, es una consecuencia natural: “En los estudios de cine hay cada vez más chicas, y sí que he venido observando una mirada distinta para ciertos asuntos. Suc de sindria es el mejor ejemplo”. El corto de Moray narra la historia de Bàrbara, una joven interpretada por la también directora Elena Martín que debe superar el trauma de una violación y recuperar el deseo sexual.

Samuel Rodríguez, es codirector de CortoEspaña, un festival de cortometrajes itinerantes que cuenta con más de diez años de experiencia y que otorga los premios Fugaz a las mejores piezas en formato breve, un galardón que está aumentado su prestigio con cada edición. En su opinión: “Queda mucho camino por recorrer. En CortoEspaña se inscribe un corto realizado por una mujer de cada cuatro. Aunque es un número muy superior al de los largometrajes de estreno, dista mucho de la igualdad”.

La cuestión de fondo es por qué ese techo de cristal que han roto las mujeres en el formato breve, y que está siendo reconocido internacionalmente, no se ha extendido al largo. Para Rodríguez: “Me da la impresión de que el largo está muy encorsetado en los grandes presupuestos de Mediaset y de Atresmedia. Creo que se fijan mucho en lo que ellos creen que el público va a pedir. Eso hace que luego no sean reconocidos internacionalmente. Es una pena porque los creadores españoles rebosan de ideas. No es un problema de falta de talento, claramente”. Samuel, sin embargo, es optimista: “Marina Seresesky, Manuela Moreno o Arantxa Echevarría han triunfado en el cortometraje y en el largometraje”. Especialmente Echevarría, que con su historia de amor gitano-lésbico Carmen y Lola, ha firmado una de las sorpresas de 2018. Para Ocaña, es una cuestión de tiempo: “Llegará en unos años. Me da la impresión de que hay menos pudor en las mujeres que en los hombres a hablar de sí mismas y de sus interioridades”.

Juega aquí un papel fundamental, como siempre, el embudo de la distribución. A diferencia de los años 90, las televisiones no apuestan por el formato, cosa que sí hacen con el de las series… Javier Ocaña cuenta como, a menudo, buceando en canales de pago se encuentra con cortometrajes, pero no hay ningún programa que los agrupe, como ocurría con el añorado Piezas, de Canal + o con los especiales de Metrópolis: “A los cortos les está pasando como al cine. Las series se consideran entretenimiento, los cortos y el cine se ven como algo más artístico y, por lo tanto, más intelectual”. Para Rodríguez: “Con las series ha habido un boom espontáneo. Yo creo que en los cortos va a pasar lo mismo. Estamos a las puertas de un boom. La cultura de consumo audiovisual tiende hacia productos más breves. En cuanto llegue, vamos a superar el vacío mediático al que nos estamos enfrentando ahora”.

De momento, sin embargo, hay que recurrir a CortoEspaña o a los diferentes certámenes para disfrutar de los cortometrajes. Nos prometieron que con YouTube las cortometrajistas tendrían un espacio nuevo y libre en el que mostrar su talento, pero la realidad es terca. Para Ocaña: “A menudo recomiendo cortos que luego no pueden verse. Hay un mercado de derechos relacionados con festivales que hacen que las obras tengan problemas para ser distribuidas”. La solución pasa por acudir a platagormas como Filmin o Movistar. Las salas, su espacio natural, ya no los proyectan como antaño, según critica Samuel Rodríguez: “Estamos en una época en la que lo imprescindible es que sean rentables. Antes, en los cines, te ponían cortos antes de los largometrajes, ahora te ponen publicidad”.

A continuación hacemos una selección de cortos dirigidos por mujeres que merece la pena visualizar:

Los desheredados, de Laura Ferrés (disponible en Filmin)

Ferrés cuenta en este corto una historia tan cercana como dolorosa: el cierre del negocio familiar por culpa de la crisis. A medio camino entre el documental y la ficción, se alzó con el Premio de la Crítica del Festival de Cannes 2017.

El tesoro, de Marisa Lafuente y Néstor del Castillo

Recomendado especialmente por Samuel Rodríguez para aquellos interesados en el género documental. Lafuente y Castillo recurren a una estructura de cuento infantil para nadar un drama tan adulto como el enfrentarse a la muerte.

Adalamadrina, de Carlota Oms

De la inagotable fuente de realizadoras de la ESCAC surge este Alamadrina, una “comedia negrísima”, en palabras de Ocaña, que ha sido seleccionado para el Festival de Sundance, la meca del cine indie.

Cerdita, de Carlota Pereda (disponible en Filmin)

Como en el caso anterior, la protagonista es una de esas chicas que no suelen verse en las ficciones y no responden a los cánones estéticos estipulados. El bullying se convertirá en venganza. Último ganador del Premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción.

Madres de luna, de Alicia Albares

Cuatro historias cruzadas de otras tantas mujeres en otros tantos lugares. Un cortometraje recomendado por CortoEspaña.

Los que desean, de Elena López Riera

A esta realizadora lo que le apasiona es la cultura popular, ya sean las procesiones (como en su corto Pueblo) o, como en el caso que nos ocupa, la cultura colombófila. Su amor ha encontrado respuesta en el prestigios Festival de Locarno, que le otorgó un premio al mejor cortometraje en su pasada edición.

Suc de síndria, de Irene Moray

El corto del que más se está hablando en los últimos meses tras su paso por la Berlinale. Una reflexión acerca de la sexualidad femenina y la violencia de género. A Javier Ocaña lo tiene entusiasmado.

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