Julia Garner, la rarita que se apuntó a teatro para vencer su timidez y ahora arrasa en las series
Empezó a trabajar a los 17 años y con solo 25 ya ha ganado un Emmy por su papel en ‘Ozark’. Ahora va a protagonizar el nuevo proyecto de Shonda Rhimes, basado en la historia real de una ‘instagramer’ que estafó a la élite neoyorquina. Tim Walker la ha retratado para Kate Spade y no se pierde el ‘front row’ de Miu Miu.
Jodie Foster en Taxi Driver, Mia Farrow en La semilla del diablo y Anne Baxter, la falsamente ingenua Eva Harrington de Eva al desnudo, fueron los modelos cinematográficos a seguir de Julia Garner (Nueva York, 1994). Creció obsesionada con esas películas en una familia de intelecuales de Riverdale, Nueva York. Su madre, la terapeuta Tamar Gingold, había sido actriz en su Israel natal, y su padre, Thomas Garner, es pintor y profesor de arte. “Mi vida era como una película de Noah Baumbach”, bromeaba la actriz en ...
Jodie Foster en Taxi Driver, Mia Farrow en La semilla del diablo y Anne Baxter, la falsamente ingenua Eva Harrington de Eva al desnudo, fueron los modelos cinematográficos a seguir de Julia Garner (Nueva York, 1994). Creció obsesionada con esas películas en una familia de intelecuales de Riverdale, Nueva York. Su madre, la terapeuta Tamar Gingold, había sido actriz en su Israel natal, y su padre, Thomas Garner, es pintor y profesor de arte. “Mi vida era como una película de Noah Baumbach”, bromeaba la actriz en The Gentlewoman el año pasado. Para la revista británica, ella solita ha redefinido el concepto de antiheroína y se ha erigido como una de las actrices más interesantes de la nueva generación.
Con solo 25 años, el pasado septiembre ganó el Emmy a mejor actriz de reparto por su papel de Ruth Langmore en la serie Ozark (cuya tercera temporada estrena Netflix el 3 de marzo). Para convertirse en esa matriarca casi adolescente de una familia de delincuentes rurales, Garner impostó un acento de Misuri. Muchos pensaron que era propio, pero nada más lejos de la realidad: “Yo soy la quintaesencia de lo neoyorquino, ni siquiera tengo carné de conducir”, afirmó en una entrevista en The Cut. En el mismo artículo reveló que se había iniciado en la interpretación precisamente para superar sus problemas con el habla: de niña tuvo dificultades, por lo que se apuntó a clases de actuación para vencer su timidez y ganar fluidez.
Comenzó a actuar en 2010, con 17 años, y al principio parecía que iba a ser el nuevo rostro del cine indie. Martha, Marcy, May, Marlene, una película sobre una secta, supuso su debut y en Electrick Children interpretó a una adolescente embarazada milagrosamente en una comunidad mormona. Luego llegaron pequeñas apariciones en Las ventajas de ser un marginado o Sin City: una dama por la que matar. Pero la televisión ha sido su verdadera lanzadera: salió en un capítulo de Girls y en dos de The Get Down, participó en The Americans y Dirty John, interpretó a la hermana pequeña de Emma Stone en la lisérgica Maniac y este otoño protagonizó uno de los capítulos de Modern Love, la serie de HBO basada en la columna de historias de amore de The New York Times.
Ahora aborda el desafío de ser la protagonista. En 2020 estrenará Inventing Anna, el nuevo proyecto para Netflix de Shonda Rhimes, la creadora de Anatomía de Grey. En la serie, basada en una historia real, encarnará a Anna Delvey, la instagramer que se hizo pasar por una rica heredera alemana y estafó a varios miembros de la élite neoyorquina. También es la estrella de The Assistant, la película que se acaba de estrenar en el festival de Sundance sobre una joven que comienza a trabajar como asistente de un magnate del mundo audiovisual que abusa de su poder sin miramientos, en el que muchos han querido ver un retrato de Harvey Weinstein, según apunta Indiewire.
En la estela del icono del indie de los 90 Chloë Sevigny, con quien es comparada a menudo, Garner mantiene una estrecha relación con el mundo de la moda: ha realizado campañas para Miu Miu y Kate Spade –Tim Walker la fotografió para la temporada p-v 2019–, suele sentarse en la primera fila de los desfiles de estas marcas y en 2016 desfiló para Balenciaga en París. Además, en 2019 protagonizó el Calendario Pirelli fotografiado por Albert Watson.
Tiene un sello personal, pelo corto y rizos rebeldes, piel blanquísima, al que no ha querido renunciar. “No es que sea fea, pero sé que no cumplo el estándar hollywoodiense de belleza. Siempre he tenido unas pintas raras, diferentes. Especialmente a los 16 años, con mi pelo rizado estraño y mis dientes separados. Nada de eso ha cambiado. Sigo igual”, afirmó en una entrevista con Vulture el año pasado. Rebecca Thomas, que la dirigió en Electrick Children, explicó en The Wall Street Journal que para ella la de Garner es una belleza de otra época: “Recuerda a alguien del siglo XIX a quien quieres ver en un cuadro o a una figura de western de los años 40. Es de otro mundo. Brilla”.
El pasado 12 de diciembre demostró cómo maneja la moda a su antojo con su traje de novia: el diseñador Zac Posen –que diseñó el espectacular vestido dorado que ella llevó en la gala Met de 2019– compartió en Instagram imágenes del modelo que Garner eligió para su enlace con Mark Foster, líder de la banda Foster the People. Chaqueta de piel blanca, rizos al viento y un vestido de encaje y satén blancos. Para muchos el enlace fue una sorpresa –se sabía que estaban comprometidos desde abril y ella le había dedicado el Emmy en su discurso–, pero para Garner fue el cierre de su década prodigiosa, como afirmó en sus redes: “Es una locura pensar que cuando empecé a actuar en 2010. Es salvaje lo que pasa en la vida. Nunca pensé que esta década acabaría de una forma tan hermosa”.