Seis años de ‘selfies’ arrancándose el pelo

Rebecca Brown comparte en Internet cómo es su vida padeciendo tricotilomanía, un trastorno que lleva al 4% de la población mundial a tirarse compulsivamente del cabello.

2.100. Es el número de selfies que Rebecca Brown, más conocida en Internet como 'BeckieO', ha compartido con sus seguidores durante seis años y medio. Lejos de evidenciar un egocentrismo desmesurado, esta elevada cifra de instantáneas (una imagen diaria aunque no todas hayan llegado a publicarse) es la forma en la que la joven de 21 años ha decidido enfrentar su enfermedad.

Brown padece tricotilomanía (TTM), un trastorno del control de los impulsos que lleva a quienes lo sufren a ...

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2.100. Es el número de selfies que Rebecca Brown, más conocida en Internet como 'BeckieO', ha compartido con sus seguidores durante seis años y medio. Lejos de evidenciar un egocentrismo desmesurado, esta elevada cifra de instantáneas (una imagen diaria aunque no todas hayan llegado a publicarse) es la forma en la que la joven de 21 años ha decidido enfrentar su enfermedad.

Brown padece tricotilomanía (TTM), un trastorno del control de los impulsos que lleva a quienes lo sufren a arrancarse el pelo de forma compulsiva (el nuevo Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales -DSM V- lo incluye dentro de los desórdenes relacionados con el Trastorno Obsesivo Compulsivo -TOC-). Aunque según un estudio de elaborado en 2006 más del 70% de los afectados tiran del pelo de la cabeza, también se arrancan las pestañas, las cejas, el vello púbico, la barba o cualquier otra parte del cuerpo.

En el caso de Rebecca, su rubia melena es la que ha sufrido principalmente las nefastas consecuencias de su enfermedad. Para exteriorizar el miedo y ansiedad provocadas por esta afección, la británica decidió en 2007 crear 'BeckieO' su álter ego en Youtube a través del cual empezó a compartir vídeos en los que cuenta públicamente su problema y muestra el estado de su cabello. “No sabía que habría millones de personas viéndome. Simplemente era yo hablando de cómo mi condición me afectaba. Me encontraba muy sola”, declaró a BBC Trending.

Desde septiembre de 2007 hasta marzo de este año, Brown ha contado al mundo lo que ocurría en su vida mientras su cabeza perdía y ganaba mechones. Momentos vitales tan importantes para una adolescente como el primer amor, un difícil periodo de exámenes o tener una nueva mascota aparecían en su caso acompañados de titulares como: “perdí la mitad de mi pelo”, “me han diagnosticado depresión” o “he comenzado a usar peluca”. Sus vídeos muestran cómo ha logrado ser novia o estudiante a pesar de vivir una juventud marcada por la 'trico', la vergüenza que le provocaba arrancarse el pelo y los problemas asociados que suele conllevar. En su caso ha sufrido dermatilomanía (un trastorno de la misma tipología que la 'trico' que se caracteriza por el impulso de rascar o pellizcar la piel causando lesiones), pero también suele ligarse a la depresión, la ansiedad, la tricofagia (es decir, la ingesta de cabello, ya sea propio o de otra persona, que puede precisar de intervención quirúrgica para eliminar el bloqueo gástrico o intestinal por acumulación de pelo) o la onicofagia (comerse las uñas).

Desde 2011 Beckie0 utiliza pelucas en algunas ocasiones para ocultar el estado real de su pelo.

Youtube Beckie0

Rebecca confiesa en su canal que en algunas ocasiones se ha rapado la cabeza entera y que desde 2011 también recurre a las pelucas de colores. “En muchas de las fotos parece que tengo pelo al verme de frente, sin embargo, la carencia se hace mucho más patente en la coronilla y los laterales. Es algo que sorprende a la gente cuando me ve. Incluso juzgan mi sexualidad por el aspecto de mi peinado”, reconoce. Compartir los entresijos personales de su enfermad en la red ha sido durante estos años su forma de desahogo y ha hecho las veces de terapia para sus seguidores, a los que siempre ha intentado aconsejar.

