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La complicada relación de Hollywood con el virus del VIH

Charlie Sheen admite ser seropositivo desde hace cuatro años y haber pagado millones de dólares por comprar el silencio de los que conocían su estado. ¿Hay barreras que todavía no se han superado?

Charlie Sheen ha anunciado hoy que, desde hace cuatro años, es VIH-Positivo (no confundir con tener Sida, que es el estado avanzado de la infección del VIH). El actor ha decidido hacer pública su situación personal ante el acoso de varios tabloides y porque no podía sostener la extorsión de varias personas, a las que ha pagado hasta 10 millones de dólares para que no revelasen la noticia. Su anuncio llega tras días de polémica donde varios tabloides han satanizado y culpabilizado a Sheen de su conducta durante los últimos años y le han acusado de ocultar su enfermedad por miedo a perder su trabajo. El actor asegura que, gracias a la medicación, los niveles del virus en su sangre "son indetectables".Cordon Press
Muchos medios anglosajones han criticado la especulación moralista de la prensa amarilla sobre el estado de Charlie Sheen y han comparado su caso con el de Rock Hudson. El mítico actor no quiso hacer público que padecía Sida hasta tres antes meses antes de morir (le comunicaron que estaba infectado del VIH a los 58 años). Su silencio se produjo en una época de desconocimiento social sobre el virus (sus portavoces aseguraron hasta entonces que padecía cáncer de hígado), pero la prensa no dejó de acosarlo y de intentar retratar su degradación física. Una vez hizo público el avanzado estado del virus, Nancy Reagan, su amiga íntima, le dio la espalda y no quiso ayudar al actor en sus últimos días.Corbis
Elizabeth Taylor fue una de las amigas de Rock Hudson que permaneció a su lado hasta el final y el rostro activista de Hollywood para concienciar y recaudar fondos contra la enfermedad.  De ella es la popular frase "No creo que George Bush esté haciendo los suficiente por el Sida. De hecho, no sé si sabe deletrear la palabra Sida". La denominada 'Juana de Arco' del virus llegó a afirmar que "la industria sabía que los homosexuales estaban cayendo, pero en vez de extenderles la mano y decirles 'vosotros me ayudasteis a estar donde estoy hoy, sin vosotros no lo habría logrado', les dio la espalda". Ella procuró que no volviese a ocurrir. (En la imagen, junto al diseñador Halston, que falleció por un cáncer de pulmón en 1990 relacionado con el virus del Sida).    © Bettmann/CORBIS
Brad Davis se convirtió en una estrella fulgurante tras protagonizar El expreso de medianoche (1978), donde dio vida a un estadounidense que pasa 10 años en una cárcel turca por tráfico de drogas. Hijo de un padre alcohólico y de una madre que abusaba de él, Davis tuvo problemas para lidiar con la fama y fue heroinómano. Le diagnosticaron ser portador del virus en 1985 y murió de Sida en 1991, a los 41 años. Susan Bluestein, una afamada directora de casting y esposa de Davis, escribió Después de la medianoche: la vida y muerte de Brad Davis, donde relató por qué se vieron obligados a mantener en secreto la enfermedad.  "He ganado dinero en una industria que presume de preocuparse por la lucha contra el Sida pero, de hecho, si se rumorea que un actor tiene sida, no recibe apoyo de nadie y no consigue trabajo".    
En una entrevista al New York Times, la viuda de Davis explicó que su historia, al igual que la de Anthony Perkins (que mantuvo en secreto durante dos años ser portador del virus) ayudó a "generar más concienciación" en la industria. "La gente está intentando ser más tolerante y abrirse a la idea de contratar a alguien que sea seropositivo, si lo saben. Pero creo que sería muy diferente si, algún día, un actor famoso lo expusiera mientras está vivo y trabaje. Ahí será cuando veamos cambios reales". La viuda de Perkins también relató al New York Times sus reticencias sobre si la industria hubiese apoyado al actor. "Mucha gente me ha dicho que de haber sabido que estaba enfermo le hubiesen dado más trabajo, pero tengo mis dudas".© Bettmann/CORBIS
El productor, guionista y escritor Larry Kramer (en la foto, entre Mark Ruffalo y Julia Roberts) es quizá uno de los activistas más potentes en la industria y quién más ha hecho por dar visibilidad a la enfermedad. Él escribió la obra de teatro The Normal Heart, donde relataba la parálisis burocrática y social frente a los estragos del virus sobre la comunidad gay en los 80. Recientemente adaptada por la HBO (y emitida en Canal Plus), la película consiguió hacerse con un Globo de Oro (por la interpretación de Matt Bomer) y dos Emmy.Getty
Además de The Normal Heart, otra de las historias que ha recuperado la HBO recientemente sobre los años de la plaga de la enfermedad ha sido Behind the Candelabra, una cinta dirigida Steven Soderbergh sobre la vida del pianista  Liberace. Soderbergh aseguró durante la promoción que intentó venderla a los grandes estudios pero que ninguno quiso producirla "porque la historia era demasiado gay". La cinta describe cómo el pianista ocultó su condición sexual y ser portador del virus hasta sus últimos días. Murió de una neumonía derivada del virus del Sida en su casa de Palm Springs a los 67 años.
Pese a las denuncias discriminatorias, en la gran pantalla se ven otras historias. Desde Reino Unido, una de las últimas películas que hemos visto con un mensaje positivo sobre la lucha contra el Sida ha sido Pride, donde Dominic West (The Wire, The Affaire) se pone en la piel de Jonathan Blake (en la imagen, junto al actor), el activista gay en pro de los mineros en huelga en la época de Thatcher que fue el primer diagnosticado como portador del virus en el hospital de Middlesex y uno de los primeros de toda Gran Bretaña. "Me diagnosticaron en octubre de 1982, y ni siquiera se llama VIH entonces, lo llamaban HLTV3. Era terrorífico, con diagnóstico terminal", contó recientemente a The Telegraph. Blake vive felizmente con su pareja Nigel (llevan 32 años juntos) en Brixton, al sur de Londres.  
Robert Reed fue el mítico Mike Brady en la serie La Tibu de los Brady y fue otro actor que mantuvo en secreto ser seropositivo hasta su muerte. Falleció en 1992 de un cáncer de cólon derivado del virus,Paramount Pictures (Getty Images)
Michael Jeter (en la imagen, en la esquina izquierda inferior) es el ejemplo de que Hollywood puede cambiar la  estrategia de silencio sobre la enfermedad. Seis años antes de morir a los 50 años en 2003 por un ataque epiléptico, el actor (que participó en películas como La Milla Verde o Miedo y asco en las Vegas) reconoció ser seropositivo. Eso no impidió que participase en películas como Parque Jurásico 3 . "No me muero de Sida, vivo con el VIH" es una de sus frases más emblemáticas.