Julieta Venegas: «La gente no se cree que yo le escribiera a Bad Bunny: ‘Sin miedo, papito, ven y dame más'»

La mexicana Julieta Venegas es un referente que, tras una carrera de éxitos, ahora apuesta por la independencia musical. En su gran regreso tras siete años sin publicar, colabora con Bad Bunny. Y le escribe mensajes a Rosalía.

Julieta Venegas lleva camisa de MIU MIU.Pablo Zamora

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La luz anaranjada de las últimas tardes de verano tiene la capacidad de embellecer todo lo que toca. Incluso los edificios de un polígono madrileño. Tras los ventanales de uno de ellos, en una sala ya vacía donde ha tenido lugar esta sesión de fotos, Julieta Venegas (Long Beach, California, 1970) se sitúa frente a un portátil, enciende la cámara y comienza a saludar: “Hola Nicaragua, hola Chile, qué bueno Puerto Rico…”. Al otro lado de la pantalla, cientos de fans de diferentes puntos del planeta se conectan a la presentación del último videoclip de su nuevo disco, Tu historia. Julieta es una de las figuras más queridas de la música en español de las últimas décadas y, durante los minutos que está en directo, sus seguidores se lo hacen saber. Un rato antes, durante la entrevista, reflexionaba, pausada, sobre su impulso de búsqueda constante. Es un rasgo de su inquieta personalidad que ha cultivado a lo largo de su vida y por el que abandonó Tijuana con 21 años para intentar ganarse la vida con la música. “Me instalé en Ciudad de México y pegaba carteles en tiendas de discos porque quería montar un grupo. Me contactaban e iba a casas de músicos que no conocía a escucharles tocar. Era una locura, pero nunca sucedió nada malo”, recuerda. Todo lo contrario. Fue su despertar. Y con el tiempo logró su sueño. La fama mundial llegó gracias a Limón y Sal en 2006 y varios lustros después, tras una carrera laureada con 10 Grammy Latinos, 7 premios MTV, 2 Grammy y 2 Billboard Music Award, dejó su discográfica (Sony Music) para emprender un camino independiente. “Necesito buscar la incertidumbre porque la certeza me duerme. Desconfío de los lugares donde todo el mundo está acomodado. Además, estoy en un momento de mi vida y carrera donde no quiero una gran maquinaria que me represente. No quiero que me cuenten, sino contarme a mí misma. Es más modesto y no paro de aprender”, dice. Sus últimas colaboraciones audiovisuales han sido con las directoras Ana y Lola Piñero y con cantantes como Sen Senra o Bad Bunny. 

¿Cómo surgió la colaboración con Bad Bunny?  

En mitad de la pandemia. Estaba encerrada en casa en pantuflas cuando Tainy, el productor, me dijo que quería que escribiera una respuesta a un tema que cantaba Benito. Yo amo a Bad Bunny y le dije que me lo mandara rápidamente. Fue una fantasía.

 A su hija de 12 años le haría ilusión, ¿no?  

Me dijo: “¿Le has dicho a Benito ‘sin miedo papito, ven y dame más’?”. “¡Claro!”, respondí. “Si él me canta ‘lo siento bebé’, ¿qué voy a decir?”. Hay amigos que no creen que yo haya escrito eso.

La artista luce abrigo de piel y jersey de punto, ambos de PRADA, medias de FOGAL y botas de ante de CHRISTIAN LOUBOUTIN.Pablo Zamora

¿Ha cambiado mucho la figura de la mujer en el mundo de la música desde que usted comenzó hace 25 años? 

Por suerte sí. Ya no hay nadie en la puerta diciendo quién entra y quién no. Y las mujeres compositoras han crecido un montón. Además, ellas eligen cómo se quieren mostrar. Aún hay críticas porque algunas sean muy sexys, pero está genial que se muestren como quieran si son ellas quienes lo deciden y no alguien por detrás. Lo sexy y el feminismo no están peleados.

Y usted compuso el tema Mujeres debido al auge de las marchas feministas en Latinoamérica.  

Sí. Empecé a vivir esas marchas en Buenos Aires, donde el feminismo fue una punta de lanza para el resto de Latinoamérica y me emocioné al ver cómo surgían en México. Sé lo que es tener miedo como mujer mexicana y las marchas hacen algo en nuestras cabezas. En ellas nos damos cuenta de que somos una fuerza política que puede hacer cambios estructurales. Estar en la calle juntas es terapéutico porque lo disfrutamos, nos enojamos, lloramos por todas las mujeres muertas y ahí estamos. Cuando vi cómo la prensa sacaba el enfoque del centro, que es la violencia que sufrimos las mujeres en México, y lo llevaba al vandalismo diciendo que las feministas son agresivas, escribí la canción.

La cantante luce un pantalón y camisa de MAX MARA, pendiente de metacrilato de EMPORIO ARMANI y salones Balloon de piel de LOEWE.Pablo Zamora

Afirma que es un movimiento imparable. 

