¿El mejor momento para cambiar tu vida? Ahora, no pierdas el tiempo
Nueve de cada diez personas que intentan cambiar de hábitos en Año Nuevo fracasan. Por eso, cada vez más expertos recomiendan adelantar el cambio a septiembre.
Sentimos ser portadores de malas noticias, pero el 92 % de aquellos que se proponen un cambio en su vida aprovechando el Año Nuevo fracasará en su empeño, según una investigación de la Universidad de Scranton. Y lo que es peor, cerca del 40% abandonará todo intento y esperanza en las primeras semanas, según indica también otro estudio de Stanford. Para los investigadores, a veces las causas son meramente logísticas por culpa precisamente de las fechas (como no encontrar guarderías para los niños si queremos hacer yoga; o que todas las tiendas de alimentación biológica estén cerradas si queremos comer más sano); otras veces, lo categórico de la fecha (o 1 de enero o nada) hace que la presión propia y de los demás, testigos de nuestros avances o fracasos, hace imposible perdonar cualquier indulgencia. Y otras veces, la dificultad estriba en que se trata de un periodo de tiempo en cierto modo extraordinario y festivo, ajeno a la cotidianidad y, por si fuera poco, con menos horas de sol y con más bajas y desapacibles temperaturas. Según un estudio de la Universidad de Exeter, estamos condicionados a almacenar más reservas al igual que los animales, por lo que evolutivamente, el invierno es el peor momento para empezar a hacer deporte o a hacer dieta.
La recompensa es la clave
En realidad, para la mayoría de nosotros, el verdadero inicio de año sucede ahora, al regreso de vacaciones. La psicóloga general sanitaria y doctora en psicología Iratxe López así lo explica: “El comienzo del año escolar es un buen momento para establecer nuevas metas porque en el inicio de situaciones nuevas nos sentimos más motivados. Además, a la vuelta de las vacaciones nos sentimos más descansados y con menos estrés, lo que nos lleva a sentir que podemos conseguir esas metas. Sin embargo, tenemos que tener claro que lo complicado no es empezar un nuevo hábito, sino mantenerlo a largo plazo. Al principio tenemos una motivación elevada, pero, por desgracia, suele decaer. En general, las personas que cumplen con sus propósitos tienden a disfrutar del proceso, no solo de los resultados”.
Hay dos palabras clave en la consecución de nuestras metas y ninguna es voluntad, sino responsabilidad y recompensas. “Por un lado, hazte responsable de los progresos que has hecho, es decir, repítete muchas veces lo bien que lo estás haciendo”, prosigue la psicóloga “y, por supuesto, recompénsate por tus logros. Las recompensas inmediatas (como por ejemplo, estar disfrutando de la actividad) predicen que cumplamos nuestros objetivos, mientras que las recompensas retrasadas no. Si tienes que elegir entre dos actividades para mantenerte en forma, elige la que te dé más recompensas a corto plazo, porque el disfrute que te genera la propia actividad puede ser lo que te mantenga”.
¿El momento? Ahora ¿El lugar? Tu casa
Son muchos los motivos por los que las personas podemos fracasar (y fracasamos) cuando emprendemos estos procesos de automejora. Según López, “uno de los errores más frecuentes es iniciar varios hábitos saludables a la vez. Lo mejor es establecer primero un hábito, y cuando esté bien establecido ir a por el siguiente. Por otro lado, mucho hábitos que queremos incorporar incluyen, a su vez, varios hábitos. Veamos el caso de una persona que quiere empezar a escribir todas las mañanas. Este hábito a su vez, muy probablemente, incluya el hábito de levantarse más temprano. Si eres una persona a la que le cueste levantarse temprano, es más sensato primero establecer el hábito de madrugar y, después, incorporar el hábito de escribir”.
La máxima “divide y vencerás” es vital para una vida más sana y una mejor versión de ti misma. Crear el escenario adecuado para lograrlo, también. Según la cada vez más estudiada neuroarquitectura, el sistema nervioso reacciona de diferente forma dependiendo de cómo esté construido el entorno físico. Muchas veces, infravaloramos el poder de nuestro hogar y la decoración para ayudarnos con nuestro estado de ánimo. “Cuando hablamos de entornos que favorezcan a mantener buenos hábitos lo más indicado es uno luminoso, ordenado y tranquilo. Del mismo modo, es muy importante que tengamos a mano todo lo que vamos a usar para cumplir con nuestro propósito”, indica la psicóloga.
