Los ‘royals’ en América

Estudiamos la relación amor-odio de los estadounidenses con las familias reales europeas.

Getty

Los estadounidenses tienen una relación extraña con la monarquía. Por un lado, están orgullosos de que su Constitución deje bien claro que “ningún título nobiliario será entregado en Estados Unidos” y consideran a los reyes como algo completamente obsoleto. Por otro, se sienten fascinados (sobre todo los medios de comunicación) por todo lo que rodea a la realeza europea y, cada vez que algún miembro de una familia real pisa suelo americano los medios descargan, su artillería de especiales.

Sin ir más lejos, ...

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Los estadounidenses tienen una relación extraña con la monarquía. Por un lado, están orgullosos de que su Constitución deje bien claro que “ningún título nobiliario será entregado en Estados Unidos” y consideran a los reyes como algo completamente obsoleto. Por otro, se sienten fascinados (sobre todo los medios de comunicación) por todo lo que rodea a la realeza europea y, cada vez que algún miembro de una familia real pisa suelo americano los medios descargan, su artillería de especiales.

Sin ir más lejos, The Huffington Post dedicó este martes tres de sus noticias a diferentes princesas europeas. Una a Kate Middleton, omnipresente en el medio; otra a la visita de Alberto de Mónaco y la princesa Charlene a Nueva York; y otra a Máxima Zorreguieta. Además, llevan un artículo de una princesa de Dubai a la que robaron 231.000 dólares en bolsos de Chanel y Prada, joyas de Cartier y un Rolex de la habitación de un hotel de Manhattan. La historia tiene guasa porque la princesa en cuestión se dejó la puerta de la habitación abierta como quien se olvida de meter la bisutería de H&M en la caja fuerte.

Sorprende que en esta ocasión Letizia Ortiz no aparezca en el Huffington porque el medio online le ha dedicado innumerables artículos casi siempre destacando lo “elegante y sencilla que es”. Solo en el mes de octubre, nuestra princesa ha protagonizado cuatro de sus historias. La última era una encuesta sobre si Letizia llevaba mejor un esmoquin parecido a uno que lució Beyoncé en los MTV Awards. Curiosamente, Letizia se impuso a la cantante. Como hemos dicho, son muy fans.

Comparativa de esmoquin entre Beyoncé y la princesa Letizia.

Huffington Post

A pesar de que la prensa estadounidense dedica mucha información a las familias reales, a veces sorprende lo perdidos que están en cuestión de protocolo. Es normal si tenemos en cuenta que es una institución completamente ajena que tienden a relacionar con los cuentos de hadas de las películas y las series.

La princesa Charlene se quedó alucinada cuando en la entrega de premios Grace Gala los periodistas le preguntaron si estaba al tanto de que Blair, de Gossip Girl, se ha liado con un supuesto príncipe de Mónaco en la última temporada de la serie. “Discúlpame, ¿Gossip Girl? ¿Qué es eso?”, contestó una confundida Charlene.

En la calle, la gente coincide en que no le ven sentido a la monarquía pero que en el fondo les crea mucha curiosidad. “Yo creo que los 'royals' nos recuerdan lo joven que es nuestro país y la incalculable historia que tiene Europa. Esto nos crea cierta curiosidad por conocer sus tradiciones”, explica Chris Hutchinson, un traductor de San Francisco.

Para Connor Hill, productor musical de la misma ciudad, la monarquía le crea curiosidad aunque no le encuentra sentido. “Son países donde hay presidente del Gobierno. Democracias con parlamento. Yo me pregunto en qué consiste exactamente su trabajo. Puedo entender que a algunas chicas os pueda interesar el vestido con el que se casó Kate Middleton, pero no le veo mucho sentido a una institución tan obsoleta que, en mi opinión, no sirve para nada. ¿Es rentable mantener algo así?”.

Aunque algunos medios, especialmente las secciones de estilo, le presten atención a los príncipes y princesas hay otros que se declaran directamente antimonárquicos. Es el caso de Slate, que se mostró indignado con la avalancha de atención que tuvo la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra en Estados Unidos. En un artículo titulado 'Boicot a la boda real', el periodista Mark Oppenheimer explicaba en clave de humor que levantarse a las tres de la mañana para ver el enlace era “de perdedores” e incluso “de traidores a la patria”. El periodista aseguraba que “era una pena” ver como algunos estadounidenses pierden el tiempo con un espectáculo que es “el reflejo de la desigualad”.

Lo que sí parece claro, tanto para los que odian como los que aman a las familias reales, es que si las siguen es por puro entretenimiento. Ven a sus miembros como a unas celebrities más. Como a Brad Pitt y Angelina. De hecho, este Halloween se vieron tantas Lady Gagas como príncipes Guillermo. Y estos ojos vieron, además, un perro disfrazado de Kate Middleton.
 

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