Cristiano Ronaldo huele a canela
Obseso de su imagen, el futbolista presta su anatomía para anunciar desde aparatos antipapada a champús anticaspa. Lo último, su propia fragancia presentada en la T4 de Barajas.
Canela y manzana. No son los ingredientes de una nueva receta de apfelstrudel, sino dos de las notas olfativas predominantes (junto con la lavanda) de Cristiano Ronaldo Legacy, la nueva eau de toilette del astro del balón. Se une así a la larga lista de famosos que hacen caja uniendo su nombre a un perfume, desde Paris Hilton a Beyoncé pasando por Justin Bieber, Britney Spears, Bustamante o Antonio Banderas. La presentación tuvo lugar ayer en una peculiar ubicación: las tiendas Duty Free de la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. No es casual: hasta ma...
Canela y manzana. No son los ingredientes de una nueva receta de apfelstrudel, sino dos de las notas olfativas predominantes (junto con la lavanda) de Cristiano Ronaldo Legacy, la nueva eau de toilette del astro del balón. Se une así a la larga lista de famosos que hacen caja uniendo su nombre a un perfume, desde Paris Hilton a Beyoncé pasando por Justin Bieber, Britney Spears, Bustamante o Antonio Banderas. La presentación tuvo lugar ayer en una peculiar ubicación: las tiendas Duty Free de la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. No es casual: hasta mayo la fragancia solo podrá comprarse en esas tiendas (65,54 euros el frasco de 100 ml). “Un aeropuerto es un lugar por donde pasan personas de todas las nacionalidades. Es casi como no estar en un país en concreto”, relataba el futbolista durante una presentación en la que un mare magnum de prensa deportiva, de belleza y del corazón solo pudimos oler y callar. Nada de preguntas.
Oler, callar y esperar. La cita era a la una. Pero el astro merengue no llegaba. ¿Delirios de grandeza de uno de los mejores futbolistas del mundo? No, despiste. Al parecer, se había olvidado el DNI en casa. Y sin un documento de identidad válido, no hay botas de oro que valgan: no se puede acceder a la zona de tránsito de un aeropuerto. Así de contundentes e iguales para todos son las normas de seguridad. Tres cuartos de hora más tarde, y en medio de un revuelo de efectivos de seguridad nerviosos, hordas de cámaras y decenas de pasajeros alucinados llegaba el astro madridista. Enfundado en un traje azul índigo algo ajustado y con un jersey cuello cisne morado justo el día en que la primavera parecía querer despuntar en la capital. “He participado en la elección del perfume. El perfumista elaboró varias fragancias yo elegí la que más encajaba conmigo”. El resto fue arroparlo en un frasco de lujosa virilidad: líneas rotundas, mucho negro y mucho dorado.
En apenas diez minutos se ventilaba la puesta en escena. Otra más para el portugués, convertido en una especie de semidiós apolíneo del nuevo milenio, que ha visto un filón en los productos de cuidado corporal. No es noticia afirmar que el de Madeira se desvive por cuidar su aspecto físico. Basta darse un garbeo por su cuenta de Instagram ( 51 millones de seguidores) para verle ejercitándose en el gimnasio de su casa, fardando de piernas musculadas con piscina de fondo o embadurnado en una mascarilla facial y una envoltura negruzca en el cuerpo. Pautas inflexibles para cuidar esa lustrosa piel, que ahora parece de porcelana, pero que años atrás era el campo de batalla de un acné bastante agresivo.
Esa obsesión suya por medir su aspecto personal se ha convertido en un aval para tirar de ventas de productos de belleza fuera de nuestras fronteras. Porque CR7 lo mismo pone rostro a un champú anticaspa que a una máscara antipapada. El caso es hacer caja. “Es importante tener buena imagen dentro y fuera del terreno de juego”, confesaba en el making of del spot de Clear, un champú anticaspa. “Presto mucha atención a mi cabello y me gusta que esté siempre bien”. ¿Quiere saber si funciona? Mire lo bonito que está mi cabello”.
En 2014 volvía locos a sus seguidores al subir una foto con una máscara a la altura de la mandíbula, sospechosamente parecida a que calzaba Hannibal Lecter en El Silencio de los Corderos. El misterio duró poco: Cristiano Ronaldo era oficialmente la imagen de ‘Facial Fitness PAO’ (un estimulador muscular a modo de mordedor contra la flacidez facial) para el mercado asiático. El fabricante volvía a repetir con el de Madeira para otro cachivache muscular llamado Six Pad, en esta ocasión, para marcar el six pack (léase, los abdominales en forma de tableta de chocolate). Solo un enamorado de su anatomía como el luso, podría pronunciar el siguiente slogan sin atisbo de sonrojo: “Si quieres tener un cuerpo como el mío, esto te ayudará”
Pese a los lemas publicitarios a nadie se le escapa que mantener ese 1,85 m de altura así de cincelado es producto de una disciplina casi prusiana. A diferencia de otros galácticos apasionados por la farándula nocturna, el siete madridista confiesa que “un sueño reparador es fundamental para la recuperación muscular y para optimizar el entrenamiento. Me acuesto pronto y madrugo bastante, especialmente antes de los partidos”. De paso, recomienda no escaquearse del gimnasio. “Entrena donde puedas. Puedes hacer abdominales en el dormitorio al levantarte por la mañana o antes de acostarte. Si adquieres la rutina es más fácil que se convierta en un hábito”. Por cierto, le gusta poner música a todo trapo. “Me ayuda a centrarme y a sacar lo mejor de mí. Escucho hip hop y reggaeton”. ¿Y algo más? Sí, comer. Casi a todas horas. “Come regularmente. Cuando entrenas tienes que mantener altos los niveles de energía en todo momento. A veces llego a hacer hasta seis pequeñas comidas a lo largo del día”. El poco tiempo restante se supone que lo emplea en asuntos menores, como moldearse las cejas hasta el paroxismo y hasta pintarse las uñas de los pies. Una vida aparentemente monacal, que da poca sustancia a la prensa rosa pero que en pocos años ha construido un mito con ganas de meter goles también en el universo de la estética.