Desnudarse por una buena causa: ¿Compromiso o moda?

La época navideña es propicia para las campañas solidarias. Los desnudos de famosos como arma de atención mediática se han convertido en una práctica que parece de momento no agotarse.

¿Qué tienen en común un rockero como Tommy Lee y una actriz como Eva Mendes posando desnudos? Sin lugar a dudas una buena causa detrás. O delante, si se prefiere, para cubrirse la desnudez bajo los focos. Y, por supuesto, un excelente motivo por el que vale la pena despojarse hasta de la ropa interior. Llámese PETA, Greenpeace o terremoto de Haití, el desnudo como arma de atención mediática está a la orden del día. Posar en el traje de Adán o Eva para una buena causa, ya sea social, de signo ecologista, activismo político –como el colectivo Femen– o simplemente de denuncia, se ha convertido ...

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¿Qué tienen en común un rockero como Tommy Lee y una actriz como Eva Mendes posando desnudos? Sin lugar a dudas una buena causa detrás. O delante, si se prefiere, para cubrirse la desnudez bajo los focos. Y, por supuesto, un excelente motivo por el que vale la pena despojarse hasta de la ropa interior. Llámese PETA, Greenpeace o terremoto de Haití, el desnudo como arma de atención mediática está a la orden del día. Posar en el traje de Adán o Eva para una buena causa, ya sea social, de signo ecologista, activismo político –como el colectivo Femen– o simplemente de denuncia, se ha convertido en uno de los medios de comunicación preferidos de muchas organizaciones a la hora de transmitir su mensaje.

En esta ventana abierta de par en par, los rostros y cuerpos de famosos hace décadas que actúan como medios de comunicación itinerantes. Y por supuesto muy solicitados. Hasta una rockstar como Amy Winehouse tuvo su momento solidario y no dudó en posar desnuda –con la ayuda de una guitarra eléctrica– en el año 2008 contra el cáncer de pecho, como habían hecho anteriormente la actriz Helena Bonham Carter y la cantante Sade. Una forma de protesta o denuncia que en el nuevo reino de las redes sociales ha encontrado su mejor marco de proyección. Las “buenas causas” se expanden por las redes y telarañas digitales con la ayuda del soporte del famoso o la celebrity y el efecto viral posterior. Una comunicación vertiginosa que nunca se hubieran imaginado los padres pioneros de la comunicación.

Entre los últimos “fichajes” se encuentra Lizzie Jagger, la hija de Mick Jagger y Jerry Hall, que no ha dudado en subirse desnuda a lomos de un pez para denunciar la destrucción de los recursos marinos en una campaña promovida por la organización FishLove que lucha por la salvaguarda del ecosistema marítimo. Una imagen que se añade a la galería de otros famosos colaboradores de la institución como el diseñador Kenzo, la actriz Greta Scacchi –cofundadora de la organización–, el actor Jean-Marc Barr, el músico Thomas Dutronc o una leyenda como Jerry Hall que ha posado junto a su hija Lizzie. Todos, ellos, entregados en cuerpo y alma al reino animal e inmortalizados artísticamente con su espécimen del agua correspondiente como única prenda de vestir.

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Lizzie Jagger y Jerry Hall posaron sin ropa para la organización ‘Fish Love’.

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En estas acciones de comunicación 'a pelo' la pionera ha sido sin duda la organización de defensa de los animales PETA y sus célebres campañas –entre otras– contra la utilización de pieles de animales en el mundo de la moda. Desde hace décadas sus acciones de denuncia cuentan con el apoyo de caras conocidas del cine y la música o un gremio como el de las top models, donde algunos de sus nombres estelares, como Alicia Silverstone, no han dudado en ponerse frente al objetivo como Dios las trajo al mundo proclamando su virginidad epidérmica o su fe vegetariana.

Otra de las campañas más mediáticas es Protect the skin you’re in, promovida por el diseñador Marc Jacobs y su socio Robert Duffy, para luchar contra el cáncer de piel. Desde que se iniciara en el año 2006 su colección de camisetas con el cuerpo desnudo de conocidas modelos y celebrities no ha dejado de sumar nombres y beneficios para la investigación médica. Entre las últimas incorporaciones, la mismísima Miley Cyrus, que se ha unido a la pasarela de ilustrísimas desnudas formada entre otras por Victoria Beckham, Heidi Klum, Dita Von Teese, Winona Ryder, Rufus Wainwright o el mismo Marc Jacobs, que repetiría la experiencia —de posar desnudo— para el lanzamiento de su perfume Bang. Otra colección de camisetas con la leyenda Protect Your Organ Largest, esta vez con modelos masculinos, ponía de relieve el olfato del diseñador neoyorquino para unir una buena causa con una excelente campaña publicitaria para su marca.
 

Miley Cyrus en una campaña contra el cáncer de piel.

Dejarse fotografiar desnudo como ejercicio altruista y solidario nunca había estado tan de moda como en nuestra época. Sea la lucha contra el cáncer de piel o para recaudar fondos para un club deportivo, la desnudez ha pasado a ser la mejor forma de ser visto en la gran selva iconográfica. Como señala el sociólogo canadiense Miche Dorais nuestra época es la de “la sexualidad espectáculo” que encuentra su proyección desbordante en los smartphones, tabletas, programas de tele-realidad e Internet, donde el sexo ya hace tiempo que ha perdido su intimidad y confidencialidad en beneficio de su exhibición.

En esta celebración mediática del sexo o “sexualidad del espectáculo” las campañas solidarias con famosos desnudos son su cara más positiva. El famoso o la estrella perdiendo públicamente su pudor por una causa justa. Una generosa forma de entrega de su intimidad a la opinión pública. Sin embargo, no son pocos los que ven en esta participación 'desinteresada' un modo de publicidad o marketing maquillado. Un reparto de beneficios publicitarios entre la marca de moda y el personaje famoso con la excusa de una buena acción. Y por supuesto, con la coartada artística del fotógrafo de turno.

Todavía se recuerda el caso de Naomi Campbell, que después de participar en una campaña de PETA junto a otras modelos declarando su preferencia a “ir desnuda antes que vestir un abrigo de piel”, apareció más tarde fotografiada para la lujosa marca Dennis Baso especialista en ostentosos vestidos de piel. No han sido pocas las famosas que después de hacer público su compromiso con los ideales de PETA han tenido su desliz o patinazo posterior.

Pero en la era del marketing social las marcas de moda siguen apostado por esta estrategia de promoción que en algunos casos sirve para contrarrestar un “lado oscuro” de la marca y sus deficiencias en lo que respecta a políticas sostenibles. La marca GAP en colaboración con la revista Love lanzaba una colección de camisetas —imitando descaradamente la original de Marc Jacobs— en ayuda de Haití con el reclamo de los rostros y cuerpos de estrellas como Kate Moss, Lara Stone, Natalia Vodianova, y como no, Naomi Campbell, siempre dispuesta a prestar su cuerpo serrano para todo tipo de causas.

Después de más de tres décadas de campañas solidarias quizás ha llegado el momento de reflexionar sobe hasta qué punto sigue siendo una adecuada y, sobre todo, honesta estrategia de denuncia o de atención mediática. O si por el contrario, se ha transformado en una forma más de promoción comercial y manipulación publicitaria. De momento, las activistas de Femen y algunas blogueras árabes nos recuerdan que el cuerpo de la mujer, además de políticamente incorrecto… sigue siendo un gran arma de lucha social.

Pamela Arderson para PETA.

Lizzie Jagger, todo por la causa.

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