Gaby Hoffmann: «Ser madre puede ser egoísta, equivocado y sin esperanza, pero quería sentirlo»

Estrella de cine infantil, musa adulta después y dama de ‘Girls’. Gaby Hoffmann hoy es una actriz y madre optimista que elige con cuidado sus papeles, como el que interpreta en ‘C’mon C’mon’, una de las películas que se ha proyectado en el Festival de Rizoma.

La actriz estadounidense Gaby Hoffmann.Getty Images (Getty Images)

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Hasta los 11 años, Gaby Hoffmann (Nueva York, 40 años) vivió en el Chelsea Hotel, el mítico edificio de Nueva York en el que Dylan Thomas murió, Sid mató a Nancy, y Patti Smith, Leonard Cohen o Madonna residieron. También vivían allí las Superstars de Andy Warhol, a las que el artista inmortalizó en Chelsea Girls, y una de ellas era la madre de Hoffmann, Janet Susan Mary Hoffmann o Viva. Gaby ha contado mil veces que tener como amigo al camello del lugar o que Cindy Sherman la fotografiara era lo normal. “Lo anormal eran esos barrios de las afueras que veía en las películas”, cuenta.

A los cuatro años empezó a hacer anuncios para ayudar en la escueta economía familiar. A los seis participó en su primera película, Campo de sueños (1989), junto a Kevin Costner; después vendrían Solos con nuestro tío, con su rival infantil, el actor Macaulay Culkin (“Es el peor niño mimado, muy competitivo y no le veo como actor adulto porque no sabe actuar”, dijo de él en aquellos años); ¿Qué le pasa a mamá? o Algo para recordar; y en la cinta Amigas para siempre (1995) era la versión infantil de Demi Moore.

Hoy, sin decirlo expresamente, esquivando el tema y cortando la entrevista, no lo dice, pero lo dice. Hubo muchos claroscuros en aquellos años de estrella. Esa era una carrera que su madre había escogido para ella y a los 17 años la paró en seco. Se marchó a estudiar literatura al prestigioso Bard College y después se refugió en el campo con su novio (hoy marido y padre de sus dos hijos) a probar otras profesiones (“Fui casi doula [persona que informa y acompaña en el proceso de la maternidad] y aprendiz de cocina en Italia”) y descubrir su propio camino. “Vivir las ansiedades y crisis de mis 20 años fuera del ojo público fue un privilegio”, admite.

Sin embargo, la interpretación la volvió a llamar. En la última década ha resurgido como musa de artistas y títulos indie: Ali en Transparent, Caroline en Girls. A los que ahora suma C’mon C’mon, el último filme de Mike Mills, en el que abandona los papeles de mujeres excéntricas interpretando el personaje que más cercano ha sentido hasta ahora: una amorosa y comprensiva madre, mujer, hija y hermana. Lejos de su infancia en el Chelsea, Gaby Hoffmann se declara hoy “una chica normal, hetero de clase media, dedicada a la maternidad por completo”. Su madre habría preferido verla en un camino opuesto.

Gaby Hoffman en ‘Girls’, donde interpretaba a la excéntrica hermana de Adam (Adam Driver).Everett Collection (©HBO/Courtesy Everett Collectio)

C’ mon C’mon es una reflexión del director Mike Mills sobre la relación con su hijo, y su personaje está inspirado en su mujer, Miranda July, como madre. ¿Siente una relación igual de personal con el filme, comparte su visión de la maternidad?

Cuando leí el guion desde luego sentí que era familiar. Aunque soy una mujer muy distinta a mi personaje, sabía lo que ella sentía. Hay tanta verdad universal en lo que dice sobre ser madre, hija y hermana, sobre cómo de dinámicas, complicadas y bonitas son esas relaciones, que supongo que sí es una película muy personal. Además, yo no sé cómo interpretar un personaje sin meter mucho de mí, no lo hago de forma consciente o intencionada, pero me pasa, salen de mí de alguna forma. Por otro lado, Mike y yo tenemos mucho en común, los dos venimos de familias raras [se ríe] y hemos estamos rodeados de artistas toda nuestra vida.

