«Parece que ser ambicioso solo es bueno cuando eres hombre»

La actriz Diane Kruger ha decidido acabar con el halo de sofisticación que ha marcado su carrera eligiendo papeles valientes.

Diane Kruger: "Acabé agotada, con este personaje"Getty Images

En sueños, Diane Kruger (Alemania, 1976) habla en alemán. «También lo hago cuando estoy cansada o enfadada», dice. No sería raro de no ser porque dejó el país con 15 años y allí ni se acordaban de ella hasta que el director Fatih Akin la llamó para hablarle de Katja, la protagonista de En la sombra (en los cines, el 23 de febrero): una mujer que venga la muerte de su marido y su hijo en un atentado. El papel de su vida (Cannes la premió como mejor actriz), ha marcado su carrera y nuevo camino.

Es su primera película en Alemania. Y en alemán.


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En sueños, Diane Kruger (Alemania, 1976) habla en alemán. «También lo hago cuando estoy cansada o enfadada», dice. No sería raro de no ser porque dejó el país con 15 años y allí ni se acordaban de ella hasta que el director Fatih Akin la llamó para hablarle de Katja, la protagonista de En la sombra (en los cines, el 23 de febrero): una mujer que venga la muerte de su marido y su hijo en un atentado. El papel de su vida (Cannes la premió como mejor actriz), ha marcado su carrera y nuevo camino.

Es su primera película en Alemania. Y en alemán.

He estado esperando una así mucho tiempo. Me fui de allí joven. Aún no era actriz, no conocía a nadie en la industria del cine alemán, como ahora que ni siquiera tengo agente. Pero conocí a Fatih en una edición del Festival de Cannes y me acerqué en una fiesta, tras beberme una copa, para presentarme. Soy alemana y regresar a mi país para rodar esta película fue como volver a casa.

¿Le resultó fácil meterse en el papel?

En ese sentido, sí. Conocía a Katja, de alguna manera. Lo difícil fue sufrir el dolor del personaje. Acabé agotada, sentí que me ahogaba [coincidió con la muerte de su abuela y su separación de Joshua Jackson].

Akin dice que usted y él hacen una pareja perfecta porque los dos son ‘chicos de la calle’. ¿Cómo era esa street girl y qué queda de ella?

Está siempre ahí. Yo crecí en el campo, sé que la gente piensa que soy una mujer muy sofisticada, pero viví mi niñez en un pueblo muy pequeño y nadie en mi familia había hecho nada artístico. Fatih es hijo de inmigrantes, es muy sensible. ¿Cuántas veces un director escribe un personaje femenino con tanta profundidad? Yo creo que soy su alter ego en esta historia. Y me ha cambiado, ya no soy la misma.

¿En qué sentido afirma que la ha afectado?

No sé, creo que tengo mucha empatía por Katja, y ahora cada ataque terrorista me recuerda que hay nuevas Katjas en el mundo, madres y padres que se quedan atrás de estos atentados.

En este momento, ¿qué busca profesionalmente?

Papeles como este, que no llegan tan a menudo.

¿Cómo está viviendo la reivindicación femenina en Hollywood?

En cualquier lugar o trabajo debemos reivindicar la igualdad salarial. A mí nunca me han pagado tanto como a mis compañeros masculinos. Cuando oyes hablar de mujeres ambiciosas siempre hay una connotación negativa, parece que la ambición sea solo positiva para ellos. Trabajo con asociaciones que intentan enseñar a las chicas que serlo no es malo. Yo dejé mi pueblo pronto, pero también hay un factor de suerte a la hora de encontrar tu camino y conocer a gente que te ayude a cumplir tus sueños.

¿Cuál era su mayor ambición en aquellos tiempos?

No estaba segura. No encajaba. Era la primera generación de chicas en un colegio de chicos que jugaban al fútbol. Yo era bailarina. Cuando llegué a París, actuar fue el primer trabajo que escogí .

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