Jennifer Connelly: «Para ser un referente hay que tener personalidad»
Es una mujer y actriz de múltiples rostros. Además, la neoyorquina de 42 años presume de ser una incansable madre de tres hijos, imagen de Shiseido y de tener tres películas pendientes de estreno.
Delicada, vulnerable y modosita. Así la veía el mundo antes de Réquiem por un sueño (Darren Aronofsky, 2000). Pero su papel de drogadicta echó por tierra todos esos calificativos. «Llevo actuando desde los 11 años. Mis objetivos han variado, pero sigo enganchada a la interpretación. Me gusta que las películas sean proyectos colaborativos», afirma. Madre de tres hijos, esposa de un compañero de profesión (Paul Bettany) e imagen de la marca de belleza Shiseido, a sus 42 años Connelly no para.
En 2014 estrenará tres filmes: Cry/Fly, sobre los desencuentros entre una ...
Delicada, vulnerable y modosita. Así la veía el mundo antes de Réquiem por un sueño (Darren Aronofsky, 2000). Pero su papel de drogadicta echó por tierra todos esos calificativos. «Llevo actuando desde los 11 años. Mis objetivos han variado, pero sigo enganchada a la interpretación. Me gusta que las películas sean proyectos colaborativos», afirma. Madre de tres hijos, esposa de un compañero de profesión (Paul Bettany) e imagen de la marca de belleza Shiseido, a sus 42 años Connelly no para.
En 2014 estrenará tres filmes: Cry/Fly, sobre los desencuentros entre una madre y su hijo; Winter’s tale, historia sobre milagros y destinos cruzados escrita por el guionista de Una mente maravillosa; y Noah, una oscura recreación del Arca de Noé. La actriz afirma haber encontrado la estabilidad: «Me ayuda correr y hacer yoga, me concentra y relaja», nos cuenta en exclusiva. Vale, pero ¿qué se esconde detrás de esa aparente tranquilidad? Difícil de decir. No se deja desnudar. Aunque alguna pista sí da.
Acaba de rodar Cry/Fly bajo las órdenes de la peruana Claudia Llosa. ¿Cree que faltan mujeres en la dirección?
He hecho 30 películas y, excepto tres, todas han sido con hombres. Las realizadoras me han aportado mucho. Claudia es muy talentosa pero no se lo puedo achacar a que sea mujer. Me cuesta hacer declaraciones sobre género.
Ha compartido protagonismo con su marido en Creation y actuará para él en Shelter. ¿No le agota hablar de cine con su pareja?
No. Ya lo hacíamos antes de compartir proyectos: llegábamos a casa y dialogábamos. Me encanta el hecho de levantarnos e ir a trabajar juntos.
Es madre de tres hijos. Con tanto rodaje y sin parar de viajar, ¿cómo se las apaña?
Basta con adaptarse. Esta profesión es un lujo. Empezamos Noah en agosto y terminamos en diciembre. Fueron tres meses y medio fuera de casa. Al concluir me volqué en mi familia. A veces llevo a mis hijos al set y aprenden mucho. La desventaja: el tiempo que dedico a cuadrar agendas.
¿Alguno quiere ser actor?
Kai [15 años] y Stellan [9] actúan, pero lo que les gusta es la música. Se pasan la vida tocando la guitarra.
Usted canta.
No.
Pero grabó un par de canciones para el mercado japonés.
Bueno… era una niña y se trataba de un anuncio. Pero se me da fatal.
Gusta en Japón: hoy es imagen de Shiseido.
Me encanta esa marca: uno de sus lemas es la autenticidad. De hecho, pesó mucho que usara sus productos a la hora de escogerme como embajadora.
Usted solo tenía dos años más que su hijo Stellan cuando empezó a actuar. No debió de ser fácil.
Cuando me quise dar cuenta la actuación era mi vida y mi personalidad. De niña no sabía gestionar la atención que despertaba. Solo trataba de recordar el guión, ser puntual, contentar al director…
Le ha costado que la crítica la tomara en serio. Pero incluso en sus inicios, cuando no contaba con su beneplácito, era un ídolo indie: con 14 años actuó con David Bowie en Dentro del laberinto.
Lo bueno que tiene ser tan joven es que no te das cuenta de la magnitud de los iconos y te intimidan menos. David Bowie es un ser excepcional: divertido, despreocupado. Rodar esa película fue un sueño.
En Noah luce canas. ¿Se dejaría el pelo blanco?
Todavía no he tenido que tomar esa decisión. No tengo casi canas. Pero me gustan las melenas lisas y grises, son elegantes.
Ese es un adjetivo muy empleado para describir su estilo. ¿Cuál es su filosofía?
No me gusta seguir modas. Lo primero es sentirme cómoda; solo así me siento segura. Aprecio el diseño innovador pero no para vestirlo.
¿Qué es para usted un icono?
Quien va más allá de crear tendencias. Ser un referente va aparejado a tener personalidad, como Katharine Hepburn.
¿Su diseñador favorito?
Me encantó el periodo en el que Nicolas Ghesquière estuvo en Balenciaga. Resumía mi concepto de buen diseño: sastrería, ejercicios geométricos, patrones inteligentes y estampados gráficos.