María Barranco: “Si Pablo Casado fuera una mujer no hablaría así del aborto”
Hablamos con la ganadora de dos premios Goya a raíz de su último trabajo, ‘Transición’, un cortometraje que reivindica la lucha por los derechos de las mujeres.
En su último trabajo, María Barranco da vida a mujeres que son felices porque son libres. Una libertad que esta actriz, clave en nuestro cine durante varias décadas y ganadora de dos premios Goya, dice ver ahora amenazada por el auge de la ultraderecha. Le sobran los motivos, por tanto, para reivindicar su confeso feminismo tanto durante su charla con S Moda como este próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En el marco de la jornada de lucha estrena Transición (miércoles 6 de marzo en la madrileña sala Equis), un cortometraje dirigido por Cris Aran...
En su último trabajo, María Barranco da vida a mujeres que son felices porque son libres. Una libertad que esta actriz, clave en nuestro cine durante varias décadas y ganadora de dos premios Goya, dice ver ahora amenazada por el auge de la ultraderecha. Le sobran los motivos, por tanto, para reivindicar su confeso feminismo tanto durante su charla con S Moda como este próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En el marco de la jornada de lucha estrena Transición (miércoles 6 de marzo en la madrileña sala Equis), un cortometraje dirigido por Cris Arana, que se suma a la cada vez más generosa colección de obras de carácter feminista.
Tu último corto habla sobre el empoderamiento de las mujeres. ¿Qué cualidades hacen a una mujer empoderada?
La libertad y la igualdad es lo que hace que una mujer se sienta con más poder que nunca. Precisamente por eso el día 8 vamos a estar todas otra vez pidiendo lo que se supone que es un derecho, pero que todavía no tenemos.
A pesar de tener dos premios Goya en tu salón has protagonizado varios cortometrajes. No se te caen los anillos por ello…
Para nada, y estoy muy feliz de haber hecho este trabajo. Teniendo en cuenta también que yo me tiro de cabeza a cualquier cosa a la que le pongas la palabra feminista y reivindique nuestros derechos.
¿Ha podido perjudicar tu carrera el haber sido tan clara a la hora de expresar tus ideas?
Lo que realmente te perjudica es hacer un mal trabajo. Yo creo que no, porque soy buena gente y lo que reivindico me parece justo. El trabajo es una cosa y lo que una sienta y piense es otra.
Hay feministas de renombre, como la filósofa Ana de Miguel, que compartió con esta revista su preocupación ante la posibilidad de que el feminismo se haya convertido en una moda, en un producto. ¿La compartes?
Ojalá. Entiendo por dónde va, porque solo hay que mirar lo que están haciendo los políticos los últimos días… que aunque todavía no ha empezado la campaña a mí ya me parece como si llevaran un mes. Estoy agotada. Puede ser que muchos hayan utilizado o frivolizado con el feminismo, pero prefiero que se hable de él a que se ignore.
Da la sensación de que a veces se aprovecha cualquier excusa para desacreditar todo el movimiento. Por ejemplo, con lo ocurrido con Leticia Dolera hace unos meses.
Si se mete la pata, hay que pedir perdón. Creo que Leticia Dolera ya lo hizo y que todas las mujeres tenemos que estar juntas en esto.
¿Crees que los políticos están utilizando el movimiento feminista como una estrategia electoral?
Ahora, sin duda. También pienso que la actitud con respecto al 8-M ha cambiado en partidos como el PP, que cuando estaban en el Gobierno lo ignoraron y este año ya proponen hasta leyes. A mí, mientras me den más derechos y mejor calidad de vida, no me importa que me utilicen. Lo del año pasado fue histórico y esto es imparable venga quien venga. Aunque venga a caballo…
Ahora que hablas de venir a caballo, ¿qué te parece el crecimiento de partidos como Vox?
Me da mucho miedo. Me da pavor la ultraderecha por su programa, sus ideas y el retroceso que puede conllevar en la vida de este país. Los políticos deberían reflexionar sobre qué es lo que no están haciendo bien cuando surgen este tipo de movimientos, no solo en España, sino en toda Europa. Estoy aburrida de verles pelear cada día. La responsabilidad es de la clase política.
¿Qué le dirías a Pablo Casado cuando asegura que quiere hacer saber a las mujeres embarazadas lo que llevan dentro?
Pues que es una pena que no sea mujer y lo pueda sentir. Me molesta mucho que se dé a entender que cuando una mujer quiere abortar parezca que se está yendo a la discoteca. A nadie le gusta tomar esa decisión, pero es una decisión de cada una. Todo el mundo quiere que tengamos niños pero no tenemos colegios, ni guarderías, ni una sanidad decente… Si Pablo Casado fuera mujer no hablaría así.
Se han cumplido 30 años de Mujeres al borde un ataque de nervios.
Sí, y el caso es que cuando me lo dijeron yo les contestaba, ‘Que no, que son 20. ¿Me lo vais a decir a mí?’. Pero sí, son 30 ya.
En la pasada gala de los Goya acudió parte del reparto junto a Pedro Almodóvar para dar el premio a la mejor película. ¿Por qué no te vimos allí?
Porque estaba muy malita. He pasado una gripe horrorosa que no se la deseo a nadie y que cuando me vio llegar el médico me dijo, ‘Tú te quedas aquí’. Así que esa noche estaba con el gotero…
Sorprendió la ausencia porque además se celebraron en tu comunidad, Andalucía. ¿Qué te parece que la gala se mueva de la capital?
Me parece muy bien que la gala utilice esta plataforma para llevar el cine español a otros lugares, que nuestro país lo tenga más cerca. ¿Por qué no vamos a descentralizar las cosas?
Tu compañera en aquel filme, Carmen Maura, ha criticado al movimiento feminista en una entrevista reciente.
¿Carmen? Pues no me he enterado de nada.
Afirmó que ya era hora de que “las mujeres se relajaran” y que se estaba “acojonando de tal manera al género masculino que no iba a ver forma de ligar”.
No estoy de acuerdo con Carmen. Una cosa es ligar y otra que yo tenga los mismos derechos que otros. No matamos a nadie… No las he leído e igual están sacadas de contexto, pero me sorprenden.
Tenido en cuenta tu currículum profesional, ¿dirías que el cine español te ha tratado como te mereces?
[Guarda unos segundos de silencio] Pues voy a decir que sí, pero no me importaría que me tratara mejor. He sido muy afortunada porque he trabajado con los mejores directores, he conocido a gente muy interesante y quiero que siga la rueda. Me he sentido querida, pero no importaría sentirme más.
Y si en vez de una mujer hubieras sido un hombre, ¿tendrías ahora las mismas oportunidades?
No te contesto a esto porque entonces sería yo como Pablo Casado, que se cree una embarazada… [ríe] El día que sea hombre te lo contaré, pero ahora mismo no puedo.