Cuello bobo, la tendencia ochentera favorita de Lady Di que seguirá triunfando en primavera
Tras su éxito en otoño, la camisa con babero sigue siendo una de las prendas clave de las nuevas colecciones. ¿El truco para llevarla? Estratégicamente colocada bajo vestidos o chaquetas.
Resumir el estilo de la princesa Diana en una sola prenda es imposible. La camisa con cuello babero, sin embargo, figuraría entre las primeras de la lista. Lady Di hizo de ella una de sus señas de identidad más reconocibles a principios de los años 80, cuando aún exhibía un armario tan recatado como inspirador (no en vano en aquella época se hablaba de una shy Diana, una princesa tímida que se sonrojaba en sus encuentros con la prensa). Los ...
Resumir el estilo de la princesa Diana en una sola prenda es imposible. La camisa con cuello babero, sin embargo, figuraría entre las primeras de la lista. Lady Di hizo de ella una de sus señas de identidad más reconocibles a principios de los años 80, cuando aún exhibía un armario tan recatado como inspirador (no en vano en aquella época se hablaba de una shy Diana, una princesa tímida que se sonrojaba en sus encuentros con la prensa). Los cuellos blancos gigantes se convirtieron en uno de sus particulares ‘accesorios’ más reconocibles y era muy frecuente verlos asomar por encima de sus vestidos.
Esa misma combinación es la que lucen editoras de moda y fashionistas de pro que, desde hace meses, han caído rendidas al poder de lo que se conoce como cuello babero, peter pan o bobo. Este último término nace de la contracción en francés de las palabras bourgeois–bohème, que puede traducirse como ‘burguesía bohemia’ y que hace referencia a «un híbrido en el que se mezcla la desobediencia de los años sesenta con la ambición de los ochenta. El Bobo es una mixtura entre el hippy y el yuppy», tal y como escribía en El País David Brooks, autor de BoBos en el paraíso. Este grupo adinerado que nació en los noventa promoviendo valores artísticos y hedonistas por encima de económicos es lo que podríamos llamar ‘pijipi’ en castellano.
Influencers como Leandra Medine o Pernille Teisbaek fueron las primeras en recuperar este tipo de camisas con grandes solapas, casi siempre redondeadas, bajo jerséis básicos y cárdigans, y en las recientes semanas de la moda otras tantas prescriptoras han hecho lo propio. Si bien las camisas blancas son las auténticas ganadoras de la tendencia –encabezadas por las de la firma danesa Ganni–, otros modelos firmados por Miu Miu –que incluye un toque floral– o Sea New York –que incorpora directamente los cuellos sobre un jersey gris– han contribuido a nutrir la tendencia. En Hollywood su mayor fanática es la actriz Lucy Boynton (Bohemian Rhapsody), que ha llevado minivestidos con babero incorporado en varias ocasiones.
Las nuevas colecciones primavera-verano que comienzan a hacer acto de presencia en las tiendas confirman el reinado del cuello bobo, que ya encontró su hueco en las grandes cadenas durante este invierno, cuando suban las temperaturas. Zara, por ejemplo, lo mismo apuesta por una versión en amarillo pastel que defiende unos cuellos un poco más discretos, pero igual de neorrománticos que los que se han visto en las semanas de la moda, que se atreve a subir la apuesta sumando botones joya. Mango simplifica añadiendo este tipo de acabado a una simple camiseta básica blanca y Arket propone una de las opciones más ortodoxas. Además, en Amazon o Sea New York, por ejemplo, es posible comprar cuellos independientes que sirven para customizar cualquier prenda del armario adaptándola a la tendencia.
Después del éxito del pussy bow o lazada al cuello o del furor por las jaretas y volantes en esta zona de camisas de aires victorianos, las maxisolapas se consolidan como perfectas sustitutas. Ya en 2016, las camisas con prominentes volantes se convirtieron en plaga de la mano de firmas como Miu Miu, Chloé o Stella McCartney y ahora se renuevan simplificándose: mejor en blanco y sin florituras.