Carmen Alborch: «Siempre desde pequeña me ha gustado la moda»
El estilo de esta política siempre ha despertado comentarios. Charlamos con ella sobre su afición a la moda.
(Esta entrevista se publicó inicialmente en octubre de 2011)
Viene encantada, porque el sorprendente descenso de las temperaturas en Madrid le ha permitido ponerse una espectacular túnica azul firmada por Vivienne Westwood «que llevaba todo el verano metida en el armario». La senadora socialista siempre se ha caracterizado por realizar una selección de prendas poco habitual. Y es que ella no es nada común, ¿por qué iba a serlo su ropa?
¿Siempre le gustó la moda?
Siempre. Desde que era pequeña. Cuando venía a casa la costurera, me encantaba quedarme fisgand...
(Esta entrevista se publicó inicialmente en octubre de 2011)
Viene encantada, porque el sorprendente descenso de las temperaturas en Madrid le ha permitido ponerse una espectacular túnica azul firmada por Vivienne Westwood «que llevaba todo el verano metida en el armario». La senadora socialista siempre se ha caracterizado por realizar una selección de prendas poco habitual. Y es que ella no es nada común, ¿por qué iba a serlo su ropa?
¿Siempre le gustó la moda?
Siempre. Desde que era pequeña. Cuando venía a casa la costurera, me encantaba quedarme fisgando, viendo retales… y así aprendí a coser. Se me da bien, que conste.
Eso es útil…
Sí, sobre todo si eres tan aficionada como yo a dar la vuelta a las cosas. Una vez me compré un mantel bordado en un anticuario y lo usé como chal. Me arreglo muchas prendas, subo un bajo, coloco un vivo, cambio un escote… ¡Soy la reina del imperdible! Y, además, me encanta mezclar cosas, reciclarlas… Mira, estas uvas de cristal venían de adorno en una caja de vino y las he guardado para hacerme un colgante.
¿Le cuesta deshacerse de prendas?
Mucho. De hecho, lo guardo casi todo. Y normalmente siempre encuentro una ocasión para volver a ponerme las cosas.
Tendrá un montón de armarios…
Pues no. Tengo una casa en Valencia y otra en Madrid, pero las dos son pequeñas, así que uso baúles, cómodas… bueno, y varios burros, que son la gran solución.
¿Tiene alguna pieza fetiche?
Varias, una de ellas es una capa que salía en Matador, la película de Almodóvar.
¿Ha comprado alguna cosa que luego no se haya puesto?
¡Me lo pongo todo! Cuando era joven, en Ibiza, una vez compré un camisón y me lo puse por la calle. Espera… me acuerdo de un vestido imposible que encontré en un mercadillo en Roma. Cuando llegué a casa, pensé: «¿Y qué hago yo con esto?». Pero lo guardé y acabé usándolo en una fiesta de disfraces. ¿Ves por qué no hay que tirar nada?
¿Hay algún complemento con el que sabe que va a causar sensación?
Tengo un colgante enorme firmado por Chillida. Es maravilloso, me encanta ponérmelo. Igual que algunas piezas muy bonitas de Chus Burés y de Joaquín Berao. Tiro mucho de complementos, porque a veces sales de casa, tienes distintos actos y no puedes volver para cambiarte; así que siempre llevo en el bolso accesorios que cambien un conjunto: un pañuelo, un broche, una cadena, un brazalete…
¿Se le dan bien las rebajas?
En los saldos compro muchas cosas, sobre todo zapatos. Me gustan los de Robert Clergerie, que tienen un tacón estupendo… A mí es que me encanta ir con tacón, pero como siempre estás subiendo y bajando, pues necesitas que el zapato también sea cómodo.
¿Hay alguna prenda que quisiera usar más?
Me gustan los sombreros y también los tocados, pero no hay mucha ocasión de lucirlos. Acabo de volver de Japón, y era increíble ver a todas las mujeres por la calle con pamelas para protegerse del sol.