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15 veces que la ropa fue motivo de escándalo en la política

Los atuendos de políticos y miembros de la realeza (especialmente los de ellas) son analizados con lupa. Repasamos todas esas veces en las que un escote, un estampado o un pantalón levantaron ampollas.

"Merkel saca pecho" o "Merkel enseña escote" fueron algunos de los titulares usados por la prensa sensacionalista alemana cuando su canciller, Angela Merkel, acudió con un escotado diseño a la inauguración de la nueva ópera de Oslo en 2008. "No esperaba provocar tal furor con el traje de noche, que no era más que un intento de salir de la rigidez del vestuario de un jefe de Gobierno en una noche de ópera", afirmó el viceportavoz Thomas Steg, después de la sonada polémica. La explicación terminó dejando claro que Merkel seguiría eligiendo sus estilismos de noche guiada por su propio gusto. Vamos, que iba a seguir llevando lo que le diera la gana.
“I Really Don’t Care, Do U?” (La verdad es que no me importa, ¿y a ti?). Ese era el mensaje que podía leerse en la chaqueta de Zara que Melania Trump lució durante su visita a un albergue de niños inmigrantes separados de sus padres por culpa de las políticas de Trump en McAllen (Texas, muy cerca de la frontera con México). A pesar de que el presidente se apresuró en argumentar que la frase hacía referencia a "los medios de comunicación mentirosos", su atuendo fue duramente criticado en las redes sociales. Tanto que nació un movimiento en el que numerosos espontáneos personalizaron sus propias chaquetas verdes con mensajes opuestos al de la primera dama.
Angélica Rivera dice adiós a su posición de primera dama mexicana protagonizando la enésima polémica por culpa de su atuendo. La mujer de Enrique Peña Nieto, conocida en su país natal como 'La Gaviota' y famosa por ser estrella de telenovelas, ha enfadado en varias ocasiones al pueblo mexicano por elegir vestidos de miles de dólares. También por recibir al Papa vestida de blanco (color reservado para las reinas católicas) o por llevar minishorts. En esta ocasión protagoniza titulares por apostar por un llamativo vestido rojo para acompañar a su marido durante un discurso en el balcón del Palacio Nacional de México. Se trata de un diseño de Alejandro Carlín valorado en unos 2.000 euros, precio que ha indignado a las redes sociales. Los comentarios también lo tachan de excesivo y poco apropiado.
Justin Trudeau, primer ministro canadiense, y su familia recibieron críticas por la vestimenta que utilizaron en su viaje a India. "Se sabe del gusto del primer ministro por hacer guiños a otras culturas, pero en esta ocasión ganaron los excesos; al parecer, la diplomacia apoyada en el guardarropa también tiene límites. Medios indios comentaron con sorna que la familia parecía vestida para acudir a una boda tradicional o para una película de Bollywood", publicaba El País. La familia Trudeau incluso fueron acusados de apropiación cultural.
Cristina Cifuentes revolucionó las redes sociales con su camiseta en la que podía leerse: "No soy una princesa, soy una Khaleesi". Un atuendo que eligió para asistir al pleno de la Asamblea el mismo día que exigía al Ayuntamiento de Alcalá de Henares que pagase una deuda de 14,6 millones al Consorcio Regional de Transportes. Las bromas que despertó su homenaje a Juego de Tronos en Twitter incluyeron una petición de Pablo Iglesias que afirmó querer una igual en la talla L.
Carme Chacón fue la ministra que desafió al machismo con unos pantalones. Fue la primera mujer en ponerse al frente del Ministerio de Defensa en abril de 2008 y, además, lo hizo embarazada de siete meses. Un año después confirmaba su afán de sacudir las convenciones más rancias de nuestro país al presidir la Pascua Militar de 2009 ataviada con un esmoquin muy elegante de Purificación García. Una elección que generó una hora de titulares y críticas ya que, a pesar de cumplir el protocolo, no seguía la tradición del vestido largo que se presupone a las mujeres en dicha ocasión. La socialista afirmó que los que criticaron su traje eran “los mismos a quienes no gustó nada que hubiera un Gobierno con más mujeres que hombres, que hubiera una mujer como ministra de Defensa y que, además, estuviera embarazada”.
