Toni Acosta: «Me gustaría ser la Torrente femenina»
La tinerfeña Toni Acosta estrena la segunda temporada de la comedia Señoras del (h)AMPA. Charlamos con ella.
Pocas actrices pueden permitirse el lujo de pasar su día con el WhatsApp silenciado. «Creo que lo hice por error, pero lo prefiero. No quiero que me domine», sostiene una Toni Acosta (San Cristóbal de La Laguna, 1972) que se congratula, por ejemplo, de que el chat de padres del colegio de sus hijos ya no perturbe su rutina. Es ese universo escolar el que parodia la serie Señoras del (h)AMPA, cuya segunda temporada se estrena ahora en Amazon Prime Video, y que confirma, junto al taquillazo ...
Pocas actrices pueden permitirse el lujo de pasar su día con el WhatsApp silenciado. «Creo que lo hice por error, pero lo prefiero. No quiero que me domine», sostiene una Toni Acosta (San Cristóbal de La Laguna, 1972) que se congratula, por ejemplo, de que el chat de padres del colegio de sus hijos ya no perturbe su rutina. Es ese universo escolar el que parodia la serie Señoras del (h)AMPA, cuya segunda temporada se estrena ahora en Amazon Prime Video, y que confirma, junto al taquillazo Padre no hay más que uno 2, su espléndido momento profesional. «Además, la gente llama si es urgente», corrobora la intérprete. A tenor de los éxitos, mejor que no descuide la batería.
Cuando vuelve a La Cuesta, el barrio de su infancia, ¿quién es?
Toni, la hija de Arsenio y Chana. Allí nunca he aparecido vestida de gala, me ponen los pies en el suelo y me devuelven a la realidad. No preguntan por los estrenos, sino por cómo están mis padres.
Tras aprender de la mafia en la serie, ¿a la cama de quién enviaría una cabeza de caballo?
No creo que fuera mi método porque soy animalista. Lo que sí haría es llevarme a muchos políticos a pasear por el barrio. A pie de calle, sin escolta ni fotógrafos.
Están de moda los remakes feminizados: ¿sería Torrente?
Me lo has quitado de la boca, porque le insisto a Santi [Segura] para que hagamos una Torrenta. Si la película original se estrenara ahora no se podrían hacer la mayor parte de los chistes, pero quizá dándole la vuelta lograríamos contar otra historia.
¿Ha cambiado el rol de las actrices maduras dentro de nuestra industria?
Se ha demostrado que sus historias interesan, aunque no hay que dejar de reivindicar. A los 48 años he recogido el testigo de las que se quejaron antes que yo, como Concha Velasco o Lola Herrera.
¿Intimida más protagonizar una serie del prime time o una cena de Nochebuena en casa de Raphael?
¡La serie, por Dios! Preguntas eso porque no lo conoces, pero yo adoro a Raphael. Es mi familia y me ha enseñado muchísimo en mi profesión.
¿Da buenos consejos?
Los da con el ejemplo: cómo se cuida, la disciplina antes de los conciertos, la ilusión que sigue poniendo después de tantos años…
Sostiene que de mayor le gustaría ser folclórica. ¿Ha pensado ya cuál sería su nombre artístico?
Si me dejas fantasear me quedo con Antonia la Grande. Si te llamas así tienes que ser capaz de llenar el nombre.
Y de pareja: ¿un torero, un alcalde u otra folclórica?
La política ahora no me interesa y los toros no me gustan, pero con otra folclórica, como Silvia Abril, me haría un buen show .
En Padre no hay más que uno comparte escenas con un nutrido reparto infantil. Si sus hijos le pidieran acudir a una audición, ¿qué les diría?
La respuesta es no. Cuido mucho la intimidad de mis hijos y si, cuando ellos sean mayores de edad quieren saltar a este mundo, prefiero que partan de cero y sean anónimos.
¿Y cómo llegó a un casting de James Bond?
Por esas cosas que pasan cuando pones en tu currículum que hablas inglés. Pero el año pasado hice uno para Paolo Sorrentino, que me gustó más aunque no me lo dieron. Hoy en día esas cosas suceden. Alguien se fija en ti, tú mandas la prueba y piensas, ‘¿por qué no comprar ese boleto?’.