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De las Stan Smith veganas al vestido de seda araña: así avanza la cruzada eco de Stella McCartney y Adidas

Desde 2005, la diseñadora y la firma deportiva defienden una moda circular: nuevos tejidos, vestido de seda de araña y procesos menos agresivos...

Un vestido completamente biodegradable creado con seda de araña artificial. Es la última innovación surgida del trabajo conjunto de la diseñadora británica Stella McCartney y la firma deportiva Adidas, una colaboración iniciada en 2005. Para elaborar este modelo se ha creado una microseda compuesta por agua, azúcar y levadura que, según explica Adidas, se puede descomponer por completo para no dejar huella en el medio ambiente.  La tenista hispanovenezolana Garbiñe Muguruza (en la imagen) ya ha probado este traje, que está fabricado con un hilo artificial de seda de araña creado en el laboratorio por la startup californiana Bolt Threads, con la que McCartney colabora habitualmente. La microseda nace de un proceso de bioingeniería en el que la compañía recrea las proteínas de la seda natural, las fermenta y luego extrae las fibras para obtener los hilos. "No solo se trata de un método revolucionario, además crea procesos de manufactura más limpios, al utilizar prácticas de química verde. También produce menos polución, crea sostenibilidad a largo plazo y es vegano", subraya la firma de McCartney.
Las Stan Smith de siempre, pero veganas. Son uno de los modelos icónicos de Adidas, y a Stella McCartney le sirvieron para hacer una declaración de principios. Según recordó la diseñadora en una entrevista publicada en Wired, hace unos años la firma deportiva le envió de regalo un par de estas zapatillas de piel blancas, pero sin piel, un guiño a su activismo animalista: "Le dije al CEO, ¿por qué no haces todas tus Stan Smiths vegetarianas sin decírselo a los clientes? ¿Puedes imaginar el impacto medioambiental de una medida así? ". La empresa no siguió su idea, así que al final fue ella quien diseñó esos playeros aptos para veganos, que salieron a la venta en septiembre de 2018. En una de las lengüetas aparece la silueta del tenista estadounidense que da nombre al modelo y en la otra el retrato de McCartney. El uso de piel vegetariana es una de las enseñas de la firma de la diseñadora, que la emplea desde sus inicios en 2001. "Creemos firmemente que es posible crear una marca de moda de lujo sin utilizar cuero o pieles", aseguran en su web. Por eso, desde 2013 emplean materiales como la alter-napa –creada con poliéster reciclado y poliuretano– en sus bolsos y zapatos.
La primera sudadera creada con materiales cien por cien reciclados. Las firmas alertan de que en todo el mundo se producen cada año unos 92 millones de toneladas de residuos textiles. Dharan Kirupanantham, responsable de ecoinnovación de Adidas, aseguró recientemente a Dezeen que "la economía circular es buena para el planeta y para el negocio". Desarrollar productos que minimicen el consumo durante el proceso de fabricación para eliminar la contaminación es clave, algo que también defiende McCartney en el ideario de su marca: "Los sistemas en los que confiamos para crear, vender y deshacernos de la ropa están rotos. Funcionan de una manera casi completamente lineal y de esta forma se emplean grandes cantidades de recursos no renovables para crear productos que en gran medida terminan en vertederos o incinerados. Tenemos que cambiar el sistema haciendo la moda circular y eliminando el concepto de desperdicio". Dentro de esta transformación de la mentalidad y los procesos de fabricación acaban de marcar un nuevo hito, de la mano de Evrnu, una compañía de Seattle creada en 2014 pionera en la investigación de tejidos. Junto a ella han fabricado 50 sudaderas que repartirán entre deportistas de élite (en la imagen la lleva la tenista francesa de ascendencia serbia Kristina Mladenovic), creadas a partir del licuado de prendas de algodón ya usadas: la nueva fibra se llama NuCyl y se crea deshaciendo las prendas existentes hasta crear una nueva fibra de alta calidad con sus restos en un proceso que, subrayan sus creadores, deja una huella de carbono baja y reduce el uso de agua en el proceso de producción. Evrnu espera poder crear prototipos para la venta en comercios de prendas con este material a finales de este año para que lleguen al público general en 2020.
Zapatillas fabricadas con restos de plásticos sacados de los océanos. La iniciativa Parley for the Oceans busca "llamar la atención ante la belleza y la fragilidad de los océanos y desarrollar proyectos que puedan acabar con su destrucción". Alerta, además, de que "se estima que cada año ocho toneladas de plástico acaban en el agua".  Adidas y Stella McCartney se han convertido en sus aliados. Reutilizar esos residuos plásticos y crear prendas de vestir a partir de ellos ha sido uno de los empeños del combo. En 2015 lanzaron su primera colaboración, y 2017 desarrollaron las zapatillas de deporte Parley Ultra Boost X (en la imagen). El tejido de este calzado se llama Primeknit y ha sido creado a partir de fibras sintéticas elaboradas con hilos obtenidos de plástico reciclado procedente de los océanos. Trabajando con este elemento se reduce la dependencia de los nuevos plásticos y el nivel de emisiones de dióxido de carbono que implica su elaboración. Desde el inicio de la colaboración con Parley for the Oceans hasta finales de este año, Adidas prevé haber producido 11 millones de pares de playeros usando estos materiales.
Prendas de poliéster reciclado que también minimizan el gasto de agua empleada en su elaboración. El pasado torneo de Wimbledon fue el escenario elegido por Adidas y Stella McCartney para presentar su ropa de competición creada con poliéster reciclado. La alemana Angelique Kerber (en la imagen) probó estas equipaciones de tenis "fabricadas con poliéster reciclado y técnicas de tinte innovadoras que ayudan a reducir el gasto de agua", según explicó en su Instagram. Estas prendas salieron a la venta el 1 de julio y son la respuesta de las firmas a uno de los grandes desafíos de la industria: el elevado coste medioambiental de la producción de poliéster. Este tejido se fabrica a partir de petróleo, supone el 55% de todos los textiles creados en el mundo y tarda unos 200 años en biodegradarse. El objetivo de las firmas es erradicar el uso de esta fibra artificial y lograr emplear solo poliéster reciclado en sus prendas en 2024. McCartney, además, prevé dejar de utilizar nylon de nueva fabricación en 2020 y sustituirlo por otro 'regenerado' llamado Econyl y creado por la compañía italiana Aquafil. En el proceso de elaboración, además, se emplea la denominada Dope Dye Technology, un método que ahorra agua a la hora de teñir, porque se añade el color directamente al material en los pasos iniciales de la producción, y no posteriormente. De esta forma, afirman las marcas, "se reduce el gasto de agua al menos en 10 litros por prenda".