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30 looks que construyeron el mito de Lady Di

Con motivo de la última exposición en Londres sobre su influencia en la moda, repasamos los estilismos que convirtieron a Lady Di en un icono.

La exposición Diana: Her Fashion Story repasa la evolución de Lady Di a través de su ropa: cómo pasó de ser una tímida princesa a una mujer empoderada y segura de sí misma. La muestra, alojada en el palacio Kensington de Londres (donde ella residió), estará abierta al público hasta 2018.
El vestuario de Diana de Gales, conocida popularmente como Ladi Di, fue en sus inicios un reflejo de la moda de los 80. En la imagen lleva uno de los vestidos de tartán de la mítica diseñadora inglesa Caroline Charles.
Los sombreros y los cuellos de volantes de inspiración neorromántica se convirtieron dos de sus señas de identidad durante esa década.
Los primeros años de su matrimonio quedaron marcados por estilismos discretos, como el traje de chaqueta que llevó en el anuncio de su compromiso en 1981. También lució el anillo de zafiro y diamantes que el príncipe Guillermo utilizó años más tarde para pedir matrimonio a Kate Middleton.
De esa época se habla de una "Shy Di" (una Lady Di tímida) que se sonrojaba en sus encuentros con la prensa. Pantalones anchos, trajes recatados... el vestuario era el mejor indicativo de esa personalidad retraída que dejó atrás con los años y sobre todo, tras su separación (y divorcio) de Carlos.
Su vestido de novia, una colaboración con los diseñadores ingleses David y Elizabeth Emanuel, es uno de los más populares y quizás, uno de los secretos mejor guardados. Hecho en tafetán de seda (también británico) en color marfil, encaje y 10.000 madreperlas, tuvo hasta un repuesto similar que nunca se llegó a terminar.
Al igual que Margaret Thatcher, primera ministra británica por aquel entonces, Diana de Gales hizo del power suit su uniforme. Lo llevaba de todos colores posibles. Escogió este, de raya diplomática, en un viaje a España en 1987.
Durante su matrimonio con Carlos, Lady Di fue fiel en sus estilismos a los diseñadores ingleses. Pero si hay un nombre que se repite por encima de los demás, es el de Catherine Walker. Este es uno de sus vestidos que puede verse en la exposición.
Diana lució este vestido de lunares al salir del hospital tras dar a luz a su primer hijo, Guillermo, en 1982. Tres décadas más tarde, Kate Middleton rendiría homenaje a este diseño con una pieza de Jenny Packham que también utilizó tras el nacimiento de Jorge.
Catherine Walker firma este diseño que combinó con la tiara 'Spencer' para un banquete en 1989.
En el día a día, Diana de Gales solía vestir de una forma muy sencilla, con vestidos simples, vaqueros y camisetas. Una normalidad que siempre trató de transmitir a sus hijos.
Hacia finales de los 80, su vestuario mostró una mayor confianza en sí misma. En el tour que hizo por Australia en 1988, con un vestido de Catherine Walker.
Se dice que uno de los puntos de inflexión en su estilo fue este diseño en terciopelo azul de Victor Edelstein que utilizó para asistir a un evento en la Casa Blanca. El famoso giro que protagonizó en la pista de baile junto a John Travolta es historia gráfica. El vestido se subastó en 2013 junto con otras piezas de Lady Di.
No era raro ver a la princesa de Gales con escote asimétrico, como este con cristales firmado por el diseñador japonés Hachi.
Las grandes hombreras de este diseño plisado de Bruce Oldfield le valieron el apodo de "Dynasty Di" por parte de la prensa, debido  lo mucho que recordaba al vestuario de la mítica serie.
Practicando esquí en unas vacaciones en Klosters, Suiza, en 1986.
Con los años, desarrolló un gran sentido de la experimentación. Por ejemplo, utilizando chokers a modo de diademas, como este de inspiración decó, incluido en el 'Cambridge and Delhi Durbar Parure' (conjunto de joyas de esmeralda y diamantes que pertenecieron a la reina María de Tek, abuela de Isabel II).
Collares de perlas hacia atrás, realzando todavía más el escote de este vestido de Catherine Walker,
o también utilizando guantes de diferentes colores, como el rojo y el negro. Como curiosidad, dejó de llevar este complemento porque le gustaba dar la mano y tener contacto directo cuando visitaba a la gente.
David y Elizabeth Emanuel volvieron a vestirla en 1986 con este vestido en blanco y negro para una cena organizada por la familia real de Arabia Saudí.
Este es otro de los vestidos que puede verse en la exposición del palacio de Kensington. En azul claro, lo diseñó Catherine Walker para su aparición en el festival de Cannes en 1987.
El que lució en los British Fashion Awards de 1989 fue sin duda uno de los más icónicos. Cuajado con miles de perlas, fue diseñado por Catherine Walker, que se inspiró en los cuellos de la época isabelina. La propia Diana lo llamaría "el vestido Elvis". Desde 2006 se encuentra en el Victoria & Albert Museum, aunque también podemos encontrarlo en la muestra actual.
Sus power suits fueron subiendo de color gracias a combinaciones más atrevidas, como el rojo y el rosa o el morado y el rosa palo, que llevó en este conjunto de Catherine Walker para  las carreras de Ascot en 1990.
Sin dejar las tendencias de lado, Lady Di aprendió a simplificar su look, consiguiendo una elegancia atemporal que ha hecho de ella un icono.
Otro de los diseños más emblemáticos (y atrevidos) fue el llamado 'Vestido de la Venganza'. Creado por Cristina Stambolian, lo llevó en la fiesta de la Serpentine Gallery en 1994, el mismo día que el príncipe Carlos confesaba que había tenido un affair con Camilla Parker Bowles.
Tras su separación de Carlos, comenzó a experimentar también con diseñadores internacionales. Uno de los nombres más repetidos fue sin duda Versace, que marcó una nueva etapa en su estilo. Le diseñó este traje a lo Jackie Kennedy, con sombrero tipo 'pillbox' de Philip Somerville.
Las faldas más cortas, los escotes más amplios y las siluetas body-con fueron el símbolo de una nueva Diana. ¿Dónde quedaba la 'Shy Di'?
Uno de sus puntos fuertes fueron sus atléticos brazos, que sabía realzar con vestidos como este con escote halter de Catherine Walker.
Versace volvió a firmar este pulcro diseño de escote asimétrico para una cena en Australia en 1996.
El estilo simple y elegante también lo mantuvo en su rutina diaria, como este sencillo vestido con el que fue inmortalizada en 1997, poco antes del trágico accidente.
De seda y con abalorios y tachuelas, se cree que este vestido, incluido en la muestra, fue el primero que diseñó Gianni Versace para Diana. Fotografiada por Patrick Demarchelier en 1991, fue portada de la revista Harper's Bazaar en 1997, unos meses después de su muerte.