Desde versión de Bisbal hasta inesperado himno ‘queer’: por qué ‘Burrito Sabanero’ es el villancico viral de 2024

Con más de 50 años de historia, este villancico venezolano de ritmo galopante se alza como la banda sonora predilecta de la Navidad gracias a las versiones de artistas de primera línea y a su transformación en un meme recurrente del colectivo LGTBIQ, dotándolo de un nuevo significado.

Un burrito sabanero con bufanda de colchonero.driftlessstudio (Getty Images/iStockphoto)

Si existe un himno navideño capaz de echarle un pulso en popularidad al mismísimo All I Want For Christmas Is You ese es, sin duda, el Burrito Sabanero. No es que Mariah Carey haya dejado de ser la reina musical indiscutible de la Navidad (aunque el año pasado Brenda Lee le arrebatase el puesto), pero el mayor hit en español en estas fechas tan señaladas tiene como protagonista a un burrito que va camino de Belén. Con una melodía más pegadiza (y bastante más festiva) que la de El Tamborilero que alcanza su punto álgido con esos versos de “Tuki tuki tuki tuki Tuki tuki tuki ta” imposibles de no tararear una y otra vez, este villancico de origen venezolano que nació en los años setenta ha alcanzado hoy un estatus de cántico navideño global. No en vano, la revista estadounidense especializada Billboard la incluyó en su lista de las 100 mejores canciones navideñas de todos los tiempos gracias a su “ritmo galopante”. Compuesto por el artista venezolano Hugo Blanco, responsable de otros incunables como Moliendo Café, esta tonada latinoamericana lo mismo se entona hoy en las funciones navideñas de jardines de infancia y colegios que ameniza la copa de empresa o pone banda sonora al acopio de turrones en el supermercado. Y, por inesperado que pueda parecer, también se ha convertido en himno queer.

El encumbramiento de este burrito originario de la Gran Sabana, una región natural y cultural al sureste de Venezuela, como icono LGTBIQ, se ha obrado en las redes sociales. Gran parte de la culpa la tiene el tiktoker estadounidense @denzelcrispy, un célebre creador de contenido que ha compartido varias versiones coreografiadas del tema desde 2020. Escoltado por un cuerpo de baile ataviado con pelucones de colores e incluso disfrazado de burros y unicornios en alguno de los vídeos, este influencer con vis cómica y base en Los Ángeles, se ha convertido en el mejor embajador del villancico como canción queer, erigiéndose, como Mariah, en un referente que regresa cada Navidad. Al grito de “Tuki what?”, este tiktoker que lo mismo baila que da lecciones básicas de español o se transforma en la mismísima Tina Turner, acumula millones de reproducciones en cada una de sus ‘versiones sabaneras’ y un sentimiento común en los comentarios que las acompañan: no existe villancico más buenrollista, inclusivo (al menos por cómo él lo interpreta) y pegadizo.

Más allá de este baile viral que incluso se transformó en reto (el hashtag #miburritosabanerochallenge acumula miles de versiones), la influencia del tema en el universo LGTBIQ ha llegado incluso a la imprenta. En uno de los ilustrativos ejercicios del libro El niño Jesús no odia a los mariquitas, un cómic satírico de la editorial Fandogamia que ha despertado la indignación de Elon Musk –”esto es demente”, sostuvo el propietario de la red social X, antes conocida como Twitter– o de la fundación ultracatólica Abogados Cristianos, el burrito sabanero se utiliza como posible sinónimo de bisexual en un juego pide al lector descubrir el significado de cada letra de las siglas LGTBIQ. “Bastante triste por ser bisexual pudiendo haber sido burrito sabanero”, escribió al respecto la famosa tuitera @perradesatan –perfil de la escritora y guionista Beatriz Cepeda– compartiendo una imagen en la que el músico y profesor de la última edición de Operación Triunfo, Pablo Lluch, recopilaba la página en cuestión. La imagen también fue compartida en un exitoso hilo de Reddit bajo el epígrafe “Soy un orgulloso burrito sabanero” llegando así la vinculación definitiva entre el término y las comunidades históricamente discriminadas por su orientación sexual. En TikTok también destacan varios vídeos que afirman en tono cómico que “el burrito sabanero es homosexual”.

“Me parece maravilloso que se hayan apropiado del burrito sabanero y le hayan dado un nuevo significado. Ni en mis mejores sueños me podía esperar algo tan guay”, explica a S Moda el historietista Julio Serrano, autor de El niño Jesús no odia a los mariquitas. También conocido como Don Julio, el ilustrador reconoce su sorpresa ante la repercusión viral de la viñeta y confiesa que la analogía entre burrito sabanero y bisexual solo es producto de “la tontería”. “El humor funciona así. Estableces una serie de códigos para cada letra y cuando lo rompes con una chorrada como lo del burrito sabanero, que está fuera de contexto y de tiempo, inevitablemente hace gracia. Entiendo que de algún modo se lo hayan querido apropiar y me vuelve loco que el burrito ahora sea un símbolo queer. El colectivo siempre ha tenido muy buena relación con el humor, ellos han sido los primeros en reivindicar así las cosas, y esto le viene como anillo al dedo. Todas las personas del colectivo tienen mi permiso para usar cualquier página del cuadernillo a su favor, como les dé la gana”, añade. Hace solo unos días el juez decretó el sobreseimiento y archivo de la querella que Abogados Cristianos interpuso contra el tebeo por provocación a la discriminación y al odio y provocación sexual, además de acusarle de “apología de la pederastia”.

Pero el Burrito Sabanero no solo vive –y revive cada Navidad– de la mano de relecturas en clave LGTBIQ. Numerosos han sido los artistas que han contribuido a amplificar la historia y popularidad de la canción y este año el cantante David Bisbal se ha sumado con una versión rumbera a una lista en la que figuran Juanes, Elvis Crespo o la aproximación reguetonera del panameño Flex. Como parte de su álbum Todo es posible en Navidad, el de Almería interpreta clásicos de esta época del año como Los peces en el río o Blanca Navidad y pone nueva voz al Burrito Sabanero, logrando el aplauso del público venezolano, que agradece el homenaje a su cultura popular, y multiplicando el eco de un canto celebrado por muchos en redes sociales como su favorito en estas fechas. Uniéndose a una moda que cada día parece ganar más adeptos, hace solo unos días eran los mismísimos David Broncano y Lalachus quienes disfrutaban sobre el escenario de La Revuelta del villancico interpretado, en esta ocasión, a ritmo de beatbox por Grison.

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