¿Eres actriz y quieres un buen papel? Escríbetelo

Alta, rubia y etérea, Brit Marling podrá tener el clásico aspecto de una debutante en Hollywood, pero su historia no se ajusta al estándar. Graduada en Finanzas y exbecaria de Goldman Sachs, al desembarcar en el mundo del cine, Marling no pasó por el clásico meritoriaje hasta escalar posiciones en los títulos de crédito. Como no le gustaban los papeles que le ofrecían, se puso a escribirlos. Completó simultáneamente los guiones de Another Earth y Sound of My Voice, que en 2012 llamaron la atención en el circuito festivalero, y en julio pasado estrenó The East, tamb...

Alta, rubia y etérea, Brit Marling podrá tener el clásico aspecto de una debutante en Hollywood, pero su historia no se ajusta al estándar. Graduada en Finanzas y exbecaria de Goldman Sachs, al desembarcar en el mundo del cine, Marling no pasó por el clásico meritoriaje hasta escalar posiciones en los títulos de crédito. Como no le gustaban los papeles que le ofrecían, se puso a escribirlos. Completó simultáneamente los guiones de Another Earth y Sound of My Voice, que en 2012 llamaron la atención en el circuito festivalero, y en julio pasado estrenó The East, también coescrita por ella, en la que da vida a una cristiana devota que se infiltra en un grupo de ecoactivistas.

Marling no es la única. «Muchas actrices están escribiendo sus propios papeles para poder trabajar. Los roles que se ofrecen a las mujeres no cumplen con sus expectativas. Las intérpretes que lo hacen se mueven sobre todo en el circuito indie y están entre los 30 y los 40 años. Creo que han visto lo que les espera y han tomado la decisión de ser proactivas de cara al futuro», diagnostica Melissa Silverstein, autora del blog Women and Hollywood.

En ese grupo que menciona también está Julie Delpy, que lleva escribiendo y dirigiendo casi desde el inicio de su carrera y siempre se ha mostrado muy crítica con el establishment de la industria. En una entrevista con The Guardian la actriz explicó la reacción de su entonces agente cuando le comunicó que estaba completando el libreto de Antes del atardecer, la segunda parte de su trilogía posromántica con Ethan Hawke y Richard Linklater: «Deja esa estupidez y haz algo útil, como ir al gimnasio», le dijo. 

Brit Marling en The East, con Alexander Skarsgard.

Cordon Press

Delpy comparte puntos de vista con Lake Bell, quien acaba de estrenar en Estados Unidos su primer filme como directora y guionista, In a World…, que va, literalmente, sobre la voz de la mujer en Hollywood (interpreta a una dobladora de tráilers). También con Greta Gerwig, quien vive su mejor momento: está al frente del próximo filme de Mia Hansen-Love, y coescribe y protagoniza Frances Ha, de su pareja, el director Noah Baumbach. Su personaje, una veinteañera tan desastrosa como desarmante, tiene más de un punto en común con la propia Gerwig.

Una española afincada en Nueva York, Paula Román, siguió un camino similar al de estas intérpretes hace unos años. «Una actriz no puede actuar sola, pero puede escribir sola», comenta. Esta exdoctora sevillana que colgó la bata para ir a probar suerte en el cine ha escrito y protagonizado una serie web, La manzana («Un Sexo en Nueva York a lo latino»), basada en sus propias experiencias, y un corto, The Blackout, sobre una chica joven embarazada que pierde la memoria.

El cine, así, le sigue los pasos a la televisión, según Silverstein. «Las series muestran el camino; han entendido que las voces femeninas son vitales para el éxito». Las últimas temporadas han visto estrenos de actrices-guionistas como Lena Dunham y Mindy Kaling. En breve, se les unirá Rebel Wilson, quien está detrás de Super Fun Night, una sitcom sobre chicas con una vida social poco instagramizable. A pesar de la visibilidad de estos proyectos, cuesta alterar las estadísticas: el año pasado, solo el 15% de los filmes que se produjeron en Estados Unidos estaban escritos por mujeres.