Sí. El feminismo es imparable, pero va muy lento. Todos los gobiernos deberían estar aliándose con él porque no va solo con las mujeres, sino con la mejora de la sociedad. Me desespera que el presidente de México, [Andrés Manuel] López Obrador, que se pelea con quien le lleve la contra, no se dé cuenta de que el feminismo es para construir, cuestionar y cambiar las cosas.

En sus últimos vídeos usted solo ha trabajado con directoras.  

Quería evitar la excesiva seguridad de los hombres directores. Necesito trabajar desde cierta incertidumbre, me da más apertura para saber hacia dónde quiero ir.

Al dejar Sony Music y emprender un camino independiente, también habrá asumido mucha incertidumbre.  

Sí, porque, por ejemplo, ya no iba a ocupar ciertos espacios. Pero ¿quería estar en ellos o encontrar mi sitio? Si escribes canciones tienes que seguir con los pies en la tierra y saber quién eres.

¿Por eso se mudó a un barrio de Buenos Aires?

Claro. Necesitaba llevar a mi hija a la escuela, ir al súper, cocinar… Y ahí me lancé a hacer un monólogo en un teatro para 200 personas durante seis meses. Cada noche sentía miedo antes de salir al escenario. Yo quiero hacer cualquier cosa que me emocione.

La literatura es otro pilar de su vida. Hizo el podcast Pila de libros, comparte sus lecturas en GoodReads y ha sido la última editora invitada de Editorial Barret.  

Soy compositora porque primero me hice lectora. La literatura me cambió la vida. Y como tengo la certeza de que eso es posible, le dedico tiempo a promoverla. En mi caso no fue por un libro en concreto, empecé a leer con siete años a Corín Tellado en la revista Vanidades, pero saber que podía imaginar algo por leer unas líneas me pareció increíble.

Julieta Venegas, con vestido estampado de PATOU; y anillo y brazalete de CATALINA D’ANGLADE.Pablo Zamora

Si echa la vista atrás, ¿qué es increíble de su vida?  

La audacia de irme con 21 años a vivir a la Ciudad de México. El impulso de quedarme y no volver a Tijuana.

Ha dicho que “es difícil salir ileso de la infancia” y que “junto a la adolescencia es la etapa que nos define”. ¿En su caso fue así? 

Sí, porque empezamos a definir quiénes somos cuando nos enfrentamos a nuestra familia. Yo los amo, pero en mi adolescencia era muy infeliz, no me gustaba vivir en Tijuana y sentía que pertenecía a otro lugar.

 Y eso que tiene una hermana gemela. 

¡Imagínate el nivel de negación! Claramente era de esa familia y me siento muy normal gracias a ellos. Mi papá es fotógrafo de bodas, eventos. Siempre se ha considerado un artesano, no un artista. Yo igual.

 ¿Y usted qué se siente? 

Yo escribo canciones y me dedico a la música.

En este disco canta más al desamor que en los anteriores. ¿A qué lo achaca? 

Igual fue por la pandemia [cuando lo escribió]. Yo soy una teórica del amor, pregúntame lo que quieras. Ja, ja, ja. En las historias de amor contamos nuestra humanidad. Pero en el disco hay una ranchera bien furiosa desde el humor. Del despecho hay que reírse como cuando te ocurre algo doloroso. En mis canciones siempre hay humor para aceptar ciertas cosas.

 El disco se llama Tu historia. ¿Por qué? 

Estoy en un momento de mi vida en el que no quiero tachar nada de lo que he vivido. Muchas veces he echado a un lado cosas para seguir adelante, y ahora no. Todo te construye, te enseña y te hace ser lo que eres. Lo importante es abrazar el error. ¿Para qué sufrir por cosas que ya hiciste? Hay que aceptar la persona que has sido y lo que has aprendido de esas experiencias. No tiene sentido hacer como que no has vivido nada.

¿Se aplica estos consejos?

No. Soy buenísima dándolos y muy distinta tomándolos. Muchas veces escribo canciones como autoconsejos: primero lo pienso, me hago una idea y después lo pongo en práctica. De esa reflexión surgen mis temas.

 ¿Le ha pesado la edad en algún momento?  

Solo entre los 19 y los 20, porque sentí que me había hecho súper mayor. Luego no me ha vuelto a pasar y siempre pienso que la mejor edad es la que estoy viviendo porque disfruto mucho de los cambios. También es que mediáticamente estamos acostumbrados a idealizar la juventud, pero hay mucho más allá.

Es un referente. ¿Quién lo es para usted? 

Marisa Monte me inspira, y también jóvenes como Rosalía. Es excepcional, una diosa. El otro día no me encontraba bien antes de salir a cantar y pensé: “Que diosita Rosalía me cuide”. A veces le escribo por Instagram en plan: “Te amoooooooo”.

Estilismo: Beatriz Moreno de la Cova

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