De hecho, algunos de los propósitos de enmienda más habituales tienen tanto que ver con nuestros hábitos diarios que es imprescindible reservarles un espacio en casa. Al fin y al cabo, tan importante es lanzarse a corregir un mal hábito como la voluntad de mantener la nueva costumbre a largo plazo. Y las siguientes herramientas decorativas pueden marcar la diferencia. “Mi consejo es que organices los espacios de tu hogar de tal manera que te ayuden a cumplir tus propósitos más fácilmente”, concluye la directora de Iratxe López Psicología, un centro de psicología ubicado en el centro de Bilbao.
Empieza por comer mejor (en una cocina bonita)
Cuidar la alimentación y hacer deporte suelen encabezar las listas de buenos propósitos de los españoles. “Más que una cocina en orden, yo diría que lo que nos ayuda a cumplir con la dieta es tener una cocina inteligentemente ordenada y que esté al servicio de nuestro propósito. Por ejemplo, ¿qué te ayudará a comer más sano: tener los dulces a mano o las frutas? Desde luego, si los alimentos sanos están más a mano y presentados más apetitosamente (en una fuente bonita y bien colocados, por ejemplo), será más fácil que nos decantemos por la opción saludable”, apunta la psicóloga. ¿Qué tal si invertimos en un juego de té y en un juego de loza para desayunar avena y desterramos a la freidora de la encimera para siempre?
Organízate mejor (para verte mejor)
Ahorrar, salir antes del trabajo o tener tiempo para el gimnasio, los amigos o cualquier hobbie. El orden se ha convertido en la obsesión del siglo XXI, tanto por el hiperconsumismo como por la incapacidad de desconectar. Términos como fatiga decisional o carga mental son causa de malestar y librarnos de ellas es tan sencillo (o complicado) como imponer un orden riguroso al hogar, incluido el baño o nuestro tocador. “Es cierto que el desorden afecta al cerebro. Tener múltiples estímulos visuales presentes dentro del alcance de nuestra vista dará como resultado que esos estímulos compitan por la representación neuronal. En términos simples, cuanto más desorden puedas ver, más fácilmente te encontrarás distraído. Pero, me gustaría destacar también que el hecho de que el orden sea importante puede ser la excusa perfecta para aquellas personas que procrastinan (o que retrasan actividades que deben atender, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables). Por lo tanto, un entorno ordenado es importante, pero si lo usamos como excusa para no ponernos a aprender inglés, entonces, puede ser contraproducente. Una manera de evitar que esto nos ocurra es poner un tiempo límite para ordenar y que suene la alarma de nuestro móvil al llegar a ese tiempo establecido”, explica la psicóloga.
Retoma los estudios (en un escritorio donde querrás pasar mucho tiempo)
Aprender o mejorar algún idioma, medrar en nuestro trabajo, emprender una segunda carrera o aprobar una oposición son algunos de los sueños de muchos españoles que más voluntad requieren. Aunque los últimos descubrimientos sobre la plasticidad del cerebro han demostrado que nunca es tarde para aprender, aquí no hay atajos. “Si el escritorio está ordenado y los apuntes a mano, nos resultará más fácil ponernos a estudiar”, observa la psicóloga.
Empieza un nuevo cuaderno de viaje
Es uno de los grandes propósitos de Año Nuevo… Y uno de los grandes arrepentimientos cuando no se ha realizado lo suficiente. Curiosamente, la ciencia ha demostrado que nos hace incluso más felices la planificación del viaje que el viaje en sí mismo. Cuadernos en los que anotes los restaurantes, atractivos turísticos y detalles de los preparativos (qué amigo se apunta, qué motivos esgrime…) dan más entidad a cada escapada y, por tanto, más visos de ser efectuada. Durante el viaje, puedes seguir apuntando impresiones y tener por siempre un recuerdo imborrable, por no hablar de que será inevitable querer que el cuaderno sea solo el primero de una serie.
Pasa más tiempo en familia (en un salón acogedor)
El 58% de los españoles desean más tiempo con los suyos. Y los que no, deberían. El tiempo en familia y las buenas relaciones con ella es percibido como uno de los pilares de la felicidad. No salir de casa en todo el fin de semana rebaja la ansiedad e ilumina la mente y convencer al resto de la familia es más fácil en un salón de colores amables con elementos cálidos como mantas de algodón o lana.
Dedícate más tiempo a ti misma sin explicaciones
Solo un 25% de los españoles considera que se dedica el tiempo suficiente a sí mismo. El trabajo, las redes sociales y el tiempo dedicado a otras obligaciones se adueña de esa parcela de auto-tiempo, que aumenta los fines de semana, sobre todo en domingo. Es más fácil dedicarse ese cuidado si reservamos el espacio para ello. Por ejemplo, creando como una especie de pequeño altar en el que nadie pueda interrumpirnos, donde haya cálidos objetos que nos inviten a la introspección como piezas artesanas o velas perfumadas.