El secreto para tener buena cara incluso a altas horas de la noche
El lápiz iluminador Touche Éclat aporta puntos de luz que camuflan las ojeras y borran los signos de fatiga. Nadie notará que no has pegado ojo.
Primer, concealer, base de maquillaje, polvos iluminadores, un poco de contouring aquí, otro poco allá… Todo esto está muy bien si eres Kim Kardashian y te gusta cincelar tu rostro a conciencia antes de poner el pie en la calle. Si vives en el verano español, ese que acaricia tiernamente los 35-40ºC varios días al mes y cuyas noches no bajan de los 25 grados, puede que lo primero que te plantees sea aligerar el maquillaje para no derretirte sobre el asfalto. No t...
Primer, concealer, base de maquillaje, polvos iluminadores, un poco de contouring aquí, otro poco allá… Todo esto está muy bien si eres Kim Kardashian y te gusta cincelar tu rostro a conciencia antes de poner el pie en la calle. Si vives en el verano español, ese que acaricia tiernamente los 35-40ºC varios días al mes y cuyas noches no bajan de los 25 grados, puede que lo primero que te plantees sea aligerar el maquillaje para no derretirte sobre el asfalto. No todo, pero sí buena parte.
Y aquí surge la gran pregunta: ¿cómo tener buena cara renunciando a medio arsenal de colorido? Dicho de otra manera, ¿cómo evitar que el jefe se percate de que anoche no pegué ojo? La respuesta la dio ya YSL Beauté allá por 1992 con el Touche Éclat. Este lápiz casi mágico, con una textura ultraligera, fluida e hidratante, se ha convertido con el tiempo en el secreto de belleza mejor guardado por infinidad de celebridades, incluida Kate Middleton. No hace falta empaparse de complicados tutoriales para ponerlo en práctica. Si sabes usar un bolígrafo retráctil (los de ‘clic’), sabes usar el Touche Éclat para ‘pintar’ puntos de luz estratégicos sobre el rostro. Y la luz, ya se sabe, difumina las arrugas, suaviza los contornos y espabila la expresión. En invierno, con toda la formalidad que conlleva, suele aplicarse sobre el fondo de maquillaje. En plena canícula estival, directamente sobre el rostro bien hidratado. “Se aplica con ligeros toques y se difumina con suaves golpes del dedo meñique para lograr la mezcla más delicada posible. ¿Dónde? A lo largo de la línea de los pómulos, el arco ciliar y el arco de la nariz”, señala Lloyd Simmonds, director creativo de maquillaje de YSL Beauté. El resultado: cara aparentemente ‘lavada’ pero con aspecto descansado.
Y eso de buena mañana. A altas horas de la noche este amigo anti cansancio es capaz de obrar auténticos milagros en las largas noches de verano fiestero. Con un plus: cabe hasta en el clutch más pequeño, no se derrama accidentalmente porque para que salga has de hacer ‘clic’ y tampoco se rompe, cuatro virtudes muy apreciables para cualquier alma noctámbula. “Es ideal para llevar en el bolso y dar un toque de luminosidad a tu rostro en cualquier momento. Aplícalo sobre las ojeras, en el rincón externo de la mirada y en las líneas de la sonrisa para atenuar cualquier signo de fatiga”. Lo que Simmonds no cuenta es que su uso es tan intuitivo que funciona incluso si algunas cualidades motrices se ven afectadas después de algún que otro gin tonic. “Como si de una varita mágica se tratase, con un simple toque podrás devolverle toda la luminosidad al rostro y disfrutar de una noche sin fin”. Suena a música celestial, ¿o no?