De icono hortera a la invasión en las calles: la historia detrás de la camisa hawaiana
Aunque no se ha dejado ver demasiado en pasarela, firmas como Zara o Mango apuestan este verano por el exotismo de esta histórica prenda símbolo de la ropa casual masculina.
Para Elvis Presley, Háwai era como su segunda casa. Allí rodó tres películas, y el boom que supuso en los años 60 hizo que el rey del rock and roll sea responsable en buena parte de que este verano acabes vestida con palmeras, flores de hibiscus y colores llamativos. Sí, la camisa hawaiana está de vuelta.
Aunque ya no distingue de género, es mucho más común verla en los desfiles de hombre. ...
Para Elvis Presley, Háwai era como su segunda casa. Allí rodó tres películas, y el boom que supuso en los años 60 hizo que el rey del rock and roll sea responsable en buena parte de que este verano acabes vestida con palmeras, flores de hibiscus y colores llamativos. Sí, la camisa hawaiana está de vuelta.
Aunque ya no distingue de género, es mucho más común verla en los desfiles de hombre. Saint Laurent lo lleva demostrando desde 2013, con esa camisa en blanco y negro que el verano pasado rediseñó con una versión mucho más clásica. Este verano la nota la da Dries van Noten, mezclándolo con estampado militar.
En cuanto a las colecciones femeninas, Prada dejó entrever alguna camisa el pasado otoño. Esta temporada, su regreso responde a la tendencia tropical de Max Mara o Altuzarra, aunque es necesario mencionar la aportación de una firma australiana, Double Rainbouu, que presentó hace tan solo unas semanas su última colección. A pesar de su corta vida (nació en 2016) sus camisas hawaianas ya han captado la atención de celebrities como Justin Bieber.
Webs como Net-a-Porter recopilan camisas hawaianas en clave de lujo con bordados, a lo Prada, o con estampados llamativos, como RedValentino. Pero son precisamente las firmas de high street las que ha acabado dando la bienvenida a esta pieza por la puerta grande. Mango, por ejemplo, es la enseña que más fuerte apuesta por ellas. Versiones puristas (manga corta y cuello) en diferentes colores copan sus editoriales más veraniegos y parte de las propuestas de su web. Inditex también hace lo propio de mano de Zara y Pull and Bear, al igual que Urban Outfitters o Forever 21. Hasta The Kooples ha caído con una apetecible versión en rojo con flores blancas.
La prenda del momento resulta ser una de las más cinematográficas. De Los Descendientes con George Clooney podríamos remontarnos a las que lucieron Frank Sinatra y Montgomery Clift en De aquí a la eternidad o el propio Elvis en Amor en Hawái. Pero si hay una especial que ronda la mente de la cultura pop es la que utilizó Kym Barrett para vestir a Leonardo Dicaprio en Romeo + Julieta a finales de los 90. La camisa hawaiana también resulta de lo más presidencial: Truman, Eisenhower o Nixon han llegado a vestirla en alguna ocasión.
No se nos escapa que todo sean referencias masculinas: deriva de la prenda reservada para los hombres hawaianos, llamada palaka. Las mujeres no usaban camisa, sino una suerte de vestido largo estampado que recibía el nombre de muummuu.
Desde su incipiente popularidad tras la Segunda Guerra Mundial, esta pieza se ha pasado las últimas décadas dando bandazos desde lo más ‘cool’ a lo más hortera. Series como Magnum P.I contribuyeron a que los 70 y los 80 fueran uno de sus periodos más oscuros. Tampoco ayudó el boom turístico que experimentaron las islas diez años antes, ya como estado norteamericano: sus colores y sus estampados la convirtieron en la perfecta postal que se adquiría como souvenir.
Para desmarcarse de las imitaciones baratas, los comerciantes hacían saber que en las camisas caras cada color correspondía a un significado: amarillo para la victoria, rojo para el coraje… También recibieron nombre propio: las camisas ‘aloha’, término acuñado por un avispado hawaiano llamado Ellery Chun. Fue curiosamente el hombre que hizo de ella un icono (y una auténtica industria en su país) uno de los que más contribuyó a preservar su estatus de lujo: Alfred Shasheen controlaba cada etapa del proceso creativo (incluida la impresión de las telas), utilizaba materiales de alta calidad y se alió con un equipo de artistas locales que incluyeron motivos de la imaginería de Japón, China y Hawái. Elvis llevó precisamente uno de sus diseños para la película ‘Amor en Hawái’.
Como curiosidad, gracias a la camisa hawaiana tenemos un concepto laboral muy extendido, el de los ‘casual fridays’. Lo de ir a trabajar los viernes con ropa informal no fue idea de Estados Unidos, sino de Hawái: tras ser prohibida como atuendo en los negocios locales y relegada a la zona turística de Waikiki, en los 60 su gobierno creó la propuesta de los ‘Aloha Friday’ como una medida para incentivar la industria textil estatal.