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“Lo que pasa en la Villa se queda en la Villa”: las mayores historias de amor y lujuria en los Juegos Olímpicos

“En mis anteriores Juegos tenía novia, fue un gran error. Ahora estoy soltero así que Londres debería ser muy bueno para mí. Estoy emocionado”, desveló el tan laureado como controvertido nadador estadounidense. La cita de 2012 no se le dio mal en la piscina –ganó cinco medallas– y, aunque no dio más detalles sobre las conquistas fuera del agua, Lochte reconoció que “entre el 70 y el 75 por ciento de los olímpicos tienen sexo”. Conscientes de lo ardiente de los atletas, la organización de los Juegos de París 2024 distribuirá gratuitamente 300.000 preservativos entre los participantes, el doble que en Londres 2012. La fogosidad en la cita británica fue la norma entre los atletas ya que hasta la app Grindr tuvo problemas para funcionar correctamente por la altísima demanda. Harry How (Getty Images)
Fue el añorado Jesús Rollán, mítico portero de waterpolo, quien ejerció como celestino entre la pareja en una fiesta celebrada durante los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996. “¿Quién es ese rubio?”, preguntó la Infanta al respecto del talentoso jugador de balonmano culé. El noviazgo fue fugaz: 15 meses después se daban el ‘sí, quiero’ en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona.DOMINIQUE FAGET (AFP via Getty Images)
La legendaria guardameta de la selección de fútbol estadounidense ha sido una de las deportistas que de forma más nítida se ha atrevido a hablar sobre el sexo en los Juegos y la distracción que puede suponer. “Como es una experiencia única, todos quieren tener muchos recuerdos, ya sean sexuales, en las fiestas o en las competiciones. Hay mucho sexo. He visto gente manteniendo relaciones al aire libre, en la hierba que hay entre los edificios”, precisa. La que fuera considerada mejor portera del mundo reconoció que ella misma “metió a un famoso en su cuarto sin que nadie se enterara” durante la celebración de su medalla de oro en Pekín 2008. Jamie Squire (Getty Images)
“Tuve más relaciones en esas dos semanas y media que durante toda mi vida hasta esa fecha”, reconoció el jugador de tenis de mesa británico que participó en los Juegos de 1992, la primera cita en la que se optó por repartir condones a los competidores. “Para muchos de los vírgenes olímpicos como yo, Barcelona trataba tanto sobre el sexo como sobre el deporte”, confirma Syed. Ross Kinnaird (Getty Images)
Antes de convertirse en uno de los mejores de la historia –el más elegante, seguro–, Roger era un jovencísimo tenista que debutaba en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Allí conoció a Mirka, que competía en tenis femenino, también representando a Suiza. No consiguieron medalla, pero el flechazo fue inmediato. “Pasamos dos semanas juntos, nos conocimos, y el día antes de partir nos besamos por primera vez”, confesó él. Hoy son padres de dos niñas y dos niños. Bongarts (Bongarts/Getty Images)
También ellos se conocieron durante los Juegos de Sídney, cuando él era uno de los más populares solteros de oro de las monarquías europeas y ella competía en el equipo de relevos de 4x100 estilos de la delegación de natación sudafricana. Sin embargo, su relación sentimental no comenzó hasta el año 2006. Las imágenes en las que aparecían acaramelados en las gradas de los Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en Turín, dieron la vuelta al mundo y confirmaron su romance. Hace unos días portaron la llama olímpica junto a sus dos hijos en la cuenta atrás para la cita de París 2024. Alfonso Cannavacciuolo (Euroleague Basketball via Getty )
Una de las historias más insólitas y fogosas fue la protagonizada por este olímpico estadounidense de tiro con rifle (a la izquierda de la imagen), que fue plata en Atlanta 1996. Cuatro años después, en Sídney, con su participación ya finalizada, Lakatos se topó con el dilema de volver a casa o prolongar su estancia en la villa. Con la ayuda de la mujer de la limpieza, que hizo la vista gorda, forzó la cerradura y convirtió su planta durante ocho días en el refugio perfecto para aquellos que buscaban liberar tensiones (sexuales). “De repente me di cuenta de que estaba dirigiendo un jodido burdel en la Villa Olímpica; nunca había visto tanto libertinaje en mi vida”, confesó Lakatos a ESPN. Rusty Jarrett (Getty Images)
Este lanzador de jabalina estadounidense admitió que durante los Juegos de Sídney 2000 mantuvo relaciones “con tres mujeres diferentes” durante cada uno de los días que duró su estancia en la ciudad australiana. “En los campos de entrenamiento las chicas llevan tops y bragas diminutas y los chicos están en ropa interior, así que puedes ver con lo que cuenta cada uno desde el primer minuto”, ratificó el atleta. Andy Lyons (Getty Images)
Han sido la pareja más relevante y comprometida del colectivo LGTB+ en el deporte internacional. Dos leyendas estadounidenses en sus respectivos deportes, fútbol y baloncesto, que se conocieron por primera vez cuando compartieron por casualidad sesión de fotos promocional con motivo de los Juegos Olímpicos de Río 2016. Intimaron en la fiesta de celebración de la medalla de oro conseguida por la selección femenina de baloncesto y desde entonces no han separado sus caminos. Recientemente retiradas, ambas comparten podcast y productora audiovisual. Kevin C. Cox (Getty Images)
En los Juegos de Montreal 1976, la jovencísima rumana cambió para siempre la historia de la gimnasia con aquel ejercicio que le valió una puntuación de 10,00. En las mismas Olimpiadas, un gimnasta estadounidense recién salido del instituto quedó el 46 y nadie se fijó en él. Unos años después, los dos comenzaron un romance que culminó con una boda digna de un jefe de estado en Bucarest en 1996. Ambos comparten un hijo llamado Dylan. Paul Harris (Getty Images)
El Slip Inn. Ese era el nombre del corrientísimo pub de Sídney en el que se conocieron los futuros reyes de Dinamarca. En plenos Juegos Olímpicos del año 2000, un grupo de jóvenes royals –entre los que se encontraba Felipe VI–, salieron a tomar una cerveza y a disfrutar de la noche australiana. Una joven natural de Tasmania de 28 años, ejecutiva publicitaria, desconocía que aquel turista que trataba de conquistarla era ni más ni menos que el heredero de una monarquía europea. Se casaron en 2004 y comparten cuatro hijos. Patrick van Katwijk (Getty Images Europe)
La historia de estos dos mitos del atletismo checo es digna de guion hollywoodiense. Nacieron el mismo día –19 de septiembre de 1922– y también el mismo día ambos consiguieron medalla en las Olimpiadas de Helsinki de 1952. Un par de minutos después del triunfo de su marido en la carrera de 5 kilómetros, Dana ganó en lanzamiento de jabalina. Zatopek, que se llevó otras dos medallas de oro, dijo que había inspirado a su esposa para que consiguiera la victoria. “Vale, pues vete a inspirar a alguna otra chica y a ver si lanza la jabalina a cincuenta metros”, replicó ella. Keystone-France (Gamma-Keystone via Getty Images)