“El miedo a que se sepa que nos tiramos del pelo nos paraliza, nos produce mucha vergüenza por el qué dirán los que nos rodean. Gran parte del desconocimiento de esta enfermedad es responsabilidad de quienes la padecemos porque la sufrimos en silencio”. Quien enuncia estas palabras a S Moda es José Manuel Pérez Quesada, psicólogo y afectado por la 'trico' durante 54 años. “Empecé a sufrirla con tres o cuatro años y mi infancia estuvo marcada por los que se reían de mí cuando me rasuraba la cabeza o me ponía esparadrapo en los dedos para impedir tirarme. Esto me ha enseñado a ser sensible con el dolor ajeno y a implicarme con los demás”, confiesa. Debido a la vergüenza social que provoca, es una enfermedad poco conocida y también poco investigada. Cuando Quesada descubrió cuál era su problema y se puso a buscar información, se dio cuenta de que había escasos artículos científicos al respecto, sobre todo, en castellano. Eso le llevó a crear su propia página web, tricotilomania.org, en la que desde hace diez años ofrece contenidos sobre la enfermedad e incluso realiza sus propios sondeos.

Las personas que padecen ‘trico’ se rapan en muchas ocasiones todo el cabello para evitar la tentación de tirar.

Youtube Beckie0

La desatención de esta dolencia ha influido en que aún no se sepa con exactitud cuáles son sus causas. Estudios de neuropsicología y neurobiología realizados en los últimos años han apuntado tanto a orígenes fisiológicos como genéticos y también se relaciona con bases psicológicas, emocionales o ambientales. La inexactitud respecto a por qué se desencadena, también complica el diagnóstico y tratamiento. Según explica el psicólogo, “es fundamental la educación y la concienciación. Para combatirla actualmente se utiliza la terapia cognitivo comportamental y los fármacos pero los resultados son aún poco esperanzadores. De hecho, la Food and Drug Administration (FDA) no prescribe ningún medicamento base para su tratamiento. A veces es más importante combatir los trastornos que lleva asociados que la 'trico' en sí”. La hipnosis y el control de la dieta también ayudan pero ninguno de ellos tiene la eficacia suficiente como para eliminarla definitivamente debido a su carácter recidivante que provoca constantes recaídas.

“Cada día es una lucha para no volver a la calvicie”, confiesa Brown en Youtube. “Aunque actualmente estoy mejor y tengo pelo, no estoy totalmente recuperada y pienso seguir adelante con mi proyecto en la red”, añade. Quesada coincide: “La TTM se suele cronificar, pero hay personas que la han superado y ha desaparecido de sus vidas. En mi caso está controlada pero tengo recaidas de las cuales intento aprender. El libro Doesn't it Hurt?: Confessions of Compulsive Hair Pullers, en cuya escritura he participado, recoge testimonios de personas que han conseguido dominarla pero también de quienes no han podido con ella”.

Por lo general, desde su aparición (que suele darse en la infancia o la preadolescencia) la tricotilomanía se padece de por vida y sus manifestaciones no siempre vienen precedidas por situaciones de tensión. “La urgencia por tirar se produce, sobre todo, realizando actividades sedentarias (ver la tele, leer o estudiar son algunos ejemplos) tanto si son estresantes como si no. Mientras algunas personas se arrancan el pelo de forma involuntaria, otras lo hacen cuando están concentradas y delante del espejo, en soledad y con ayuda de tijeras o pinzas”, aclara Quesada.

A pesar de las dificultades que genera este trastorno, testimonios como el de Beckie0 son un ejemplo para quienes lo padecen. Ella ha conseguido convertir su problema en fuente de inspiración, compartiendo con sus seguidores trucos y consejos de belleza y afrontando con valentia las batallas diarias contra la tricotilomanía.

«Parece que tengo pelo al verme de frente, sin embargo, la carencia se hace más patente en la coronilla y los laterales», explica la joven.

Youtube Beckie0

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