Obsesión de los fans y sexualización: no todo brilla para los niños de ‘Stranger Things’
El acoso por parte de algunos fans de la serie del momento lleva a que uno de sus protagonistas, Finn Wolfhard, pida públicamente que no le molesten más ni a él ni a sus conocidos.
La popularidad de Stranger Things hoy en día es incuestionable. Sólo en EEUU, 15,8 millones de personas vieron la segunda temporada de la serie de Netflix en su primer fin de semana y puede ser anecdótico encontrarse a alguien que todavía desconozca qué pasa o de qué va el show ambientado en los 80 donde unos chavales de un pueblo de Indiana tienen que lidiar con episodios paranormales como experimentos del Gobierno o la invasión del mundo al revés. Su universo e iconog...
La popularidad de Stranger Things hoy en día es incuestionable. Sólo en EEUU, 15,8 millones de personas vieron la segunda temporada de la serie de Netflix en su primer fin de semana y puede ser anecdótico encontrarse a alguien que todavía desconozca qué pasa o de qué va el show ambientado en los 80 donde unos chavales de un pueblo de Indiana tienen que lidiar con episodios paranormales como experimentos del Gobierno o la invasión del mundo al revés. Su universo e iconografía lo invaden todo: se anuncian giras de los artífices de la banda sonora (en abril en Barcelona), se han creado colecciones retronostálgicas sobre la serie para firmas como Topshop –Louis Vuitton llegó a subir una camiseta de la serie en su desfile– y las firmas se desviven por contar con sus actores como embajadores de marca (Millie Bobbie Brown, Eleven en la serie, protagonizó una campaña de Calvin Klein by Appointment y ha sido nombrada una de los adolescentes más influyentes del planeta por la revista Time).
Pero, ¿qué ha llevado a que uno de sus protagonistas Finn Wolfhard –Mike Wheeler en la serie–haya tenido que pedir públicamente a sus fanas que dejen de acosarle y de molestar a sus conocidos? Básicamente, tener a una parte del fandom profesando una obsesión que roza lo enfermizo y donde se sexualiza a chavales que no pasan de los 14 años. Un cúmulo de acontecimientos que empezó en noviembre del año pasado, cuando los fans de la serie ya se inventaron un hashtag #Mileven (en Instagram se roza el cuarto de millón de publicaciones con esa etiqueta) un apodo que acorta y une el nombre de los personajes para ensalzar una relación amorosa entre Mike y Eleven, los chavales de la serie –recordemos, 14 años y 13 años en la vida real–. Tal y como recogía Vulture, «el problema ha sido ver cómo algunos fans no pueden diferenciar entre los personajes y las estrellas y han empezado a insuflar su deseo de que exista una relación romántica entre Millie Bobbie Brown y Finn Wolfhard».
Wolfhard ya mostró su desacuerdo y hastío con todo lo que rodea a #Mileven cuando, según recogía un usuario de Reddit, en una charla con tuiteros a través de la cuenta de su hermano afirmó que «la gente no entiende que somos personas y que no somos los personajes de la serie… y hasta atacan a mis amigos» (parece ser que un fan averigüó el número de un amigo de Wolfhard y le acosó para poder conocer al intérprete).
En octubre de este año la polémica sobre la sexualización de los actores de la serie ha vuelto desde dos flancos. Por un lado, Buzzfeed recogía las insinuaciones en las redes sociales sobre la propia orientación sexual de Wolfhard, ya que fans de la película It (que también ha protagonizado el chico este año) insinuaban que podía mantener una relación con otro actor del casting (Jack Grazer), lo que llevó a este último a tener que recurrir a sus redes sociales para desmentir las «molestas» especulaciones y pedir que parasen. La modelo Ali Michael (27 años), por su parte, tuvo que pedir disculpas por haber subido a Instagram una foto del actor donde le preguntaba si podía llamarla «en cuatro años» (cuando el actor cumpliese la mayoría de edad). «Nunca fue mi intención sexualizarlo», dijo la maniquí, mientras el afectado aseguró a TMZ que su comentario había sido «grosero» y dijo que sus disculpas eran «incómodas».
En España, también se ha discutido mucho sobre la sexualización de Millie Bobby Brown en las revistas de tendencias durante la promoción de la serie. Mucho dio que hablar la supuesta incursión de la actriz (13 años) en una «lista de las actrices más sexys» de Hollywood, un bulo que se desmintió para aclarar que sí aparecía en un número de la revista W en el que se la incluía en un especial sobre por qué la televisión «es más sexy» que nunca. Pese al bulo, es indudable que la actriz ha aparecido en multitud de publicaciones imitando poses de adultos y vestida como tal. «Estamos asistiendo a una normalización de la sexualización en menores de edad en los últimos años», lamentaba al respecto Anita Botwin en Ctxt, criticando además que se comercializase en Halloween un disfraz ‘sexy’ inspirado en su personaje de la serie.
A inicios de noviembre, otro episodio ha sido el desencadenante final para que Wolfhard haya pedido que no le acosen más los fans. Al parecer, el actor fue acusado de ser maleducado con ellos por no parar a saludar a los seguidores que le esperaban a las puertas de su hotel. Frente a las críticas, otros compañeros de reparto apoyaron al joven. Shannon Purser, Barb en la serie, tuiteó «que ningún actor tiene la obligación de pararse por nadie» y que «Finn es un increíble ser humano, pero como todo ser humano necesita parar a veces». Noah Schnapp, Will Byers, en la serie también reclamó en Twitter «que trabajamos muy duro y a veces necesitamos un descanso» y hasta Sophie Turner (Sansa en Juego de Tronos) apoyó al actor diciendo: «vaya, ver a adultos hechos y derechos esperando a los niños de Stranger Things en su hotel, y después convertirse en abusones porque no se han parado a saludarles…».
Tras estos incidentes, el afectado ha acudido a sus redes sociales para pedir a sus «fans de verdad» que «no acosen a mis amigos o compañeros de trabajo». Él mismo habló sobre este atención en su entrevista con S Moda: «Cuando comencé como actor todo eran largos castings para lograr hacer un papel en algo indie que nadie conocía, y ahora me paran por la calle. No me acostumbro, es súper loco», espacio en el que también aprovechó para dejar su postura clara: «Sigo siendo un chaval corriente de 14 años, pero que ahora trabaja de cara al público».