El cineasta de moda en Hollywood también es el mejor vestido

“Es maravilloso. Si pudiera, me lo desayunaría”. Se antojaba harto complicado que la ganadora de dos Óscar y tres Globos de Oro, Cate Blanchett, decidiera dedicar un año de la cúspide de su prestigiosísima carrera a plantarse un casco repleto de cuernos en una película de ambición palomitera. Por eso no es de extrañar que la intérprete hable en esos términos del responsable de tamaña hazaña, el mismo que le ha brindado la primera villana de la historia del universo cinematográfico de Marvel, demasiado extendido ya como para seguir permitiendo una injusticia de tal calado. ...

“Es maravilloso. Si pudiera, me lo desayunaría”. Se antojaba harto complicado que la ganadora de dos Óscar y tres Globos de Oro, Cate Blanchett, decidiera dedicar un año de la cúspide de su prestigiosísima carrera a plantarse un casco repleto de cuernos en una película de ambición palomitera. Por eso no es de extrañar que la intérprete hable en esos términos del responsable de tamaña hazaña, el mismo que le ha brindado la primera villana de la historia del universo cinematográfico de Marvel, demasiado extendido ya como para seguir permitiendo una injusticia de tal calado. Taika Waititi, desconocido para la inmensa mayoría de los cinéfilos hasta este 27 de octubre, debería aprovechar el tiempo que le queda como anónimo para disfrutar de acudir a las tiendas sin ser molestado. El director neozelandés ha levantado toda la expectación posible con las imágenes de la inminente Thor: Ragnarok, su salto del indie a los taquillazos en la que presume de un estilo estético poco frecuente en filmes de este tipo. Un estilo que traslada también a su forma de vestir, renegando de los aburridos looks frecuentes en compañeros del gremio y que ha sido calificado por The Hollywood Reporter como “superhéroe de la moda” e “icono de estilo”. En una película que reúne a referentes como Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Idris Elba o Mark Ruffalo, el mejor vestido está detrás de la cámara.

La promoción del filme se ha convertido en una campaña de marketing perfecta para el genio de Waititi, que ha opacado a sus propias estrellas con su sentido del humor (es habitual verle recrear posturas inverosímiles en las sesiones de fotos) y sus estilismos. Según Ava Duvernay, directora de Selma, es el cineasta “mejor vestido” del momento y existe hasta una cuenta de Twitter (Taika Fashion) que recopila sus mejores looks. “En Hollywood en general y especialmente en los estudios, predomina un estilo muy aburrido, muy conservador”, afirma el realizador en THR, que lució traje de tres piezas y corbata durante todo el rodaje de Thor: Ragnarok. “Desde que era un crío amaba la idea de ir a trabajar. Estaba impaciente por encontrar un trabajo. Así que ahora que estoy en un plató me gusta esforzarme un poco en aparecer presentable”. No es el único. Otros compañeros como Christopher Nolan (Dunkerque) o Paul Feig (La boda de mi mejor amiga) también acostumbran a presentarse en los rodajes de punta en blanco, como antes lo hicieran Hitchcock o Capra. Amante de los estampados de piñas y del denim (“por Bob Marley”) consiguió que el combo de camisa y shorts a juego que vistió durante el Comic-Con de San Diego fuera lo más reclamado en la web de la firma Wallpapr. «Recibimos llamadas desde todas partes del mundo», declaró su fundador.

A sus 42 años, Waititi es todavía un recién llegado a la meca del cine. Hijo de un granjero maorí y criado en un pueblo rural de apenas 300 habitantes, su periplo profesional comenzó en labores de intérprete hasta que su talento con la cámara le llevó a dirigir las dos películas más taquilleras de la historia del país, Boy y Hunt for the wilderpeople. Esta última ha sido calificada por la crítica como una joya de la comedia indie y cuyo visionado, ya avisamos hace meses, merece mucho la pena. Al otro lado del charco ha participado en varios capítulos de la serie Los conchords y codirigido el falso documental Lo que hacemos en las sombras. Marvel Studios, propiedad de la multinacional Disney y criticada por su conservadurismo en varias ocasiones, nunca arriesgó más que poniendo la tercera parte de la franquicia del dios del trueno en manos de Waititi. Dos datos que ejemplifican el órdago: la última entrega de Thor recaudó más de 600 millones de euros en todo el mundo. El mayor éxito del director hasta ahora apenas supera los 6 millones.

¿Qué han visto los ejecutivos de una marca multimillonaria en un outsider venido de las recónditas islas de Nueva Zelanda? Según la web Cinemablend, su cine exhibe “carisma” tanto en la puesta en escena como en guion o montaje, evocando a figuras como Quentin Tarantino, Wes Anderson, Joss Whedon o Edgar Wright. Solo hay que echar un vistazo al primer tráiler o al material gráfico de Thor: Ragnarok para constatar que no le ha temblado la mano a la hora de dotar de personalidad al personaje interpretado por Chris Hemsworth, sumergido en una orgía de color y un tono retro que le sienta muy bien. Según Brad Winderbaum, vicepresidente de la productora, “creíamos que aportaría algo especial y que haría brillar a Chris como un puntal cómico”. Pero no solo es revolucionario por el aspecto visual y un tono más desenfadado, Waititi ha conseguido que Marvel presuma de supervillana en el cine por primera vez. Cate Blanchett interpreta a Hela, diosa de la muerte, y promete ser la antagonista más rica en matices desde el Joker de Ledger.

Sin saber aún si su visión de la figura del Vengador asgardiano conquistará o no la taquilla, desde la meca del cine parecen tener claro que el talento de Waititi no debe regresar a Oceanía. Hace solo unos días varios medios especializados aseguraban que el director estaba en negociaciones para hacerse cargo de la adaptación en acción real del clásico manga Akira, que lleva años dando vueltas por las mesas de los ejecutivos de los estudios sin terminar de ver la luz. Ya contamos las horas para ver con qué nos sorprende cuándo pise de nuevo la alfombra roja para presentar su nuevo trabajo.