La reina Letizia también levantó polvoreda por culpa de unos pantalones. En 2010, la entonces princesa eligió unos palazzo grises para celebrar el Día de la Hispanidad. Una pieza firmada por Felipe Varela que, según los expertos, no cumplía con el protocolo. Sus cuñadas, mientras tanto, optaron por los tradicionales vestidos a la altura de la rodilla.
'Me verán sólo con trajes grises y azules' sentenció Barack Obama en 2012. Como buen político, dos años después incumplió su promesa. El expresidente de Estados Unidos compareció en la Casa Blanca en agosto de 2014 con un traje beige que incendió las redes sociales a la velocidad de la luz. Para muchos, el escrutinio al que se vió sometida su elección lo puso en la piel de lo que suelen vivir las mujeres políticas en cada una de sus apariciones. Cuatro años después de aquello, las revistas masculinas de estilo siguen publicando artículos acerca del traje el día del aniversario de su polémica aparición.
Letizia Ortiz volvió al ojo del huracán cuando recibió a Benedicto XVI en Santiago de Compostela (2010) con un abrigo blanco. El protocolo vaticano dicta que solo aquellas que son reinas de países católicos pueden vestir de blanco ante el Papa (el color papal). En aquel momento aún era princesa por lo que debería haber optado por el negro u otro tono no demasiado llamativo.
En plena catástrofe por el huracán Harvey Melania Trump visitó la zona afectada subida a unos zapatos de tacón de varios centímetros de altura. Melena al viento, pero muy peinada, chaqueta bomber y pantalones ajustados completaban su elección. El conjunto provocó todo un revuelo en Twitter y titulares en los principales diarios del mundo. La primera dama lo enmendó rápido: cuando llegó a Texas bajó del avión en zapatillas de deporte blancas, con el pelo recogido en una coleta.
El vestido de flores de la exministra socialista francesa de Vivienda, Cécile Duflot, ya es considerado, como ella misma afirmó, un símbolo del "sexismo en política". Duflot lo llevó en 2012 durante una intervención en la Asamblea Nacional de Francia provocó las risas y los silbidos de los diputados de la derecha. En 2016 acabó formando parte de una exposición centrada en escándalos y moda en el museo de Artes Decorativas parisino. A pesar de no ser un vestido provocativo ni fuera de lo común, despertó todo tipo de comentarios machistas y faltas de respeto. “Quizá se ha puesto este vestido para que no escuchásemos lo que tenía que decir”, dijo Patrick Balkany, uno de los hombres de confianza de Sarkozy a la salida del pleno.
La visita de Carla Bruni a España con su marido, que en aquel momento era el presidente de la República de Francia, en 2009, dejó una de las imágenes más famosas de los últimos años. La exmodelo subía las escaleras de espaldas junto a Letizia y la imagen, tildada de machista por muchos, dio la vuelta al mundo. En este caso no fueron sus atuendos los que despertaron la polémica sino el empeño de medios sensacionalistas y redes sociales en comparar sus cuerpos y enfrentarlas en 'duelo de estilo'.
"¿Se imaginan a Laura Bush o a Patricia Nixon en shorts?", escribía la edición estadounidense de The Huffington Post tras avistar a Michelle Obama descendiendo de un avión en pantalones cortos. "Sin duda, Michelle tiene unas piernas preciosas, pero, ¿es apropiado que en su papel [de Primera Dama] las haga ver tanto?", añadían. La web incluso abrió una encuesta para que sus lectores opinaran al respecto.
En 1985, el exministro socialista, Jack Lang, fue abucheado por acudir a la Asamblea vestido con un traje negro de cuello Mao, firmado por el diseñador Thierry Mugler. El protocolo exigía a los diputados llevar corbata.