Como Joaquin Phoenix pregunta a los niños del filme, ¿qué piensa del futuro?

Antes no lo hacía, pero ahora pienso mucho en el futuro. Tengo dos niños pequeños, así que intento mantenerme desesperadamente optimista sobre lo que venga. De otra forma, no sé si sobreviviría. Hago un esfuerzo consciente por mantener la esperanza, por creer que aún hay cosas y gente buenas en este mundo, por pensar que hay justicia y que, en algunos sentidos, vamos todos en la buena dirección. Espero que superemos la estupidez y los problemas que nos hemos formado nosotros mismos. La humanidad sobrevivirá. Tengo que tener confianza porque he traído dos personas a este mundo, tengo que creer que es por ellos.

¿Traer niños a este mundo puede ser egoísta?

Sí, he luchado mucho contra ese pensamiento. Como cuando decidí concebir hijos naturalmente y no adoptar, por ejemplo. Tiene que ver con esa idea sobre el futuro, puedes verlo como un acto egoísta o como un acto esperanzador. Puedes verlo como nuestro destino biológico, espiritual y absoluto. En un nivel muy básico, supongo, estamos construidos para tener hijos. Yo, como mujer, decidí que podía ser algo egoísta, equivocado y sin esperanza, pero que quería experimentarlo desesperadamente. Y decidí que era mi derecho humano. Para mí ser madre de estos niños es todo. Es difícil hablar de ello con una lente negativa porque es amor puro.

¿Piensa mucho también en el pasado? Obviamente, ha tenido una vida única.

No me obsesiona. No me preocupa tanto lo que he vivido. Sin embargo, una vez que tuve hijos y se convirtieron en lo primero para mí, empecé a intentar tomar notas sobre ellos y hacer dibujos de los pequeños momentos, porque su infancia es lo más dinámico e interesante que me ha pasado nunca. Es tan apabullante que es imposible recordar todo. Eso sí es importante, aunque no me obsesiona eso de documentar mi vida, de recordar cada detalle, me interesa más intentar estar presente, aquí y ahora, y moverme hacia delante.

Gaby Hoffmann en ‘C’mon C’mon’, su papel más sereno y cercano a su momento personal.Everett Collection (Courtesy Everett Collection / Co)

C’mon C’mon es su primera película en siete años, después de haber vivido un bum independiente en la pasada década, ¿este mundo ya no es lo primero?

No quiero que sea mi vida, quiero vivirla. Me gusta mucho mi trabajo, y para mí es todo un privilegio poder vivir de esto, pero no quiero hacer solo eso.

¿Y cree que puede abandonar ya un poco los papeles excéntricos como el de Girls o Transparent? ¿Ya no la ven única- mente como “la chica que puede hacer de loca”?

Elijo mis papeles con mucho cuidado. Y nunca pienso de mis personajes si son más o menos locos. Soy mucho más práctica, tomo la información que me dan de cada personaje e intento hacerlos reales pero sin juzgarlos.

Fue niña actriz, ahora trabaja con Woody Norman, un niño actor, ¿le protegió especialmente?

Woody no me necesitó en ningún momento. Tiene un gran talento, le gusta esto y, sobre todo, tiene una madre maravillosa que le está protegiendo como debe ser. A menudo ves a muchos niños actores que no les ocurre lo mismo, no sien- to que les protejan. Cuando yo hacía esas grandes películas de Hollywood con seis u ocho años no siempre sentía que podía decidir sobre lo que quería hacer. Pero él sí, tiene una relación muy saludable con la interpretación gracias a su madre y a sus familiares.

Gaby Hoffmann en el 59° Festival de Cine de Nueva York.Getty Images (Getty Images)

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