‘Coordinadores de intimidad’: los vigilantes del nuevo sexo de Hollywood
HBO es pionera en crear una nueva figura encargada de supervisar las escenas de desnudos y sexo en sus rodajes para asegurar la seguridad física y emocional de los actores. Hablamos con Amanda Blumenthal, que desempeña esta tarea para la cadena.
“A veces era humillante, me sentí como una prostituta”, afirmaba la actriz francesa Léa Seydoux al ser preguntada acerca de las escenas íntimas del polémico filme La vida de Adèle. “Después de pasar nueve horas rodando escenas de sexo me quedé temblando, las lágrimas recorrían mi cara”, sostuvo Siena Miller, protagonista de la adaptación cinematográfica de la novela de Dennis Lehane Vivir de noche. “Me sentí humillada y, para ser honesta, un poco violada por Brando y Bertolucci. Al menos solo fue una toma”, confesó Maria Schneider en 2007, cuatro años antes de morir, al respe...
“A veces era humillante, me sentí como una prostituta”, afirmaba la actriz francesa Léa Seydoux al ser preguntada acerca de las escenas íntimas del polémico filme La vida de Adèle. “Después de pasar nueve horas rodando escenas de sexo me quedé temblando, las lágrimas recorrían mi cara”, sostuvo Siena Miller, protagonista de la adaptación cinematográfica de la novela de Dennis Lehane Vivir de noche. “Me sentí humillada y, para ser honesta, un poco violada por Brando y Bertolucci. Al menos solo fue una toma”, confesó Maria Schneider en 2007, cuatro años antes de morir, al respecto de la que quizá sea la escena sexual más controvertida de la historia del cine, la de la mantequilla de El último tango en París. Testimonios como estos son tan desgarradores como habituales entre la mayoría de las actrices de Hollywood que, durante décadas, han visto como su seguridad y consentimiento han sido ultrajados sin ningún pudor por parte de productores, directores y miembros del equipo técnico. Con motivo de la aparición de movimientos activistas como #MeToo y Time’s Up, los platós de rodaje de cadenas como HBO cuentan ahora con una nueva figura en el equipo: los ‘coordinadores de intimidad’.
Amanda Blumenthal desempeña esta tarea para la cadena. Su trabajo consiste en velar por la seguridad emocional y física de los actores en los momentos de grabación más comprometidos. “Charlo con ellos antes de entrar en el plató sobre cómo se sienten y les pregunto si tienen alguna duda o preocupación. Algunas veces cambian de opinión sobre sus escenas de desnudez o cuánto quieren enseñar, así que traslado esas inquietudes al director y a una serie de departamentos –como el de vestuario– para tener la seguridad de que tienen todo lo que necesitan. Durante la grabación también estoy presente”, detalla a S Moda Blumenthal.
Actualmente esta ‘especialista de la intimidad’ trabaja en la esperadísima serie de HBO Euphoria, producida por el rapero Drake y protagonizada por Zendaya, una de las actrices jóvenes más respetadas de Hollywood. La ficción sigue el día a día de un grupo de estudiantes de instituto y sus relaciones con las drogas, las redes sociales y el sexo, por lo que su papel en la grabación de las escenas subidas de tono se antoja clave para la comodidad de un reparto casi adolescente. Tal y como explica, el trabajo empieza varias semanas antes de pisar el plató. “Hablo con el director sobre cómo piensan llevar a cabo cada escena para después trasladar de forma individual a los actores qué se requiere de ellos. Es en ese momento cuando les pregunto sobre sus límites y sobre qué cosas se sienten cómodos haciendo. Si hay cualquier discrepancia entre el deseo del cineasta y el consentimiento del actor, vuelvo a reunirme con el director e intentamos dar con una solución creativa para el problema”.
Según publicó la revista Rolling Stone el pasado mes de octubre, HBO implementó de forma provisional esta medida a petición de la actriz Emily Meade, que interpreta a una prostituta convertida en estrella del porno en la serie The Deuce (de David Simon), protagonizada por James Franco y Maggie Gyllenhaal. La intérprete se preguntó por qué no existía un equipo de especialistas que supervisara las escenas íntimas, similar al que se despliega en cada escena de acción. La prueba fue un éxito y la cadena decidió extender esta figura a todas y cada una de sus producciones, tanto cinematográficas como televisivas. Todo apunta a que otras cadenas y productoras seguirán sus pasos y ya existen incluso organizaciones sin ánimo de lucro como Intimacy Directors International, que representa a coordinadores de intimidad y coreógrafos de escenas subidas de tono.
Blumenthal, que antes de acuñar este reciente puesto profesional desempeñaba su trabajo como coach de sexualidad y relaciones sentimentales, considera imprescindible que esta figura pase a ser habitual en cualquier set de rodaje. “Para que los actores puedan dar su total consentimiento a una escena deben estar completamente informados sobre qué se espera de ellos. Hace años no era raro que los directores les pidieran que improvisaran mientras la cámara estaba rodando, pero este tipo de situaciones son peligrosas y pueden llevar a una situación de acoso sexual”. Los coordinadores también son los encargados de prevenir cualquier ‘licencia’ del director, asistiendo en la coreografía y en los ensayos de las escenas íntimas.
Los sistemáticos abusos sufridos por las actrices de Hollywood deben ser ya un mal recuerdo del pasado, sin cabida en una industria hiperprofesionalizada. Ni con el método Stanislavski como excusa. “Los actores hacen su mejor trabajo cuando se sienten seguros, apoyados y empoderados. Cuando no tienen que preocuparse sobre ser acosados sexualmente o sentir que están cruzando los límites marcados pueden poner toda su energía en el personaje y en entregar una gran interpretación”, explica. En plena era #MeToo un puesto como el suyo, además de antojarse imprescindible, también facilita el trabajo al resto del equipo. “Siempre he sido muy bien recibida en cada set en el que he estado. Me demuestran una especie de alivio porque mucha gente se siente incómoda lidiando con temas de sexualidad y desnudos, así que mi presencia les hace la vida más fácil. Lo que más me dicen es que no pueden creerse que el trabajo de coordinador de intimidad no haya sido creado antes”.
Tal y como apuntan desde Mashable en un artículo titulado La nueva escena de sexo, el movimiento #MeToo no trata únicamente de expulsar a algunos depredadores sexuales del panorama hollywoodiense, sino de cómo la meca del cine debe cambiar sus aportaciones a una cultura sexual tóxica. De ahí que el papel de estos coordinadores, además de garantizar el bienestar de los actores, sea fundamental de cara a la representación y los roles sexuales de hombres y mujeres en la gran pantalla y cómo los perciben los espectadores. “Noto que la gente tiene mucha más precaución y está mucho más sensibilizada cuando hay que rodar una escena de sexo o con desnudos. Hay un mayor nivel de alerta y de concienciación”, opina Blumenthal. Aunque el camino por recorrer aún es tan complicado como largo, las ficciones dan un nuevo paso al frente con la existencia de este nuevo puesto que se antoja fundamental en las películas y series del presente y futuro. Una figura que impedirá que se repitan las injusticias y el acoso sexual al que se vieron sometidas Léa Seydoux, Siena Miller, Maria Schneider y otras tantas artistas.